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"¿Cuántas editoriales independientes sacan el equivalente a un sueldo para quienes trabajan en ellas?"

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El 9 de agosto pasado, en la página diaria de cultura del diario Clarín, la escritora y periodista Patricia Kolesnikov se preguntaba si alcanza la buena voluntad para sostener una literatura. Lo hacía en vísperas de la Feria de Editores, que tuvo lugar durante el 10, 11 y 12 de este mes. Lo que siguen son su reflexiones.

¿Cuántos libros tiene que vender 
un escritor argentino?

Si algo amamos amar, en nuestra cultura argentina, es la existencia de una constelación de editoriales independientes, cada cual con brillo propio. Y cómo no: surgidas al calor de la crisis de 2001 ese calor de gomas quemadas en las esquinas–,estas editoriales que van de medianas a mínimas (pueden estar formadas por un par de personas con un buen capital o por cinco amigas entusiastas) movieron mucho de lo más interesante de la literatura argentina de los últimos 20 años.

Oh, 20 años ya. Las independientes se consolidaron, entraron a la Feria del Libro, lanzaron autores que tuvieron buena acogida y, como siempre pasa, se les fueron con las editoriales grandes, que tienen mejor distribución y, generalmente, pagan mejores adelantos. Y hasta inventaron una Feria del Libro propia, la Feria de Editores, que se fue llenando de gente. Este fin de semana –de viernes a domingo– se hace la séptima edición en el Centro Cultural Konex. Nadie duda de su éxito.

Del editor al lector en serio, atendidas por sus propios dueños en serio, las editoriales ofrecen a los lectores ese viejo y buen uno a uno y la disposición para hablar de literatura.No habrá grandes "banners" ni empleados uniformados con frases marketineras. Un alivio.

Pero el lado B del entusiasmo independiente es, quizás, igual a su virtud: los libros –muchas veces distribuidos a pulmón por los propios editores, que también serán correctores, traductores y lo que haga falta– no siempre se encuentran en muchas librerías. Los autores no siempre cobran algo por su trabajoPero los editores tampoco: una cadena de producción cultural literalmente por amor al arte.

¿Cuántas editoriales independientes sacan el equivalente a un sueldo para quienes trabajan en ellas? Dos o tres, calcula un editor que pide discreción.  Como muchas, su editorial publica entre dos y cuatro libros por año. Y transita esos meses como un equilibrista: tiene que vender unos 1.000 ejemplares de un título para no caerse de la cuerda. Este año la pegó con uno –que resultó a la vez de calidad y atractivo para un público más amplio– y eso le da aire para seguir editando. Así la vida. Y tiene uno, dos trabajos más: eso sostiene la pasión editora.

En general, aporta otro editor, se hacen tiradas chicas, dirigidas a un público específico, un fenómeno heredero del que protagonizó la poesía en los años 90. Conocen a sus lectores, hacen los ejemplares necesarios, sobreviven. Y más de una vez traen exquisiteces no gratas al paladar del gran público y cuyos números no son aptos para una editorial grande.

 “Publicar hoy es barato”, repiten todos. La tecnología hace que no sea necesario imprimir los 3.000 ejemplares de rigor décadas atrás. Y permite hacer la experiencia.

¿Cuántos libros vende un autor argentino? Desde una editorial trasnacional hacen una cuenta rápida: un tanque, 80.000 ejemplares, un libro bien comercial, 50.000; autores más “literarios” pero con nombres conocidos, entre 15.000 y 30.000. Los demás, por bien que escriban, de 1.500 para abajo. Son números optimistas: en empresas equivalentes, otros estiman que un autor argentino “del montón” no vende más de 1.000 ejemplares. No paga ni los costos de los que hablaba el editor independiente...

Quizás las independientes –recordemos otra vez el calor de su nacimiento– respondan al lugar que va tomando la literatura en la época: una experiencia a la que cada vez menos gente le dedica cada vez menos tiempo –así lo indica, de manera contundente, la última encuesta de consumos culturales del Ministerio de Cultura de la Nación, que muestra que en 2013 el 57% de la población leyó por lo menos un libro y en 2017 sólo el 44: más de la mitad de los argentinos no agarraron un libro en todo el año.

En la década del 80 la ensayista Beatriz Sarlo pronosticaba que, en el futuro, los lectores seríamos bichos raros encerrados en grutas. Sin llegar a tanto, damos lugar a un fenómeno en que “gourmet” también significa “poquitos”. ¿Cuánto se sostiene una literatura hecha a expensas del tiempo libro o la herencia? Esas dudas aparecen junto al florecimiento de las editoriales independientes, que merecen, por supuesto, todos los honores.

Paulo Slachevsky dice cuatro verdades sobre la actitud de la Corporación del Libro y la Lectura de Chile y sus manejos ante la Feria Internacional del Libro de Santiago

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Paulo Slachevsky, director y cofundador con Silvia Aguilera de Lom Ediciones, de Chile, publicó el 7 de agosto pasado, en eldesconcierto.cl el siguiente texto, referido a la situación generada por la Corporación del Libro y la Lectura , que afecta la realización de la Feria Internacional del Libro de Santiago (FILSA).

Para que los lectores no chilenos comprendan los términos de la nota, la Cámara Chilena del Libro es una asociación gremial compuesta por 79 socios (a marzo de 2016) provenientes de empresas editoriales, distribuidoras de libros y librerías (ver lista completa en: https://camaradellibro.cl/socios/listado-de-socios/).

Por su parte, la Corporación del Libro y la Lectura, separada de la anterior en 2015, constituye un grupo de casas editoriales –fundamentalmente multinacionales españolas y cadenas de librerías– que, por su poderío económico y su fuerza de lobby, hasta ahora hizo lo que quiso en desmedro de la producción local. La lista de sus socios puede consultarse aquí: https://libroylectura.cl/socios/

Finalmente, el resto de los editores chilenos se nuclean en dos importantes grupos: por un lado, Editores de Chile, unaasociación gremial que reúne a editoriales independientes, universitarias y autónomas (ver lista en http://editoresdechile.cl/editoriales-asociadas/); por otro, en la Cooperativa de Editores de la Furia (sus miembros son:http://editoresdelafuria.cl/content/4-nosotros). Unos y otros constituyen, por lejos, lo mejor que sucede del otro lado de la cordillera términos de edición.
 
FILSA, las cartas sobre la mesa

A través de una carta dirigida al presidente de la Cámara Chilena del Libro y a la ministra de Cultura, la Corporación del Libro y la Lectura informó que sus socios no participarán este año en la Feria Internacional del Libro de Santiago, Filsa. Desde entonces se han multiplicado los artículos y opiniones en la prensa, que atizan las antiguas y siempre nuevas tensiones en el sector del libro. La declaración que hace detonar el conflicto expresa las buenas intenciones de sus actores en favor del libro, la lectura y la igualdad: “Una muestra anual y mayor del libro debe representar a todos quienes la componen, a los cuatro referentes gremiales del libro existentes hoy en Chile, y en igualdad de condiciones. Que esta debe ser una fiesta cultural atrayente, que ponga la atención de los ciudadanos en la importancia del libro y la lectura, sin limitaciones de acceso, sin fines de lucro…”, señala la misiva de la Corporación, fechada el 1 de agosto. Nadie puede negar que son bonitas las palabras que motivan la renuncia, sin embargo más de algo no funciona en esta composición: lo primero, es que a menos de tres meses de la inauguración del certamen ellos tomen tal decisión… Cuesta creer en tan pulcras intenciones.

Cabe recordar que quienes conforman hoy la Corporación del Libro son los que por décadas hicieron parte y dirigieron la Cámara del Libro junto a los que aún permanecen en dicha asociación, organizadora de la Filsa. Son los mismos que instalaron y naturalizaron, repitiendo hasta la saciedad, un modelo de Filsa tipo mall, sustentado en el privilegio de unos pocos y el lucro, como primer fin, que se expresaba en: un alto costo de la entrada para el público; una programación cultural tipo matinal de TV; el elevado cobro por stand que se ha configurado en una real barrera de entrada para los editores medianos y pequeños; la distribución del espacio tipo apartheid, donde las multinacionales dominaron toda la nave central, relegando a la edición local e independiente a los márgenes; así como la venta de saldos de bodegas acumulados por estos últimos grupos. A la luz de estos hechos, tanta manifestación de altruismo es algo que a simple vista no deja de despertar sospechas.

El lucido sociólogo francés Pierre Bourdieu estableció un interesante instrumento de análisis del mundo del libro al instalar el concepto del campo editorial, el que, al igual que el campo artístico en general, se estructura en base a «la oposición entre el arte y el dinero, nacida en el siglo XIX cuando se autonomiza el campo intelectual». En su artículo del año 1999, Una revolución conservadora en la edición, señala: «Como el libro es un objeto con doble cara, económica y simbólica, mercancía y significación a la vez, el editor es también un personaje doble, que debe saber conciliar el arte y el dinero, inclinándose hacia uno u otro polo, realizando una combinación más o menos lograda de estos dos elementos tan irreconciliables, sociológicamente, como el agua y el fuego, el amor por el arte y el amor mercenario del dinero». El análisis de Bourdieu sobre el campo editorial francés da cuenta de cómo a través del tiempo se ha acrecentado la influencia de las presiones económicas y del polo comercial, imponiendo una revolución conservadora en el sector: el triunfo de un «universal comercial que se opone diametralmente, tanto por su génesis social como por su calidad literaria, al universal literario».

Aplicar este modelo de análisis a nuestra realidad ayuda a poner las cartas sobre la mesa y a entender qué está en juego. Los cuatro referentes gremiales expresan claramente los polos del campo editorial chileno. El polo comercial está dominando por la Corporación del Libro, el de las “grandes editoriales” como lo denomina la prensa, que representan fundamentalmente al gran capital editorial: un par de grupos transnacionales que se han concentrado fagocitándose entre sí, junto a algunos actores locales que siempre se han sentido más cómodos a su lado. Le sigue en ese polo la Cámara Chilena del Libro, donde permanecen algunas editoriales de diferente tipo junto a distribuidores y algunas librerías, organización que está bastante debilitada y desacreditada, producto de la falta de iniciativa y de sus propias prácticas. Del otro lado está gran parte de la edición chilena, conformada por editoriales independientes y universitarias: Editores de Chile, Asociación Gremial de Editores Independientes y Universitarios; y la Cooperativa de Editores de la Furia; ambas reúnen a más de cien editoriales. Este sería el polo de la cultura, la clara expresión de la bibliodiversidad, que asume y defiende la Convención Internacional para la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales de Unesco en el ámbito del libro.

Es entendible que hoy la Corporación no soporte haber dejado de ser el amo y señor de la principal feria del libro en Chile. Por su naturaleza misma, estos conglomerados buscan dominar, dirigir y copar el mercado. No ser parte, o más bien dueños, del negocio de la feria atenta contra su naturaleza. A ello se suman las clásicas enemistades y rencillas personales entre quienes por largos años fueron socios en el quehacer de la Cámara. El intento por parte de la Corporación de apropiarse de la marca Filsa fue una clara expresión de la disputa, que los llevó incluso a enfrentarse en tribunales, desde donde no salieron muy bien parados luego del frustrado y poco digno empeño. También está presente el clasismo, tan propio de nuestra sociedad chilena. Que libreros y distribuidores, entre ellos los de San Diego, formen parte de la organización de Filsa, les debe ser algo incómodo, o mejor, intolerable: “los lectores y el país no se merecen una feria internacional del libro desmedrada e improvisada, menos si en su organización están excluidos los editores”. ¡Qué falta de clase, por favor!

Por último, y no menos importante, es cómo se ha leído y valorado esta sustracción a participar, o ausencia de la Corporación en Filsa, que nos devuelve un buen reflejo de nuestro “malinchismo” inherente. En el mundo del libro, este apego a lo extranjero, menospreciando la producción propia, es pan de cada día, porque ha colonizado las mediaciones públicas del libro: desde la valoración que hacen buena parte de los periodistas y editores de prensa en los esmirriados artículos y críticas literarias, hasta quienes deciden los libros que se compran para bibliotecas escolares del Ministerio de Educación, donde año tras año se denigra la edición local. Por supuesto, esta colonización también ha tocado a muchos autores, quienes ven una consagración el ser editados por una transnacional: luce como una brillantina de éxito globalizado. Por lo demás, claro está, les asegura prensa express, vitrinas en librerías, mayores ventas y entrada al establishment literario y cultural del país. Así las cosas, y por las alarmantes reacciones que se leen en la prensa, pareciera que sin la presencia de estos grandes grupos se hiciera la noche en el mundo editorial chileno y no fuera posible la existencia de una Filsa con otra cultura organizacional. Pero como podemos ver, razones no faltan para intentar comprender este quiebre, más allá de las bellas pero poco consistentes palabras de sus detractores.

Podemos pensar en esta crisis como una oportunidad para abordar de una vez por todas, de manera seria y responsable, qué queremos hacer del mayor evento del libro de Chile. Claro está que nos falta mucho para que Filsa sea una verdadera fiesta de la cultura y del libro –como lo son, en formato y aspiraciones más modestas, la Furia del Libro y la Primavera del Libro–; el modelo que hemos conocido, y que se reproduce a sí mismo cada año, lleva tiempo mostrando signos de franco deterioro. Hace años también que se han presentado propuestas, y claro está que hoy se hacen urgentes los cambios de forma y fondo, por lo que es hora de que el protocolo de acuerdo entre las cuatro asociaciones firmado en años anteriores logre dar pasos sustantivos en la construcción de un modelo diferente de gestión participativa, donde Filsa deje de ser fundamentalmente un negocio para sus organizadores.

Bienvenidos los que desean sumarse a la construcción de espacios diversos, inclusivos y participativos, poniendo el interés colectivo como horizonte. En tiempos de luchas feministas hay mucho que aprender; entre otras cosas, que a veces hay que saber callar, lo que significa volver al silencio para reflexionar y desprenderse de las lógicas del dominador. Este ejercicio nos ayudará también a enfrentar de manera diferente los múltiples desafíos del mundo del libro, que van más allá de Filsa, y donde es necesaria la participación de todos para avanzar en la construcción de un ecosistema diverso, con equilibrios básicos, para que el libro recupere su base cultural, educativa y liberadora por sobre el carácter comercial. Chile necesita potenciarse como país creador y productor a nivel intelectual, para no seguir condenados a una economía desigual y de exportador primario: a ello aspira la Política Nacional de la Lectura y el Libro.

"El discurso de que se habla mucho español en Estados Unidos es falso"

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Con firma de March Mazzei, el 12 de agosto pasado apareció en Clarín la siguiente entrevista con el escritor puertorriqueño Eduardo Lalo, que enfrentó al rey de España en el Congreso de la Lengua de Puerto Rico (ver asimismo en este blog, la entrada correspondiente al 29 de marzo de 2016).

Eduardo Lalo, el vengador del idioma castellano

El hombre sale corriendo, arrancándose la corbata. En el camino se encuentra a un amigo y le dice que no puede creer lo que acaba de oír y que debe irse. Sube al auto, es el mediodía, atraviesa la ciudad a toda velocidad, llega a su casa y no abre una ventana, no alimenta al perro, se sienta a la mesa a escribir. El texto se publica al día siguiente en el diario más importante de Puerto Rico y cambia el rumbo del VII Congreso Internacional de la Lengua Española organizado en San Juan de Puerto Rico en 2016.

El hombre convulsionado es Eduardo Lalo, ganador en 2013 del Premio Rómulo Gallegos y lo que escuchó fueron dos cosas. Primero, al entonces Director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, decir en la inauguración que por primera vez el congreso se realizaba fuera de Hispanoamérica. Y en el discurso que le seguía, al Rey Felipe VI encantado de haber regresado a los Estados Unidos. “Puerto Rico no es parte de Estados Unidos sino un territorio invadido”, respondió en el artículo Actos de barbarieLacolumna dio vuelta al mundo y está publicada en Intervenciones (Corregidor), el nuevo libro de Lalo, que fue uno de los invitados centrales a la 7ª Feria de Editores, que se realizó el fin de semana en Centro Cultural Konex. El sábado a la tarde, Lalo participó de una entrevista pública junto a Claudia Piñero. Además de esta recopilación de conferencias, cartas abiertas y alegatos producidos en los últimos años, Lalo presentó en Buenos Aires su nueva novela: Historia de Yuké, donde imagina la reacción de los pobladores americanos a la llegada de los conquistadores. Con formas diferentes y una elocuencia inusitada, Lalo aborda lo que él llama "la cuestión caribeña". Una herida fundacional que sigue sangrando en toda América. “La Conquista no termina nunca”, sostiene.

–¿Qué efectos reales tuvo aquel artículo?
–Alteró la estructura del Congreso, porque al final cambió el lenguaje y hubo una petición de disculpas. Porque Puerto Rico es una tierra conquistada, una colonia. Pero aún en el caso improbable de que Puerto Rico fuera un estado de Estados Unidos sería una provincia latinoamericana.

–A la distancia, ¿qué cree que motivó a los españoles?
​–Hay una agenda, política y económica. Es una actividad para, como dirían ellos, publicitar la marca España en el mundo. Vieron la oportunidad de multiplicar los institutos Cervantes y entrar al mercado estadounidense. “Mira, lo estamos haciendo aquí”. Pero eso no va a pasar. El discurso de que se habla mucho español en Estados Unidos es falso. Porque es un español de inmigrantes de primera generación que ni saben inglés. Y sus hijos si van a la escuela no saben escribir en español, no lo leen y muchos no lo hablan.

–¿Y qué hay de los hispanos?
–No hay quienes se asuman como hispanos. Son naciones inexistentes. Es una identidad construida desde la perspectiva de Estados Unidos para decir "tú eres un otro". Hispanic no es una traducción de hispano, se referían a la primera gran masa de inmigrantes que hablaban español. Es tal la ignorancia que no pueden ubicar un país de América, entonces hacen un cesto donde ponen todo. El español no se va a preservar. Esa gente no va a ir en su vida a un Instituto Cervantes porque haya inmigrantes. Hoy el interés está en la cultura latinoamericana. En los programas de grandes universidades no se enseña literatura española sino latinoamericana. Y eso se debe a que la literatura española moderna tiene muy poca trascendencia.

–Habla de Puerto Rico como una colonia y en Historia de Yuké retoma esa idea recurrente. ¿Cuál es la forma que toma?
–Es un libro que puede desorientar a los lectores porque es otro tono, como inesperado. Está dedicado a mis hijos, que siempre me pedían historias. Una, la del Capitán Frío, les impactó mucho y me pidieron que la escribiera. Pero al divorciarme perdí el manuscrito. Ellos siguieron insistiendo y hace tres años redacté la primera oración: “El bosque de El Yunque es muy antiguo, mucho más de lo imaginado”. Entonces me propuse hacer historia de la montaña, desde el origen hasta la Conquista. Como todo caos de improvisación, esperando algo que aparece.

–¿Hizo una investigación en busca de realismo?
–Ninguna investigación, ya había leído mucho. No quería reproducir lo que ya se conoce sino quería ficcionalizar lo que debió haber sido. Era como una especie de antropólogo amateur. Pretendo contar la Conquista pero desde el punto de vista de la memoria que no registró la historia. Tuve que inventar su perspectiva, porque, ¿qué era un español para un un originario de esas tierras? Claro, "español" no significa nada. No tiene referente. Para él estaba su pueblo, su región, su tribu, y viene de tierra adentro, lo capturan, lo llevan a la costa, lo meten en un barco, aparece en otro sitio. Él no vio adonde fue, cuando era libre vivía en una cultura civilizada incluso. Por eso el grado de estupor, de incomunicación que debe haber vivido es lo que trato de rescatar.

–Todo tiene un grado de brutalidad...
–También es una reivindicación a esos pueblos que son los que más han sufrido. Siempre digo que el Caribe fue el laboratorio de América. Cuando llegaron Cortés y Pizarro ya sabían lo que tenían que hacer. Estuvieron treinta años ensayando con las enfermedades, la intimidación. Esto que hace el Capitán Frío, que le corta la nariz y las orejas a alguien y lo deja en la playa es lo que hacían los conquistadores. Ni falta que hizo que te dijeran "¿quieres ser mi esclavo?". Es el acto de violencia de entrada, para preparar el terreno.

–¿Se ven hoy marcas de esta violencia?
–Yo creo que la conquista no termina nunca. Que claramente se cristaliza de generación en generación. Sobre el debate del aborto en la Argentina, decía que el aborto no es legal porque la Conquista ubicó a la mujer en un lugar en que no tienen derecho sobre su cuerpo. Eso es producto de la Conquista, eso es esclavitud, es la servidumbre. Es otro aspecto de una política sobre los cuerpos.

–¿Puede revertir algo la llamada revolución de las mujeres, aunque sea por inesperada?
–Es una señal muy positiva. Estuve en la Plaza del Congreso el miércoles y ver a mujeres gritando, coreando sus consignas feministas... eso es nunca visto. Están tomando el protagonismo, y hay varones dándole ese protagonismo a la mujer. Ahora, tendría que ser la liberación o la revolución de muchísimas otras cosas. Una sociedad como la argentina, ¿qué lugar les da a los indígenas?, ¿dónde los ha metido? Aquí cualquiera te va a hablar de que en la Argentina no hay negros. Y están ahí. ¿Dónde ves a las sexualidades alternas y a los pobres?, ¿cómo los haces también a ellos protagonistas del país?


Tres encuentros alrededor de Gustave Flaubert

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 “Flaubert, primer escritor contemporáneo"

La Alianza Francesa de Buenos Aires, el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires y la Cátedra de Literatura Francesa de la FFyL, UCA, tienen el placer de invitar a los encuentros en torno de  “Flaubert, primer escritor contemporáneo”, que tendrán lugar el martes 4, miércoles 5 y jueves 6 de septiembre, en la Alianza Francesa (Sede central, Biblioteca 2° Piso).

El título alrededor del que se estructura este ciclo alude al cambio cualitativo que, a partir de Gustave Flaubert, se registró en el arte de narrar: por un lado, un vuelta de tuerca para la consigna del Romanticismo que equiparaba vida y obra; por otro, el surgimiento de una multiplicidad de narradores quienes, con sus respectivos puntos de vista, aportaron un nuevo horizonte a la novela y al cuento. Las diversas mesas, lecturas y conferencias de estos tres días se proponen explorar estos aspectos y señalar cómo, gracias a Madame Bovary, La educación sentimental o los Tres cuentos, se proyectaron en la narrativa mundial. Con la presencia del gran especialista en la obra de Flaubert,  Pierre-Marc de Biasi.


Martes 4 de septiembre | Biblioteca, 2do piso|
18.30hs.: “Traducir Flaubert”
Abordaje de vicisitudes y estrategias a la hora de encarar la traducción. Adaptación de su estética particular. Características propias de la lengua receptora

Panelistas : Matías Battiston y Jorge Fondebrider | modera: Magdalena Cámpora

19.20 hs: « Flaubert et l'invention du roman contemporain »
 Con traducción consecutiva.
 ALGUNAS LINEAS

Autor invitado: Pierre-Marc de Biasi  | modera: Jorge Fondebrider

Miércoles 5 de septiembre | Biblioteca, 2do piso|
19 hs.: Presentación de la reciente edición deTres cuentos, de Gustave Flaubert, publicada por Eterna Cadencia.

Lectura bilingüe con Anne Gauthay: “Un cœur simple” / “Un corazón sencillo”.

Jueves 6 de septiembre | Biblioteca, 2do piso |
18.30 hs.: “Flaubert y la novela”
Panelistas: Luis Chitarroni y Carlos Gamerro  |modera: Jorge Fondebrider


19.20 hs.: « La biographie de Flaubert. Qu'est-ce qu'une vie d'écrivain? Comment parler d'un auteur qui se voulait "impersonnel" » Con traducción simultánea.
Autor invitado: Pierre-Marc de Biasi  | modera: Magdalena Cámpora y Jorge Luis Caputo


Panelistas

Pierre-Marc de Biasi
Antiguo alumno de la Escuela normal superior de Saint-Cloud, profesor, director del ITEM (Institut des Textes et modernesManuscrits) en el CNRS, Pierre-Marc de Biasi es especialista en crítica genética de la obra de Flaubert. Como tal, ha publicado varios ensayos y numerosas ediciones de las obras y manuscritos de este escritor; entre otros,Troiscontes, L’Education sentimental, Bouvard et Pécuchet, Carnets de travail,Voyage en Egypte, etc.). En 2009, publicó la biografía Gustave Flaubert: une manièrespéciale de vivrechez que ganó en 2010 el Premio de la Crítica de la Academia Francesa y el Premio Le Point Biografía. Experto en la historia del papel, ha expuesto asimismo como artista su obra en más cincuenta exposiciones en Francia y en el extranjero.

Matías Battistón es traductor y docente de traducción literaria en la Universidad de Belgrano, y ha dado seminarios de traducción en la Maestría en Traducción Literaria en Trinity CollegeDublin. Ha traducido, entre otros, a John Cage, Marcel Proust, Oscar Wilde, James Joyce, Édouard Levé, Gustave Flaubert y Ed Wood. Actualmente trabaja en una nueva traducción de la trilogía de Samuel Beckett al castellano, así como en textos de Jean-Luc Godard y Roland Barthes.

Magdalena Cámpora es profesora titular de Literatura Francesa en la Universidad Católica Argentina y en la Universidad del Salvador. Es Doctora en Literatura Comparada por la Universidad Paris-Sorbonne e investigadora del CONICET, donde actualmente estudia las transformaciones editoriales y los usos ideológicos de la literatura francesa (s. XVI - XIX) en la Argentina del siglo XX. Esco-editora del volumenBorges-Francia.Ha editado y traducido la Correspondencia entre los poetas René Char y Raúl Gustavo Aguirre y prepara una traducción de Rojo y Negro de Stendhal.

Jorge Caputo es licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires y doctorando en Literatura por la misma universidad. Su tesis está dedicada al estudio de las experiencias y representaciones del tiempo en la obra de Gustave Flaubert. Ha participado en la redacción del Dictionnaire Flaubert, editado por Honoré Champion bajo la dirección de GisèleSéginger. Se desempeña además como traductor (ha traducido, entre otros, a Jacques Rancière, David Banon y Alain Badiou) y como profesor en la Universidad Católica Argentina y la Universidad del Salvador.

Luis Chitarroni es novelista, ensayista y editor. Durante más de veinte años se desempeñó en ese puesto en la Editorial Sudaméricana y actualmente es director editorial de La Bestia Equilátera, sello por el cual fue designado por un jurado de colegas como "Editor del Año". Entre otros títulos, publicó SiluetasEl CarapálidaPeripecias del no y Mil tazas de té.

Jorge Fondebrider  es poeta, ensayista, traductor y periodista cultural. Sus obra poética fue publicada como La extraña trayectoria de la luz. Poemas reunidos 1983-2013. Ha compilado el volumen Conversaciones con la poesía argentina, La Buenos Aires ajena. La ciudad vista por los viajeros extranjeros. 1536-1999,Versiones de la Patagonia. 1536-1900,Historia de los hombres lobo y La París de los argentinos. Editó la Obra poéticade César Fernández Moreno y la Poesía completa de Joaquín O. Giannuzzi. Como traductor ha publicadoPoesía francesa contemporánea. 1940-1997, Poesía irlandesa contemporánea, diversos volúmenes de Henri Deluy, Yves Di Manno,Peter Sirr,  Richard Gwyn, Moya Cannon, etc. Ha traducido asimismo, entre otras autores, a Gustave Flaubert, Georges Perec, Bernard-Marie Koltès, Paul Virilio, Claire Keegan, Patricia Highsmith, Richard Gwyn, Owen Martell y Jack London.  En 2009, con Julia Benseñor, creó el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires, actualmente en actividad.

Carlos Gamerro es narrador, ensayista, traductor y guionista de cine. Licenciado en Letras por la Universidadde Buenos Aires, se desempeñó allí como docente hasta 2002. Es uno de los mayores especialistas latinoamericanos en la obra de William Shakespeare y James Joyce. Sus títulos de ficción publicados incluyen las novelas Las Islas (1998), El sueño del señor juez (2000), El secreto y las voces (2002), La aventura de los bustos de Eva (2004), Un yuppie en la columna del Che Guevara (2010), Cardenio (2016) y los cuentos de El libro de los afectos raros (2005). Ha publicado también El nacimiento de la literatura argentina y otros ensayos (2006), Ulises. Claves de lectura (2009), Ficciones barrocas (2011), Facundo o Martín Fierro: los libros que inventaron la Argentina (2015)  y Borges y los clásicos(2016). Ha traducido, entre otros, a William Shakespeare, W. H. Auden, Graham Greene y Harold Bloom.

Anne Gauthey es actriz, narradora y poeta. Diplomada en la educación popular con la especialidad escritura-lectura-oralidad, en 2012 creó Milena Paris un proyecto literario escrito y oral que relaciona la edición con la creación artística.. En 2014 crea la colección Extremocontemporaneo dedicada a los autores francófonos, como Annie Ernaux, François Bon y Lori Saint Martin. En 2016 edita a Pablo Nemirovsky traducido al francés con el editor Renaud Bouk.


El SPET en agosto con G. Fraser y V. Unamuno

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En el próximo encuentro, que tendrá lugar el miércoles 29 de agosto a las 18:30 en el Salón de Conferencias del IES en Lenguas Vivas “Juan R. Fernández” (Carlos Pellegrini 1515), las invitadas Georgina Fraser y Virginia Unamuno, quienes expondrán sobre el tema “La investigación en co-labor en traducción. El caso de Chaco”, en el marco del ciclo “La traducción entre la traductología y otras disciplinas”. 
Georgina Fraser es Traductora Técnico-Científica y Literaria en Francés por el IESLV “Juan Ramón Fernández”, donde se desempeña como docente de Traducción Técnica II, Científica II y Elementos de Terminología. Traduce para el ámbito editorial y periodístico. Actualmente cursa la Maestría en Gestión de Lenguas en la Universidad de Tres de Febrero y es investigadora en formación en el Centro de Estudios del Lenguaje en Sociedad de la Universidad de San Martín. Investiga sobre la formación y los roles de los intérpretes en lenguas indígenas para el ámbito judicial en la Provincia de Chaco.
Virginia Unamuno es sociolingüista. Doctora en Filología, actualmente trabaja como investigadora independiente del CONICET en el CELES-UNSAM. Es docente de Sociolingüística en el Profesorado en Letras (UNSAM) y de la Maestría en Gestión de Lenguas (UNTREF). Especialista en los estudios del multilingüismo, actualmente estudia los usos de las lenguas indígenas desde perspectivas plurilingües en la Provincia de Chaco y en el área Metropolitana. También lleva a cabo diversos proyectos sobre educación bilingüe e indígena en el marco de investigaciones en co-labor con docentes y comunidades indígenas. Entre sus publicaciones se destacan los libros Lenguas, escuela y diversidad sociocultural: hacia una educación lingüística crítica (Graó) y Lenguaje y Educación (Ed. Unqui), así como diversos artículos publicados en revistas especializadas.
Lectura sugerida
Xochitl Leyva: “¿Academia versus activismo? Repensarnos desde y para la práctica teórico-política”. En: Leyva, Xochitl / Rosalva Hernández / Jorge Alonso et al.: Conocimiento y prácticas políticas: reflexiones desde nuestras prácticas de conocimiento situado. Chiapas, Ciudad de México, Ciudad de Guatemala y Lima: CIESAS, UNICACH, PDTG-UNMSM, 2011, pp. 591-628.
Quienes confirmen su asistencia recibirán por correo electrónico el material de lectura sugerida para este encuentro.
Para solicitar un certificado de asistencia, por favor no olvidarse de firmar después de la reunión en la lista disponible en Cooperadora.

Antes the "shitholes" hubo "pussies"

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No por viejo, el siguiente artículo de Marina Velasco, publicado en Huffington Postdel 20 de enero de este año, deja de ser divertido. En él se trata la lucha diaria de corresponsales y traductores para que las palabras de Donald Trump tengan sentido en sus respectivos idiomas.

El suplicio de traducir a Trump

Hagan una prueba. Vayan al buscador Google y escriban “translate Trump“ [traducir Trump]. En 0,28 segundos aparecerán 18.000.000 resultados. El primero redirige a la cuenta de Twitter @TranslateRealDT que, según su descripción, traduce a inglés estándar los tuits del presidente de los Estados Unidos. Los siguientes resultados hablan, en su mayoría, de la dificultad de los medios para traducir la recién inaugurada expresión de Donald Trump ”shithole countries“.

Este sábado 20 de enero se cumple un año de la investidura de Trump como 45º presidente de los Estados Unidos, pero el pasado jueves 11 el mandatario marcó unos de sus grandes hitos. Donald Trump hizo estallar otra una guerra lingüística (y no sólo lingüística) al describir a El Salvador, Haití y varios países de África como “shithole countries“. Para empezar, los periodistas se preguntaban cómo debían escribir “shithole” [literalmente, agujero de mierda]: si junto, separado o con guión. Luego, la labor recaía sobre los traductores (o, en su defecto, sobre los corresponsales).

Pays de merde“ [países de mierda] fue lo que tradujo la agencia AFP, omitiendo el término “hole” [agujero]. Y lo mismo hizo en español la agencia EFE, que finalmente optó por “países de mierda”, no sin antes debatirlo mucho. Así lo contó en Twitter Álex Segura, corresponsal de EFE en Washington:“‘Países de mierda’, ‘pocilgas’, ‘países mierderos’, ‘países inmundos’, ‘países de agujero de mierda’... Este es el debate en la redacción de EFE en Washington sobre cómo traducir la perla del día de Trump: ‘#shithole countries’”.

El propio Segura reconoce que “traducir al presidente Trump es, en muchas ocasiones, un dolor de cabeza”. “En esta ocasión, supuestamente utilizó un término (shithole countries) que ningún otro mandatario en el mundo hubiera pronunciado para referirse a otros países en una reunión con miembros de otro partido en la sala. Cuando el The Washington Post lo reportó, en la delegación de EFE en Washington estalló el debate. ¿Deberíamos hacer una traducción totalmente literal (‘países de agujero de mierda’); aflojar un poco la intensidad de lo que dijo (‘pocilgas, países inmundos’); o usar términos parecidos (‘países de mierda, países mierderos’)? Tras pocos minutos de debate –teníamos que sacar una nota lo antes posible–, nos decantamos por la más literal”, cuenta a El HuffPost

Más pintoresca fue la versión que ofreció un medio croata, que tradujo shithole como vukojebina, lo que, al parecer, significa “donde los lobos fornican“ (aunque, según Associated Press, también es una forma coloquial de llamar en serbocroata a lugares muy lejanos de la civilización).

Y también pasaron un mal rato los periodistas de países asiáticos, donde no está bien visto usar términos vulgares, y menos ponerlos en boca de un presidente. De acuerdo con Quartz, en China y Japón se tradujo, respectivamente, por “países que apestan” (“Lan guo”) y “países sucios como inodoros” (“Benjo no yō ni kitanai kuni”). Pero quizás la traducción más curiosa fue la que se usó en Taiwán, donde shithole countries pasó a ser “Niao bu sheng dan de guo jia“, literalmente “países donde los pájaros no ponen huevos“.

ANTES DE SHITHOLES HUBO PUSSIES

En cualquier caso, la expresión “shithole countries” no es la única que ha traído de cabeza a traductores, intérpretes y periodistas que cubren la información del presidente. En el famosísimo vídeo en el que Trump hablaba de “agarrar por el coño” a las mujeres (“grab them by the pussy“), muchos medios matizaron ese “pussy” (que, por cierto, el Washington Post transcribió como “p---y”). Álex Segura recuerda que en ese caso en EFE “hubo un debate parecido y se optó finalmente por usar ‘coño’, la opción más literal, aunque medios chinos lo tradujeron como ‘partes íntimas”.

Para Dori Toribio, corresponsal en Washington de Noticias Cuatro e Informativos Telecinco, el mayor problema no es la traducción en sí, “porque el presidente Trump usa un vocabulario muy limitado en inglés y repite frecuentemente las mismas palabras, bastante sencillas: ‘bad’, ‘sad’, ‘beautiful’, ‘big’... Además de los motes que usa para dirigirse a ciertas personas, como ‘rocket man’ con Kim Jong-un; o ‘sloppy Steve’ para Steve Bannon“. Las dudas surgen cuando se plantean si deben modificar y corregir “lo que dice el presidente, que en algunas ocasiones contiene incorrecciones gramaticales, incoherencias o son palabras tan elementales que no necesariamente aportan algo desde el punto de vista informativo”. Al final, suelen optar por “parafrasear en lugar de repetir literalmente”, cuenta.

Marta del Vado, corresponsal de Cadena SER en Washington, alude a lo mismo: “ideas poco elaboradas” y “lenguaje vulgar, agresivo, incluso despectivo” por parte del presidente. “Por ejemplo, habitualmente se refiere a Hillary Clinton como ‘crooked Hillary’, que se podría traducir como ‘deshonesta’ o ‘corrupta’, a Bernie Sanders le ha llamado ‘comunista’ y aquí, en Estados Unidos, tiene una connotación peyorativa. Y hasta llamó ‘Pocahontas’ a la senadora demócrata Elizabeth Warren, mofándose de los orígenes nativoamericanos que Warren dice tener; lo más insultante es que lo hizo en mitad de un homenaje a veteranos Navajo que participaron en la Segunda Guerra Mundial”, recuerda.

Para ella, “el principal desafío no es tanto encontrar una traducción literal de lo que Trump dice, sino darle el mismo sentido que él le está dando”. “Lo importante es poder reflejar la intención y el tono con el que utiliza estas expresiones; que el oyente perciba el mismo mensaje que recibe el oyente en la versión original”, sostiene.

Álex Segura coincide con el análisis de sus colegas (“además de utilizar palabras vulgares y/o polémicas, sus discursos o declaraciones carecen de coherencia habitualmente”) y también menciona el dilema informativo que les plantea Trump: “Tuitea cada día varias veces, muchas de ellas usando mayúsculas o en tono agresivo. Y como es el presidente, se tiene que dar cobertura”.

Este periodista entiende el lenguaje de Donald Trump como una señal más del giro que han dado en un año la política y la diplomacia en el que hasta ahora se ha considerado el país más poderoso de Occidente. “Trump ha redefinido la presidencia de Estados Unidos en muchos sentidos, y uno de ellos es su lenguaje”, zanja.

“Dos premios nacionales de poesía hablan de las traducciones que influyeron en sus obras

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Los poetas Jorge Aulicio y Darío Jaramillo, autores de muchos libros, son, antes que nada, grandes lectores. Y buena parte de sus muchas lecturas fueron, justamente, traducciones. Por eso el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires los reunió para charlar sobre los libros traducidos que más importancia han tenido en su formación y en su trabajo, las razones de ello y la manera en que esas traducciones se han filtrado en lo que ellos mismos escribieron.

Próximamente, acá podrá verse el video de esa charla


Jorge Aulicino (Buenos Aires, 1949), publicó los libros de poemas Vuelo bajoPoeta antiguoLa caída de los cuerposPaisaje con autorMagnificat, Hombres en un restauranteAlmas en movimientoLa línea del coyoteLas VegasLa luz checoslovacaLa nadaHostiasMáquina de faroCierta dureza en la sintaxisLibro del engaño y del desengañoEl camino imperial y Corredores en el parque. Último Premio Nacional de Poesía en la Argentina, periodista cultural y, por varios años, director de la revista Ñ, es también traductor. Entre sus últimos trabajos deben mencionarse una nueva versión de la Divina Comedia, de Dante Alighieri y sendas antologías de los poetas italianos Cesare Pavese, Pier Paolo Pasolini y Antonella Annedda.

Darío Jaramillo (Santa Rosa de Ossos, Antioquia, 1947) es, además de novelista y ensayista, uno de los más importantes poetas colombianos de la actualidad. Último Premio Nacional de Poesía de su país, su obra poética incluye HistoriasTratado de retóricaPoemas de amor: (1976-1983)Del ojo a la lenguaCantar por cantarGatosCuadernos de músicaSolo el azar, y El cuerpo y otra cosa, además de las antologías 77 poemasAntología poéticaCuánto silencio debajo de esta lunaRazones del ausente127 poemasAunque es de nocheLibros de poemas : Cantar por cantar, Del ojo a la lengua, Los poemas de Esteban, Poemas de amor, Tratado de retórica, Historias. 1974-2001Del amor, del olvido: antología temática y Treinta y dos poemas: una antologíaComo editor ha publicado Antología de lecturas amenasPoemáquinas: antología de iniciación a la poesíaAntología de crónica latinoamericana actualDel marqués a la monja. Antología del soneto clásico en castellano. Su última novela a la fecha es Historia de Simona y su último ensayo, el monumental Poesía en la canción popular latinoamericana.

Sobre los "Cuatro cuartetos" de T. S. Eliot, en vesión de José Emilio Pacheco

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El 1 de agosto de este año, en la revista Letras Libres, de México, Jorge Ortega firmaba el siguiente artículo, a propósito de la traducción del poeta José Emilio Pacheco de los Cuatro cuartetos, de T. S. Eliot, que, un año antes, fue publicado en coedición por Ediciones Era y El Colegio Nacional, de México. (Ver, a manera de complemento, el comentario a la versión anterior del mismo  traductor, mencionada por Ortega, que se publicó en este blog, en la entrada del 14 de febrero de 2014)

La silenciosa proeza

En un artículo de 1987 incluido luego en Al paso y que aborda el discreto aporte de Enrique Munguía, el primer traductor de T. S. Eliot en nuestra lengua, Octavio Paz juzgaba de ejemplar la versión que José Emilio Pacheco acometía de los Cuatro cuartetos, pieza suprema del hijo predilecto, aunque tránsfuga, de San Luis, Misuri. Pacheco había ido compartiendo por entregas su traducción de ese poema que hasta 1989 hace íntegramente pública, con el apoyo de El Colegio Nacional, en la serie Cuadernos de la Gaceta auspiciada por el Fondo de Cultura Económica. La versión que ahora recoge Ediciones Era no solo permite encontrar diferencias en el texto de 1989, sino que confirma la aguda exigencia del traductor para obtener una versión más consumada, y tal vez perfecta, del poema eliotiano, y ratifica el secreto a voces según el cual Pacheco llevaba ya tres décadas y media trabajando en la traducción y glosa de los Four quartets. Su entrañable relación con dicho poema bien puede ser un símil del vínculo regenerativo que Pacheco mantuvo con su propia poesía a través de la revisión y la corrección continuas.

En efecto, la de José Emilio Pacheco es quizá la mejor versión de los Cuatro cuartetos del idioma español. Acompañada de las pesquisas de Lyndall Gordon, Rajendra Verma, Helen Gardner, Hugh Kenner y Carole Seymour-Jones, la respaldan los lustros dedicados al proyecto y la información que fue capaz de reunir y entretejer para disponer de un amplio contexto cultural que facilitara un ejercicio de traducción más confiado en sus medios y, por ende, más libertario. Me refiero, entre variadas cosas, a las licencias que Pacheco adopta para utilizar ciertos giros conversacionales que de otro modo comportarían una sintaxis rígida y poco desahogada. Julio Trujillo ofreció recientemente (La Razón, 7/iv/2018) una muestra con la línea “We shall not cease from exploration”, que si Pacheco tradujo antes como “No cesaremos en la exploración”, la trasladaría después como “No dejaremos nunca de explorar”. Asimismo, Pacheco asume decisiones tan minuciosas como la de situar una conjunción al inicio de un verso en cuyo original no la hay a fin de suavizar el encabalgamiento y evitar la cacofonía. Un ejemplo: “Towards the door we never opened / Into the rose-garden”, que se traduce como “Hacia la puerta que no llegamos nunca a abrir / Y da al jardín de rosas”.

En este sentido, la determinación a mi parecer más visible tomada por José Emilio Pacheco en su versión de los Four quartets radica en las variantes que aplica en algunos bloques de texto, ora pasando doble espacio donde no lo posee el poema de Eliot –generando de esta suerte otro módulo–, ora partiendo el verso en hemistiquios y aumentando por lo mismo, en numerosos casos, la longitud de la estrofa. Así, el pentámetro yámbico de la obertura de la sección “East Coker” transita de los trece renglones a los diecinueve en verso libre de múltiples medidas que patentan la labor de descomposición rítmica que desarrolló el traductor para aclimatar el texto a la dicción castellana. Pacheco se concedió entonces ejecutar cambios de forma o de tipografía, inclinándose desde siempre, en la traducción, como lo quería Haroldo de Campos, por una transcreación, o sea, una pasión trenzada por el gusto de la traslación lingüística y el impulso de la invención verbal. Para José Emilio Pacheco la traducción representa una conquista que desemboca necesariamente en una apropiación.

Así lo prueba la ausencia de la inequívoca advertencia del traductor en el umbral de estos Cuatro cuartetos. Pacheco considera un poema suyo, una empresa de composición personal, su versión de la pieza maestra de Eliot. No precisa justificarse porque un libro de poesía no precisa de justificaciones. Las notas tampoco exponen los motivos sobre la elección de tal o cual procedimiento de índole prosódica. No obstante, José Emilio reproduce fielmente a la vez el repertorio métrico de diversos episodios de los Four quartets, como sucede con el soneto y su correspondiente rima que destapa el segundo fragmento tanto de “Burnt Norton” como de “East Coker” –este último con estrambote–, los quintetos aconsonantados del cuarto pasaje del mencionado “East Coker”, la sextina anómala que luego se desbarata del también segundo fragmento del apartado “The Dry Salvages”, las asonantadas octavas de pie quebrado y, acto seguido, los tercetos –a la manera de la terza rima dantesca– en el segundo movimiento de la sección “Little Gidding”, tramo final de la obra y que T. S. Eliot prefería a los tres que le preceden.

Sin optar por esa traducción que aspira ingenuamente a una imposible literalidad, José Emilio Pacheco se mantiene equidistante al imperativo ético de replicar para el lector hispano los artificios del original y, a la par, aprovechar el margen de reelaboración poética que consiente la disparidad entre el inglés y el español, incorporando modificaciones que a criterio del traductor potenciarían la asunción del poema en un idioma ajeno y una época distinta.

Por otro lado, esta versión de los Cuatro cuartetos resulta doblemente valiosa por su cuerpo de notas, su entrelazada cronología y su bibliografía mínima que despliegan toda una lección de historia, espiritualidad, filosofía, botánica, ornitología, literatura y zoología marina que salta entre la sociedad medieval, el período isabelino y la edad moderna. Pacheco es un clásico iberoamericano que se ocupa de un clásico angloamericano. Ambos coinciden en la universalidad de una visión humanista del mundo atraída por verdades imperecederas, pero arraigada en un lugar y una hora concretos: “Now and in England”, escribe T. S. Eliot en “Little Gidding”. Esa universalidad los une y honra mutuamente en torno a un semejante perfil poético e intelectual, estético y moral. Los Cuatro cuartetos de Pacheco no son una edición crítica sino una traducción anotada; sin embargo, las acotaciones que aporta el autor de Las batallas en el desierto favorecen un discernimiento más fructífero del poema eliotiano y constituyen un excepcional simulacro de filología que un poeta mayor le rinde a otro poeta mayor, una tarea comparable, en nuestro presente, a las Anotaciones de Fernando de Herrera a la poesía de Garcilaso estampadas en el lejano año de 1580.

Poema o ensamble de poemas de los cuatro puntos cardinales, los Cuatro cuartetos son un destino primordial en la trayectoria literaria y vital de Eliot. El vínculo geográfico de los cuadrantes de “Burnt Norton”, “East Coker”, “The Dry Salvages” y “Little Gidding” sugiere la cruz identitaria de un poeta que trasciende el laberinto de la fatalidad para remontarse a la fuente del origen, el manantial de los ancestros, en el que anida su axis mundi y concilia los vértices de la dispersión. Es el aspa de cuatro brazos que halló y abrazó Eliot en su conversión de 1927 y que a partir de 1934, cuando empieza la redacción de los Four quartets tras el impacto que le produce una visita a Burnt Norton, lo conducirá a procurar con fervor el legado del místico Juan de Yepes, cuya Subida del monte Carmelo –traducido magistralmente al inglés por el hispanista Edgar Allison Peers– tendrá no solo un eco sino una sustanciosa paráfrasis en el tercer fragmento de “East Coker”. Sin sospecharlo, T. S. Eliot pagaba su tributo a una tradición poética –la de Berceo, Cervantes y Quevedo– que decenios más tarde le devolvería ese gesto, ese conmovedor homenaje, en la espléndida traducción de José Emilio Pacheco hecha para México e Hispanoamérica.

Tres encuentros alrededor de Gustave Flaubert

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 “Flaubert, primer escritor contemporáneo"

La Alianza Francesa de Buenos Aires, el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires y la Cátedra de Literatura Francesa de la FFyL, UCA, tienen el placer de invitar a los encuentros en torno de  “Flaubert, primer escritor contemporáneo”, que tendrán lugar el martes 4, miércoles 5 y jueves 6 de septiembre, en la Alianza Francesa (Sede central, Biblioteca 2° Piso).

El título alrededor del que se estructura este ciclo alude al cambio cualitativo que, a partir de Gustave Flaubert, se registró en el arte de narrar: por un lado, un vuelta de tuerca para la consigna del Romanticismo que equiparaba vida y obra; por otro, el surgimiento de una multiplicidad de narradores quienes, con sus respectivos puntos de vista, aportaron un nuevo horizonte a la novela y al cuento. Las diversas mesas, lecturas y conferencias de estos tres días se proponen explorar estos aspectos y señalar cómo, gracias a Madame BovaryLa educación sentimental o los Tres cuentos, se proyectaron en la narrativa mundial. Con la presencia del gran especialista en la obra de Flaubert,  Pierre-Marc de Biasi.


Martes 4 de septiembre | Biblioteca, 2do piso|
18.30hs.: “Traducir Flaubert”
Abordaje de vicisitudes y estrategias a la hora de encarar la traducción. Adaptación de su estética particular. Características propias de la lengua receptora

Panelistas : Matías Battiston y Jorge Fondebrider | modera: Magdalena Cámpora

19.20 hs: « Flaubert et l'invention du roman contemporain »
 Con traducción consecutiva.
 ALGUNAS LINEAS

Autor invitado: Pierre-Marc de Biasi  | modera:Jorge Fondebrider

Miércoles 5 de septiembre | Biblioteca, 2do piso|
19 hs.: Presentación de la reciente edición de Tres cuentosde Gustave Flaubert, publicada por Eterna Cadencia.

Lectura bilingüe con Anne Gauthey: “Un cœur simple” / “Un corazón sencillo”.

Jueves 6 de septiembre | Biblioteca, 2do piso |
18.30 hs.: “Flaubert y la novela”
Panelistas: Luis Chitarroni y Carlos Gamerro  |modera: Jorge Fondebrider


19.20 hs.: « La biographie de Flaubert. Qu'est-ce qu'une vie d'écrivain? Comment parler d'un auteur qui se voulait "impersonnel" » Con traducción simultánea.
Autor invitado: Pierre-Marc de Biasi  | modera:Magdalena Cámpora y Jorge Luis Caputo


Panelistas

Pierre-Marc de Biasi
Antiguo alumno de la Escuela normal superior de Saint-Cloud, profesor, director del ITEM (Institut des Textes et modernesManuscrits) en el CNRS, Pierre-Marc de Biasi es especialista en crítica genética de la obra de Flaubert. Como tal, ha publicado varios ensayos y numerosas ediciones de las obras y manuscritos de este escritor; entre otros,TroiscontesL’Education sentimental,Bouvard et PécuchetCarnets de travail,Voyage en Egypte, etc.). En 2009, publicó la biografíaGustave Flaubert: une manièrespéciale de vivrechez que ganó en 2010 el Premio de la Crítica de la Academia Francesa y el Premio Le Point Biografía. Experto en la historia del papel, ha expuesto asimismo como artista su obra en más cincuenta exposiciones en Francia y en el extranjero.

Matías Battistón es traductor y docente de traducción literaria en la Universidad de Belgrano, y ha dado seminarios de traducción en la Maestría en Traducción Literaria en Trinity CollegeDublin. Ha traducido, entre otros, a John Cage, Marcel Proust, Oscar Wilde, James Joyce, Édouard Levé, Gustave Flaubert y Ed Wood. Actualmente trabaja en una nueva traducción de la trilogía de Samuel Beckett al castellano, así como en textos de Jean-Luc Godard y Roland Barthes.

Magdalena Cámpora es profesora titular de Literatura Francesa en la Universidad Católica Argentina y en la Universidad del Salvador. Es Doctora en Literatura Comparada por la Universidad Paris-Sorbonne e investigadora del CONICET, donde actualmente estudia las transformaciones editoriales y los usos ideológicos de la literatura francesa (s. XVI - XIX) en la Argentina del siglo XX. Esco-editora del volumenBorges-Francia.Ha editado y traducido laCorrespondencia entre los poetas René Char y Raúl Gustavo Aguirre y prepara una traducción de Rojo y Negro de Stendhal.

Jorge Caputo es licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires y doctorando en Literatura por la misma universidad. Su tesis está dedicada al estudio de las experiencias y representaciones del tiempo en la obra de Gustave Flaubert. Ha participado en la redacción del Dictionnaire Flaubert, editado por Honoré Champion bajo la dirección de GisèleSéginger. Se desempeña además como traductor (ha traducido, entre otros, a Jacques Rancière, David Banon y Alain Badiou) y como profesor en la Universidad Católica Argentina y la Universidad del Salvador.

Luis Chitarroni es novelista, ensayista y editor. Durante más de veinte años se desempeñó en ese puesto en la Editorial Sudaméricana y actualmente es director editorial de La Bestia Equilátera, sello por el cual fue designado por un jurado de colegas como "Editor del Año". Entre otros títulos, publicó SiluetasEl CarapálidaPeripecias del no y Mil tazas de té.

Jorge Fondebrider  es poeta, ensayista, traductor y periodista cultural. Sus obra poética fue publicada como La extraña trayectoria de la luz. Poemas reunidos 1983-2013. Ha compilado el volumen Conversaciones con la poesía argentina,La Buenos Aires ajena. La ciudad vista por los viajeros extranjeros. 1536-1999,Versiones de la Patagonia. 1536-1900,Historia de los hombres lobo y La París de los argentinos. Editó la Obra poética de César Fernández Moreno y la Poesía completa de Joaquín O. Giannuzzi. Como traductor ha publicadoPoesía francesa contemporánea.1940-1997Poesía irlandesa contemporánea, diversos volúmenes de Henri Deluy, Yves Di Manno,Peter Sirr,  Richard Gwyn, Moya Cannon, etc. Ha traducido asimismo, entre otras autores, a Gustave Flaubert, Georges Perec, Bernard-Marie Koltès, Paul Virilio, Claire Keegan, Patricia Highsmith, Richard Gwyn, Owen Martell y Jack London.  En 2009, con Julia Benseñor, creó elClub de Traductores Literarios de Buenos Aires, actualmente en actividad.

Carlos Gamerro es narrador, ensayista, traductor y guionista de cine. Licenciado en Letras por la Universidadde Buenos Aires, se desempeñó allí como docente hasta 2002. Es uno de los mayores especialistas latinoamericanos en la obra de William Shakespeare y James Joyce. Sus títulos de ficción publicados incluyen las novelas Las Islas (1998), El sueño del señor juez (2000), El secreto y las voces (2002), La aventura de los bustos de Eva (2004), Un yuppie en la columna del Che Guevara (2010), Cardenio (2016) y los cuentos de El libro de los afectos raros (2005). Ha publicado también El nacimiento de la literatura argentina y otros ensayos (2006), Ulises. Claves de lectura (2009), Ficciones barrocas (2011),Facundo o Martín Fierro: los libros que inventaron la Argentina (2015)  y Borges y los clásicos (2016). Ha traducido, entre otros, a William Shakespeare, W. H. Auden, Graham Greene y Harold Bloom.

Anne Gauthey es actriz, narradora y poeta. Diplomada en la educación popular con la especialidad escritura-lectura-oralidad, en 2012 creó Milena Paris un proyecto literario escrito y oral que relaciona la edición con la creación artística.. En 2014 crea la colección Extremocontemporaneo dedicada a los autores francófonos, como Annie Ernaux, François Bon y Lori Saint Martin. En 2016 edita a Pablo Nemirovsky traducido al francés con el editor Renaud Bouk.

Por más que Avogadro haga chistes, el Ministerio de Cultura que él dirige lo hizo de nuevo

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En 2016,  el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.A.B.A.) quiso homenajear a Jorge Luis Borges... pero le salió mal. En esa oportunidad, en la Línea C del subterráneo de la ciudad, hubo un mural que le atribuyó una cita que no era de él. Aparentemente, según un artículo del 24 de junio de ese mismo año, publicado en el diario Clarín, hubo algo así como una catarata de memes en la web, llenos de falsas atribuciones, como la que ilustra esta entrada. Ahora, dos años después, el fenómeno se vuelve a repetir, y Clarín, del 24 de agosto pasado, lo vuelve a registrar, sólo que esta vez tiene mayor difusión ya que, por el Día del Lector, apareció en las cuentas oficiales otra frase apócrifa del célebre escritor argentino. El problema, aparentemente de difícil solución para el Ministerio de Cultura de la Ciudad, se resolvería si, en lugar de licenciados en administración de empresas o marketing, o simplemente de sobrinas con inquietudes de funcionarios de otras áreas, en esa repartición también hubiera gente de letras o, para no complicar tanto las cosas, simples lectores.

Citar a Borges otra vez fue un problema
para el gobierno porteño

“He buscado el sosiego en todas partes y solo lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos”. El pensamiento, original de Tomás de Kempis –un canónigo agustino del siglo XV– fue atribuido a Jorge Luis Borges y difundido este viernes en las cuentas oficiales. 

El mensaje circuló con motivo de una nueva celebración de “El Día del Lector”, coincidente con el 119° aniversario del nacimiento del escritor, y provocó diversas reacciones en las redes sociales. Incluso, la del propio Ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, quien agregó un emoji, a modo de broma. Para entonces, ya muchos lectores habían advertido el error.

Un equívoco similar había ocurrido hace dos años, cuando Subterráneos de Buenos Aires quiso homenajear al autor de El Aleph con la siguiente inscripción en uno de sus andenes: “Con el tiempo, comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad”, una leyenda más cercana a la autoayuda que a la literatura borgeana.  

En aquella oportunidad, en las redes sociales, la mayoría de los usuarios apelaron al humor: en una catarata de tuits, le atribuyeron a Borges frases como “la pelota no se mancha”, de Diego Maradona. También, versos tomados de canciones de grupos de la música popular, como Márama. 

Con anterioridad, el gran escritor argentino había sufrido otras injusticias semejantes, por ejemplo, que se le atribuyera –se reprodujera al infinito– el poema “Instantes”, que circuló por el mundo entero y comenzaba así: “Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido; de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería más helados y más habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios (...)”.

Hasta la viuda del escritor, María Kodama, se encargó en reiteradas oportunidades de intentar reparar ese entuerto: la verdadera autora del apócrifo es una poetisa norteamericana llamada Nadine Stair, que lo publicó en 1978, ocho años antes de que Borges muriera, en Ginebra, a los 86 años...

Los asiduos lectores de la obra De Borges, suelen advertir con mayor  facilidad que esa pieza no le pertenece, y lo mismo parece haber ocurrido hoy en las redes. Imposible saber si estos malentendidos a él –que gustaba de jugar con la idea de la duplicidad– le hubieses disgustado o, por el contrario, divertido: otro escritor, igual a él, enunciando falsedades en su nombre. De todos modos resulta llamativo que en este caso el error haya surgido de parte de aquellos que deben velar por la cultura.    

"La tarea se realizó de modo manual, con pinceles y guantes, y en perímetros demarcados"

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Con firma de Rubén H. Ríos, el diario Perfil, de Argentina, publicó la siguiente notica, cuya bajada indica: "Culminaron los trabajos de restauración y puesta en valor de las obras que integraron la biblioteca personal del escritor argentino. Ahora están a disposición de los visitantes.

Se recuperó la biblioteca de Borges

Se anunció en esta semana la restauración y puesta en valor de los 2 mil libros que integraron la biblioteca personal de Jorge Luis Borges (1899-1986) y que ahora se encuentran a disposición del público en la sede de la Biblioteca Internacional Jorge Luis Borges, ubicada en la calle Anchorena 1660 de la Ciudad de Buenos Aires, contigua a la casa donde vivió la familia Borges entre 1938 y 1943. La tarea de recuperación se llevó adelante con el apoyo de la Fundación Banco Ciudad y de la Dirección de Relaciones Institucionales del Ministerio de Cultura. La puesta en valor de los volúmenes comenzó en junio del año pasado y culminó con un acto en la sede central del Banco Ciudad, con la presencia de María Kodama, el presidente del Banco Ciudad, Javier Ortiz Batalla, y Norberto Frigerio, director de Relaciones Institucionales de la Nación, durante el cual se entregó una placa conmemorativa. El trabajo de restauración estuvo a cargo de un equipo dirigido por Viviana Gabriela Melloni de Mallol, magister en Historia del Arte Argentino y Latinoamericano.

Entre los ejemplares que contiene la colección figura la primera edición en inglés de Seven Pillars of Wisdom, de T.E. Lawrence (Los siete pilares de la sabiduría, de Lawrence de Arabia); The Life of Oscar Wilde, de Hesketh Pearson (escritor británico muy popular por sus biografías), la Biblia de Cambridge, obras escogidas de Jean Cocteau, The Kabbalah Unveiled traducida por el ocultista Samuel Liddell MacGregor Mathers. También se destacan ediciones del I Ching, el Corán, el Bhagavad-Gita, The Tibetan Book of the Dead (edición de W.Y. Evans-Wentz, uno de los primeros introductores occidentales del budismo tibetano), Paradise Lost de Milton, La divina comedia, La isla del tesoro de Stevenson, El corazón de las tinieblas de Conrad, además de obras de William Blake, Robert Browning, Bernard Shaw y Robert Graves. La biblioteca contiene libros que Borges leyó durante toda su vida, y muchos de ellos son obras de escritores ingleses y estadounidenses, aparte de diversos ejemplares de filosofía, historia y religión.

El proceso de restauración de Melloni de Mallol inicialmente se aplicó a la revisión de cada volumen, página por página, para considerar los criterios de mejoramiento del material que se llevarían a cabo. A su vez, se crearon las condiciones para la conservación y preservación de los libros originales y de las notas y apuntes manuscritos realizados por Borges sobre los ejemplares. Para el resguardo de estos escritos, por lo general realizados en el reverso de los libros en letra pequeñísima, se los folió en papel libre de ácido y luego se los digitalizó. La tarea se realizó de modo manual, con pinceles y guantes, y en perímetros demarcados. Para esta conservación preventiva en forma integral, Melloni de Mallol tuvo en cuenta los factores externos, como la temperatura y la humedad, y procedió por inspecciones permanentes para establecer un ambiente estable.

La fundación del Banco Ciudad anteriormente colaboró con las actividades que se organizaron por el 30º aniversario del fallecimiento de Borges, como el apoyo a la muestra "Universo borgeano" que se expuso por primera vez en la Casa Matriz del Banco Ciudad en noviembre de 2016 y luego en el Instituto Cervantes de Nueva York.

Se supo: las definiciones de los términos "feminazi" y "machirulo" demuestran que los miembros de la RAE tienen capacidades diferentes

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La noticia salió publicada sin firma, en el diario Clarín, de Buenos Aires, el pasado 25 de agosto. Se refiere a dos voces actualmente de moda: la primera, se aplica a la percepción que tienen algunos del llamado “feminismo extremo”; la segunda, fue utilizada por la senadora Cristina Fernández de Kirchner para descalificar al presidente Mauricio Macri. En la bajada se aclara que “aunque no figuran en el diccionario, la academia accedió a darles definiciones en Twitter”. 

La RAE definió los términos “feminazi” 
y “machirulo” y hay polémica en las redes

La Real Academia Española (RAE) generó una polémica en Twitter al acceder a definir dos palabras cada vez más utilizadas en el país a partir del avance del feminismo y sus detractores: ”feminazi” y “machirulo”.

“La voz «feminazi» (acrónimo de «feminista» + «nazi») se utiliza con intención despectiva con el sentido de 'feminista radicalizada'“, escribió la cuenta oficial de la RAE ante la consulta de una usuaria de la red social.

La respuesta no pasó desapercibida y las críticas no tardaron en llegar. En concreto, los usuarios acusaron a la academia de avalar el uso de un neologismo que ataca al feminismo.

“La RAE legitimando un insulto al movimiento feminista y a lo pueblos víctimas del nazismo. Estos tipos son todo lo que está mal”, escribió un tuitero que cosechó cientos de retuits.

Ante las críticas, desde la academia aclararon que la palabra no figura en el diccionario y ”no hay ninguna propuesta” para su incorporación. “Disculpe, sólo estamos comentado, como respuesta a una consulta, el origen de este neologismo de reciente creación, que se documenta en el uso pero no recogen nuestras publicaciones”, postearon.

“Es muy frecuente que las palabras objeto de consulta no figuren en el diccionario académico y siempre damos sobre ellas la información que está a nuestro alcance. Ese es nuestro trabajo”, continuaron explicando, sin conformar a la mayoría de los usuarios de la red social.

Más tarde, ante otra consulta sobre la palabra “machirulo”, desde la RAE respondieron: “«Machirulo» es otro neologismo, creado a partir de «macho», «machista» y «chulo». Tampoco figura en el diccionario académico”.

Más sobre las capacidades especiales de la RAE

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El lunes 27 de agosto pasado, Juan Batalla publicó en InfoBAE Cultura la siguiente nota, donde se retoma la polémica suscitada en Twitter entre la RAE y varios usuarios de la red social. La misma revela que las capacidades especiales de los miembros de la RAE siguen siendo las mismas.

Polémica en las redes: ¿Están “Machirulo” y “Feminazi” en camino de ser aceptadas por la RAE?

La Real Academia Española respondió en Twitter sobre el significado de estos neologismos y despertó la ira de los usuarios, que acusaron a la institución de avalarlos, aún cuando se aclaró que aún no forman parte de su diccionario. Infobae Cultura dialogó con una especialista para conocer cómo el organismo acepta o no los nuevos términos.

En una época en que el lenguaje está en discusión, en el que los cambios empujados por las redes sociales parecen afirmarse con mucha mayor rapidez en el habla cotidiana, la RAE (Real Academia Española) busca la manera de consolidarse, de ganar en el territorio de las nuevas tecnologías, aunque en sus intentos puede trastabillar, tal como le sucedió durante el fin de semana, cuando respondió sobre los términos "Feminazi" y "Machirulo" y recibió una catarata de tweets que criticaron un supuesto "aval".

Todo comenzó, esta vez, cuando la institución ingresó en el debate que tenían dos usuarios @DStoermann y @Antifeminaziis, cuenta suspendida por Twitter después del intercambio para aclarar que "La voz «feminazi» (acrónimo de «feminista» + «nazi») se utiliza con intención despectiva con el sentido de 'feminista radicalizada'".

Este aporte fue tomado como que la RAE aceptaba el uso del término y que de esta manera la avalaba, por lo menos así lo entendieron muchísimos usuarios. Desde un "La RAE legitimando un insulto al movimiento feminista y a lo pueblos víctimas del nazismo. Estos tipos son todo lo que está mal" a "¿Y desde cuándo ustedes definen y justifican el uso de una palabra que no está en el diccionario? 'Este neologismo de reciente creación que se documenta en el uso pero no recogen nuestras publicaciones', ¿eso no aplica con el lenguaje inclusivo ni otros por los HUEVOS DEL CM?" o "La RAE legitimando un insulto al movimiento feminista y a lo pueblos víctimas del nazismo. Estos tipos son todo lo que está mal"

El ente, rápido de reflejos, también contestó mediante la red social del pajarito: "Disculpe, solo hemos comentado, como respuesta a una consulta, el origen de este neologismo de reciente creación, que se documenta en el uso pero no recogen nuestras publicaciones".

Y aquí es una de los grandes problemas que se encuentra la RAE ante el nuevo ágora del debate del lenguaje, las redes sociales. Los tiempos del lenguaje en la vida cotidiana son mucho más veloces que los de su institucionalización y si bien el ente regulador del idioma español busca aclarar dudas aún cuando clarifica que no forman parte de sus diccionarios– el hecho que ingresen en el debate puede generar malos entendidos.

"Hace algunos años que la RAE está tratando de actualizarse. Están buscando acercarse más a la población. No es un proceso nuevo, si se tiene en cuenta que hace dos décadas la base de datos comenzó a tomar las nuevas palabras de distintos lugares de habla hispana", explica a Infobae Cultura Silvia Ramírez Gelbes, doctora en Lingüística, profesora Adjunta en la cátedra de Corrección de Estilo de la Universidad de Buenos Aires y profesora principal de Cátedra de la Universidad de San Andrés.

En ese sentido, Ramírez Gelbes ejemplifica: "Hace poco tiempo, en el diccionario incorporaron el ESP, cuando reconocen que es una acepción española. Antes no aparecía discriminado, pero ahora está igualada las descripciones de España a la del resto de los países".

Además, asegura, que las explicaciones sobre los neologismos no deberían ser tomados como una expresión de aval: "Es cierto que tratan de responder de manera rápida, pero la RAE tiene una regla por la cual un término se incluye cuando ya tiene cinco años de uso. Se toman un tiempo prudencial para hacerlo".

Esta no es la primera vez que la RAE se encuentra envuelta en una polémica. En marzo pasado, por ejemplo, modificó la quinta acepción del adjetivo "fácil" para que deje de referir a una "mujer que se presta sin problemas a mantener relaciones sexuales" y pasó a ser una "persona".

El año pasado, luego de que se juntaran 200 mil firmas, también cambió el significado de "sexo débil", que a su definición de un "conjunto de las mujeres" se adicionó que su uso tenía una "connotación negativa". En aquella oportunidad, también decidió corregir otras como "revoque", que pasó a ser "maquillaje excesivo" sin importar el género antes era "de una mujer", "edén", que ya no es la tierra de Adán, sino que también la compartió con Eva o incluso "himno", que se utilizaba para exaltar las proezas de un "gran hombre", pero ahora de una "persona".

Para la especialista uno de los problemas comunicativos que afronta la RAE es su sesgo español: "A veces confronta con una mirada española. En el caso de 'Machirulo', por ejemplo, no es lo mismo 'chulo' en Argentina, que en España, que puede ser tanto lindo como gigoló. Sus respuestas pueden estar sesgadas, ya que que por contestar rápido no consultan a las academias del lenguaje locales".

"No se debe tomar estas explicaciones como definitivas. Lo que sucede es que estamos acostumbrados a que durante el siglo XIX y XX eran una referencia ineludible. No por nada existe la expresión 'lo dice la RAE', aunque 'Machirulo' y 'Feminazi' no estén registradas, una persona que no conoce cómo es el circuito puede confundirse. Es una forma de brindar un servicio. Con esto se acercan al público más general y buscan salir del encierro de los 'especialistas iluminados'", finaliza.

La polémica sigue abierta y será cuestión de tiempo para conocer si finalmente ingresan al diccionario y, en caso de hacerlo, de qué manera se las define.

Una columna sobre Polisemos y Jornadas Internacionales de Traducción Comparada

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Como otros viernes, éste lo dedicamos a una columna de opinión. Se trata de la segunda que escribe Andrés Ehrenhaus especialmente para este blog y trata sobre algunas de las fealdades de la profesión.


El orzuelo de Polisemo y otras pústulas

1. En marzo de 2018 la universidad de Murcia celebró la décima edición de El ojo de Polisemo, el congreso interdisciplinario con el que ACEtt rellenó el hueco dejado por las extintas Jornadas de Tarazona. La primera edición había tenido lugar en Salamanca, sede de la universidad decana de España. Polisemo no podía nacer en mejor cuna. Sin embargo, no todo fueron flores y violas durante el embarazo. Un embarazo que ACEtt no sobrellevó bien en sus entrañas. Un embarazo casi se diría ectópico. De esa ectopía le quedó como recuerdo un orzuelo. La cesárea corrió a cargo del dentista del pueblo.

En el decurso de los preparativos previos a la celebración de los diez añitos de Polisemo recibí una curiosa invitación. Se me proponía formar parte de un panel en el que diez veteranos (“como tú estuviste en los primeros polisemos”, me dijeron) de la gesta odiséica daríamos en comentar esos dos lustros de luminosa infancia ciclópea, intercalando testimonios audiovisuales –esta opción se me ofreció como más higiénica– de ese parcurso, como en una snuff movie familiar. Entendían, se me dijo también, que no quisiera participar en el collage in vivo, y por eso me ofrecían la posibilidad de hacerlo in vitro, a distancia, como un Torrebruno de jardín. No los mandé a la mierda. Nunca lo hago. Les dije que gracias pero no. Me reemplazaron fácilmente y la mesa collage cursó con el título de “Celebración del décimo aniversario: Diez miradas al Polisemo” y la coordinación de P. Aguiriano y el actual presidente, C. Fortea. No sé si mentaron el embarazo. Tampoco el orzuelo.

Que yo había estado en los primeros (porque del embarazo, quién se acuerda ya) era rigurosa verdad. Para ser precisos, en los dos primeros: el ya citado de Salamanca y el 2º, que acogió la universidad de Málaga en medio de una tormenta interna en ACEtt. Al cierre de ese Polisemo, yo ya había renunciado a mi lugarcito en la junta directiva por razones de ética básica que puedo exponer documentadamente (sí, amigos, conservo las actas de esos mediocres días) a quienes me lo pidan de buen modo. Como es habitual en mi larga lista de errores, callé esas razones en su momento, a pesar del linchamiento jacobino al que fui sometido. No debí hacerlo. Lo sé. Y sé que me equivoqué al creer que era más elegante el silencio y el discreto mutis por el foro porque los enemigos me los gané igualmente –o quizás, seguramente, ya los tenía. Cuestión que ese fue el último Polisemo al que asistí, sencillamente porque, hasta la absurda y humillante invitación del décimo, nadie tuvo nunca la decencia de acercarse al que, nobleza obliga, había sido su Gepetto. Les regalás un juguete rabioso y te borran nomenklatura. De doctor franquestein a monstruo invisible. Así de simple.

Polisemo hace como que no, pero el orzuelo en el ojo lo sigue teniendo. Un poco más abajo y a la izquierda de donde Odalisco le clavó el puñal que le acabó nublando la vista. Un orzuelo que va camino de convertirse en forúnculo.

2. De los muchos errores cometidos en mi vida metaprofesional, salir nocturnamente de ACEtt no fue el peor ni, mira por dónde, entrar diurnamente primero, pero me hago cargo de todos y cada uno de ellos. Bastante más grave fue creer que debía (y podía) doblegar la aporía derridiana (¿o era de Fucol?): armonizar justicia y poder. Ahora sé que no sólo es imposible sino nefasto. Nefasto por parte de uno. NO se puede ser justo desde un cargo de poder, por miserable que sea. Otras cosas, quizás; justo, NO. De eso no nos salva ni la ingenuidad y deberíamos dejar de mirar hacia otro lado cada vez que alguien justifica su autoritarismo humanitario con el eslógan maldito: “Alguien lo tenía que hacer”. No, nadie tenía que hacerlo. Vos tampoco, salame, quiero decir, ingenuo.

De esos errores que mencionaba, regalarle a la secta acéttica el moisés con criatura y nombrepuestoparece que me jode más que otros quizás más serios. Me jode porque le entregué al poder mezquino una herramienta que funcionaba y funciona. Y porque desperdicié un nombre divertido. Eso es imperdonable. No debí hacerlo pero mi estulticia a menudo se cree omnipotente. Debí dejar que se les apagaran las luces junto al lecho agónico de Tarazona; total, tarde o temprano me acabaría yendo de ese avispero beige. Por cierto, el logo fue producto del ingenio, la capacidad de síntesis y el buen gustode Marta Alcaraz, gran traductora por cierto. Espero que le vayan agradeciendo ese favor que, hélàs, ella también les hizo gratis: cada quien paga su diezmo y la secta nunca agradece como corresponde. Básicamente recrimina. Sí, bwana, lo que tú digas.

3. Las asociaciones de traductores que conozco más de cerca, ACEtt y AATI (pero no dudo en meter ahí a muchas otras, incluidas –cómo no­– las colegiales), se nutren de la temerosa ignorancia del aprendiz y la no menos temerosa desidia del avanzado. El corral les da a las ovejitas la ilusión de estar a salvo (there’s security in number) entre toda esa ropa de lana; pero el lobo no está afuera, no hay lobo, lo que hay es una industria a la que hacer frente con estructuras gremiales y no con consignas de mesianismo cultural y lloriqueo ético. En esa paradoja se les va la poca fuerza que juntan, porque no tienen nada en la mano para negociar tarifas en condiciones ni defender a quienes no tienen más remedio que aceptar miseria a cambio de trabajo bien hecho. Las cuotas de los socios se van en manualidades o virtualidades, o en congresos para más inri de los vips, globales o paisanos. De cada encuentro de esos se sale con la certeza de lo buenos que somos y lo poco bien que nos tratan, mientras se empobrece nuestro aparato crítico (no digamos ya el autocrítico) y se reblandece nuestra voluntad de lucha. Papá ya hará algo, papá es bueno. Papá tiene muchos premios. Sí, bwana.

No jodamos más con eso. O llamamos gremio al gremio o club social al club social. Los inventos intermedios son globitos desinflados. O peleamos por leyes justas y dignas o nos vamos a la confitería a tomar el té y contarnos las desgracias entre masita y masita. La idea germinal de Polisemo era precisamente aunar el rigor académico con la experiencia profesional a pie de calle: abrir la baraja, no reconducirla hacia una asociación esterilizante. Una asociación más preocupada por autoadjudicarse prebendas y premios (con el cuento de que el pastel de pocos da migas para muchos) que por apoyar con hechos a los colegas con conflictos laborales graves. Conozco bien el discurso de desactivación sindical y meloneo asociativo porque yo mismo redacté algunas de sus peores páginas y me esforcé por demostrarles a mis colegas que era peor para el traductor de a pie pasar la noche al raso bajo un manto de estrellas que ponerse a recaudo bajo el insuficiente alero que ofrece el corral al rebaño. Uno se moja igual si truena, pero acompañado. De gente buena, rimémber. Esa lógica de dentro=bueno, fuera=malo es común a todas las dinámicas de aglutinación cuantitativa. En ACEtt celebrábamos las cifras redondas de nuevos socios como I likes o retuits, sin importarnos que el techito siguiera siendo igual de estrecho y protegiera menos cada vez. No es lo mismo una asociación de 30 que una de 500, dónde va a parar. Dónde, eso digo yo.

4. Lo decente, lo decoroso, sería que dejaran en paz al pobre cíclope mosaico. Que le permitieran volver a su isla, a curarse el orzuelo a solas con agua de mar y suspirar de amor ciego por Galatea. Que no usaran su nombre, que no malgastaran su elegante logo. Que se romperan la croqueta pensando en un nombre más afín con su índole actual: La bicileta de Sísifo o El medio piojo de Sansón. ¿Ven? Ya estoy otra vez regalándoles manises a los monos.

Pero ¿a qué viene toda esta diatriba sobre algo que pasó hace años y que ni siquiera está entre los trending tópicos de la profesión? Viene a que mis ojitos se tropezaron los otros días con la convocatoria de –preparesén– las Jornadas Internacionales de Traducción Comparada “Variedades regionales en las lenguas de traducción”, celebrables en la Biblioteca Nacional de la ciudad de Buenos Aires entre el 20 y el 22 de septiembre. Coorganizadas por AATI. A las que acude raudo el presi de ACEtt. Esos dos clubes aporísticos que decíamos, ¿no? Y en cuyo comité organizador aparece a la cabeza y como propietario de la “idea original” un colega que, entre otras cosas, fue quien me invitó a apartarme del proyecto de Ley de protección de los traductores (v. https://clubdetraductoresliterariosdebaires.blogspot.com/2017/09/la-necesidad-de-decir-como-fueron-las.html y https://clubdetraductoresliterariosdebaires.blogspot.com/2018/06/sigue-vivo-el-proyecto-de-ley-de.html) para acto seguido cubrirlo bajo una capa de cal viva y arrojarlo al mar de los gargajos y que, aunque nadie se atreva a decirlo a viva voz, tuvo el atrevimiento de servirse de un proyecto ajeno (si me aprietan, diré cuál y de quién, aunque basta con mirar con atención el programa para ver por dónde vienen los tirios) y blindarlo como propio para montar estas Jornadas que, con o sin Manguel, tienen muchos puntos para nacer con algo más que un orzuelo o un forúnculo en barbecho.

Porque, aparte de la inelegancia de la fórmula, el pleonasmo desnuda el lapsus y el lapsus, la cola de paja. ¿Idea original? ¿Cómo contraposición a qué: a idea afanada? ¿A idea repetida? ¿A idea de otro? Por eso me acordé de Polisemo. Algo me olía a déjà vu. A Macadamia de la Lengua. Y a virreinato.

5. Es hora de poner las cartas sobre la mesa. El que arruga es avestruz.

Mañana comienzan en la Alianza Francesa los encuentros sobre "Flaubert, primer escritor contemporáneo"

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La Alianza Francesa de Buenos Aires, el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires y la Cátedra de Literatura Francesa de la FFyL, UCA, tienen el placer de invitar a los encuentros en torno de  “Flaubert, primer escritor contemporáneo”, que tendrán lugar el martes 4, miércoles 5 y jueves 6 de septiembre, en la Alianza Francesa (Sede central, Biblioteca 2° Piso).

El título alrededor del que se estructura este ciclo alude al cambio cualitativo que, a partir de Gustave Flaubert, se registró en el arte de narrar: por un lado, un vuelta de tuerca para la consigna del Romanticismo que equiparaba vida y obra; por otro, el surgimiento de una multiplicidad de narradores quienes, con sus respectivos puntos de vista, aportaron un nuevo horizonte a la novela y al cuento. Las diversas mesas, lecturas y conferencias de estos tres días se proponen explorar estos aspectos y señalar cómo, gracias a Madame BovaryLa educación sentimental o los Tres cuentos, se proyectaron en la narrativa mundial. Con la presencia del gran especialista en la obra de Flaubert,  Pierre-Marc de Biasi.


Martes 4 de septiembre | Biblioteca, 2do piso|
18.30hs.: “Traducir Flaubert”
Abordaje de vicisitudes y estrategias a la hora de encarar la traducción. Adaptación de su estética particular. Características propias de la lengua receptora

Panelistas : Matías Battiston y Jorge Fondebrider | modera: Magdalena Cámpora

19.20 hs: « Flaubert et l'invention du roman contemporain »
 Con traducción consecutiva.
 ALGUNAS LINEAS

Autor invitado: Pierre-Marc de Biasi  | modera:Jorge Fondebrider

Miércoles 5 de septiembre | Biblioteca, 2do piso|
19 hs.: Presentación de la reciente edición de Tres cuentosde Gustave Flaubert, publicada por Eterna Cadencia.

Lectura bilingüe con Anne Gauthey: “Un cœur simple” / “Un corazón sencillo”.

Jueves 6 de septiembre | Biblioteca, 2do piso |
18.30 hs.: “Flaubert y la novela”
Panelistas: Luis Chitarroni y Carlos Gamerro  |modera: Jorge Fondebrider


19.20 hs.: « La biographie de Flaubert. Qu'est-ce qu'une vie d'écrivain? Comment parler d'un auteur qui se voulait "impersonnel" » Con traducción simultánea.
Autor invitado: Pierre-Marc de Biasi  | modera:Magdalena Cámpora y Jorge Luis Caputo


Panelistas

Pierre-Marc de Biasi
Antiguo alumno de la Escuela normal superior de Saint-Cloud, profesor, director del ITEM (Institut des Textes et modernesManuscrits) en el CNRS, Pierre-Marc de Biasi es especialista en crítica genética de la obra de Flaubert. Como tal, ha publicado varios ensayos y numerosas ediciones de las obras y manuscritos de este escritor; entre otros,TroiscontesL’Education sentimental,Bouvard et PécuchetCarnets de travail,Voyage en Egypte, etc.). En 2009, publicó la biografíaGustave Flaubert: une manièrespéciale de vivrechez que ganó en 2010 el Premio de la Crítica de la Academia Francesa y el Premio Le Point Biografía. Experto en la historia del papel, ha expuesto asimismo como artista su obra en más cincuenta exposiciones en Francia y en el extranjero.

Matías Battistón es traductor y docente de traducción literaria en la Universidad de Belgrano, y ha dado seminarios de traducción en la Maestría en Traducción Literaria en Trinity CollegeDublin. Ha traducido, entre otros, a John Cage, Marcel Proust, Oscar Wilde, James Joyce, Édouard Levé, Gustave Flaubert y Ed Wood. Actualmente trabaja en una nueva traducción de la trilogía de Samuel Beckett al castellano, así como en textos de Jean-Luc Godard y Roland Barthes.

Magdalena Cámpora es profesora titular de Literatura Francesa en la Universidad Católica Argentina y en la Universidad del Salvador. Es Doctora en Literatura Comparada por la Universidad Paris-Sorbonne e investigadora del CONICET, donde actualmente estudia las transformaciones editoriales y los usos ideológicos de la literatura francesa (s. XVI - XIX) en la Argentina del siglo XX. Esco-editora del volumenBorges-Francia.Ha editado y traducido laCorrespondencia entre los poetas René Char y Raúl Gustavo Aguirre y prepara una traducción de Rojo y Negro de Stendhal.

Jorge Caputo es licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires y doctorando en Literatura por la misma universidad. Su tesis está dedicada al estudio de las experiencias y representaciones del tiempo en la obra de Gustave Flaubert. Ha participado en la redacción del Dictionnaire Flaubert, editado por Honoré Champion bajo la dirección de GisèleSéginger. Se desempeña además como traductor (ha traducido, entre otros, a Jacques Rancière, David Banon y Alain Badiou) y como profesor en la Universidad Católica Argentina y la Universidad del Salvador.

Luis Chitarroni es novelista, ensayista y editor. Durante más de veinte años se desempeñó en ese puesto en la Editorial Sudaméricana y actualmente es director editorial de La Bestia Equilátera, sello por el cual fue designado por un jurado de colegas como "Editor del Año". Entre otros títulos, publicó SiluetasEl CarapálidaPeripecias del no y Mil tazas de té.

Jorge Fondebrider  es poeta, ensayista, traductor y periodista cultural. Sus obra poética fue publicada como La extraña trayectoria de la luz. Poemas reunidos 1983-2013. Ha compilado el volumen Conversaciones con la poesía argentina,La Buenos Aires ajena. La ciudad vista por los viajeros extranjeros. 1536-1999,Versiones de la Patagonia. 1536-1900,Historia de los hombres lobo y La París de los argentinos. Editó la Obra poética de César Fernández Moreno y la Poesía completa de Joaquín O. Giannuzzi. Como traductor ha publicadoPoesía francesa contemporánea.1940-1997Poesía irlandesa contemporánea, diversos volúmenes de Henri Deluy, Yves Di Manno,Peter Sirr,  Richard Gwyn, Moya Cannon, etc. Ha traducido asimismo, entre otras autores, a Gustave Flaubert, Georges Perec, Bernard-Marie Koltès, Paul Virilio, Claire Keegan, Patricia Highsmith, Richard Gwyn, Owen Martell y Jack London.  En 2009, con Julia Benseñor, creó elClub de Traductores Literarios de Buenos Aires, actualmente en actividad.

Carlos Gamerro es narrador, ensayista, traductor y guionista de cine. Licenciado en Letras por la Universidadde Buenos Aires, se desempeñó allí como docente hasta 2002. Es uno de los mayores especialistas latinoamericanos en la obra de William Shakespeare y James Joyce. Sus títulos de ficción publicados incluyen las novelas Las Islas (1998), El sueño del señor juez (2000), El secreto y las voces (2002), La aventura de los bustos de Eva (2004), Un yuppie en la columna del Che Guevara (2010), Cardenio (2016) y los cuentos de El libro de los afectos raros (2005). Ha publicado también El nacimiento de la literatura argentina y otros ensayos (2006), Ulises. Claves de lectura (2009), Ficciones barrocas (2011),Facundo o Martín Fierro: los libros que inventaron la Argentina (2015)  y Borges y los clásicos (2016). Ha traducido, entre otros, a William Shakespeare, W. H. Auden, Graham Greene y Harold Bloom.

Anne Gauthey es actriz, narradora y poeta. Diplomada en la educación popular con la especialidad escritura-lectura-oralidad, en 2012 creó Milena Paris un proyecto literario escrito y oral que relaciona la edición con la creación artística.. En 2014 crea la colección Extremocontemporaneo dedicada a los autores francófonos, como Annie Ernaux, François Bon y Lori Saint Martin. En 2016 edita a Pablo Nemirovsky traducido al francés con el editor Renaud Bouk.

Salszburgo y Viena para traductores literarios argentinos, compositores, docentes de artes y artistas visuales

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Hay razones para perdonarle a Diego Lorenzo (foto), responsable del Programa Sur de ayuda a la traducción, que sea simpatizante de River. La más inmediata es que siempre se acuerda de los traductores. Para demostrarlo, he aquí la convocatoria que nos envía para una residencia en Austria:

1-"Kultur Kontakt Austria", oficina dependiente de la Cancillería Federal y cuyas funciones se orientan a fomentar los intercambios culturales y educcativos de Austria con el extranjero, anunció que para el año 2019, se encuentra abierta la inscripción para el programa "Artistas en Residencia", en las ciudades de Salzburgo y Viena. Para el año entrante se abrieron 50 plazas para participantes de todo el mundo.


2-El programa incluye pasaje de ida y vuelta y gastos de estadías para artistas visuales, traductores literarios, compositores y docentes de artes.

3-La fecha límite para el envío de solicitudes es el 30 de septiembre de 2018. Las solicitudes pueden enviarse online a través del sitio:   http://www.artists-in-residence-austria.at, donde también se puede obtener más información sobre el programa (idioma inglés y alemán).

"¿Por qué aquí? ¿Por qué ahora?"

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Para que los lectores extranjeros comprendan plenamente esta columna, aparecida en el diario Perfil, del 1 de septiembre pasado, deben considerar que la firma Rafael Spregelburd, quien, además de dramaturgo y traductor, es uno de los directores y actores de teatro y cine más conocidos de la Argentina. Luego, es necesario que sepan que el Teatro Municipal “San Martín” es la nave insignia del Complejo Teatral de la la ciudad de Buenos Aires, al que también pertenece el Teatro Municipal “Presidente Alvear”, sometido desde hace años a la desidia de los distintos gobiernos municipales. Desde hace tiempo, en sus puertas viven varias familias de indigentes quienes, probablemente, hayan sido involuntarios autores del incendio que lo abatió la semana pasada. Por último, la marcha a la que se refiere el autor, se realizó el jueves 30 de agosto en defensa de la universidad pública y gratuita, a la que el gobierno nacional –cuyo gabinete se educó mayormente  en universidades privadas– castiga mes a mes retaceándole fondos.

Personas, personajes y esperas

A estas alturas de la semana, intensa semana, en la que Gendarmería desalojó a los legisladores en Mendoza o el país se levantó en un grito por la universidad pública, el pequeño gran escándalo alrededor de Esperando a Godot no ha pasado desapercibido para nadie. El Teatro San Martín informó a las actrices Analía Couceyro e Ivana Zacharski que no podrán representar la obra que venían ensayando desde julio debido a un conflicto legal con la agencia francesa que administra los derechos de Samuel Beckett. Al parecer, Beckett legó en vida la expresa prohibición de que las mujeres representaran esta obra, en la que hay cinco personajes, todos supuestamente muy masculinos.

Lo que podría comenzar siendo un malentendido o un absurdo (calcado e impuesto sobre el absurdo de la pieza) terminó echando luz mala sobre asuntos más relevantes. Analía Couceyro se desahogó en las redes con un escrito personal y muy potente que inmediatamente se volvió viral. Tanto que –supongo– se contó entre las causas por las que el San Martín decidió finalmente no reemplazar a las actrices. Se está al borde de no representar la pieza si los agentes no ceden en esta imposición anacrónica, tan poco atenta a los tiempos que corren.

¿Que cuáles son los tiempos que corren? Vamos a ver. No me refiero solo a la primavera feminista ni al descubrimiento súbito y brutal de lo que la humanidad ya sabe desde siempre: que el patriarcado tiene columnas invisibles en todos lados. Me refiero también a una indagación más profunda de los más elementales derechos humanos, que no es justo que vulnere ninguna obra.

Es una suerte que tanto absurdo pueda conducir al menos a que en el muro de Couceyro se junten reflexiones francamente inspiradas, en un encuentro enérgico entre profesionales, amateurs, personas. Es como si alguien hubiera completado accidentalmente la cadena del ADN humano y un grupo de médicos comenzara a atisbar el verdadero derrotero de su trabajo futuro.

El actor Alberto Suárez, por ejemplo, sostiene con razón que “el patriarcado despliega sus redes siniestras, aun en un ámbito supuestamente superador como el arte. La enorme Analía Couceyro, uno de los seres más maravillosos que podrás ver en un escenario, es privada de hacer su trabajo por una cuestión de género. El disparate embiste uno de los conceptos elementales de la actuación: cuando se actúa, se cumpla un rol femenino o masculino, nunca se es un hombre o una mujer en el sentido limitante del género: se es ‘eso’ que está ahí, ‘esa cosa’ inclasificable e indefinible. Ese quizás sea uno de los sentidos políticos más corrosivos de la actuación y es lo que aquí se busca socavar y normalizar.”

Los argumentos se despliegan. No es en vano recordar que en otras épocas (la Inglaterra de Shakespeare, por ejemplo, o la antigua Grecia, donde la mujer tenía más o menos el mismo valor cívico que un perro, pese a aparecer en jarrones y templos como diosa) las damas tenían prohibido pisar el escenario, como si actuar fuera sacrílego o una actividad indigna del alma de las niñas. ¿Por qué a ningún autor, clásico o contemporáneo, se le ocurrió prohibir que hombres interpreten roles femeninos pero sí al revés? ¿Podemos realmente imaginarnos a Romeo y Julieta hecha por dos muchachos pero sabiendo que no debemos leer lo que se muestra, sino lo que está escrito como ley? ¿A qué se debe esta masculinización de la actuación? ¿A preservar para un género un poder mágico, sacerdotal, como hace la Iglesia?

La catarata de antecedentes es grosera y la obra ya se hizo con mujeres en otras ocasiones, incluso aquí. ¿Qué pasó entonces? ¿Los agentes no se enteraron? ¿No es más justo –como sugiere Couceyro– permitirle al Beckett muerto una evolución de pensamiento? ¿Qué piensan los muertos sobre nuestro presente? Una corte italiana –según leo– llegó a explicar que los autores no tenemos derecho a decidir sobre el género de los personajes, que no son personas reales sino ideas, éter, deseo, movimiento, fantasía, humanidad.

¿Por qué aquí? ¿Por qué ahora? Como respuesta espontánea, impensada, catastrófica, el teatro Alvear se prendió fuego por sí solo en la noche del lunes. Tal vez así hablen los muertos. 

Samuel Beckett: "Las mujeres no tienen próstata"

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También Guillermo Piro, en su columna semanal del diario Perfil escribió sobre el mismo tema que Rafael Spregelburd, ofreciendo su propio punto de vista a propósito de la prohibición de Samuel Beckett de utilizar mujeres en su obra Esperando a Godot.

Beckett retrógrado

Hace años, Luis Melnik me convenció de que el marketing es imprescindible en todos los órdenes de la vida. Para ello apeló a una historia que tal vez sea cierta: dos muchachos deciden asaltar un restaurante situado en Vicente López, enfrente de la General Paz. El restaurante está repleto de comensales, lo que garantiza una abultada recaudación. Armados con pistolas, ingresan al grito de: “¡Esto es un asalto!”. Pero la mitad de los comensales se pone de pie y acribilla con sus propias armas a los asaltantes. Estos no habrían tenido ese final si antes de entrar hubieran leído el cartel en la puerta que decía: “Cena a beneficio. Policía Bonaerense”. El marketing es imprescindible en todos los órdenes de la vida.  

El Complejo Teatral de Buenos Aires recibió una intimación de la agencia que tiene los derechos de la obra Esperando a Godot, de Samuel Beckett, para que el teatro desista de poner en escena una versión en la que participarían dos mujeres – Analía Couceyro e Ivana Zacharski–, dado que una de las cláusulas impuestas por el autor, fallecido en 1989, expresa que la obra solo puede ser representada por hombres. Con dirección de Pompeyo Audivert, la obra iba a estrenarse el 21 de septiembre. Lo cierto es que si alguien es culpable, ese alguien no es Beckett.

Y también es cierto que la noticia no debía haberlos tomado tan por sorpresa. Incluso quienes no somos exégetas de Beckett, los que no hemos leído todos sus libros y no corremos ansiosos a la librería cada vez que aparece una nueva y pésima traducción española de sus obras, sabíamos que cuando se lo consultó acerca de esa disposición expresa de no colaboracionismo de mujeres en Esperando a Godot, Beckett respondió: “Las mujeres no tienen próstata”, aludiendo, naturalmente, al mal que sufre Vladimir, uno de los personajes, pero en realidad diciendo a su modo, que siempre fue un poco improbable: “Porque se me cantan las pelotas” –expresión que oxigenó buena parte del arte de la Antigüedad hasta nuestros días. Incluso quienes no somos exégetas de Beckett sabíamos que en repetidas ocasiones se bajaron de cartel versiones de la obra por contar en su elenco con actrices en vez de actores: en el 91 en Avignon, en 2003 en Frankfurt, en 2004 en Wilhelmshaven, en 2005 en Pontedera. Con seguridad hay más casos, pero esos bastan para sentar precedente.

Cuenta Milita Molina, traductora junto a Elina Montes de Recordando a Beckett, un libro de entrevistas a Beckett que incluye algunos testimonios de quienes lo conocieron, que durante una puesta del propio Beckett una actriz le había preguntado si se le permitía bostezar dos veces en vez de tres, a lo que Beckett respondió con un terminante “no”. Cuando el año pasado Ana Cinkö y Raúl Zolezzi presentaron la versión teatral de Compañía, uno de los últimos textos del autor irlandés, tuvieron muchos dolores de cabeza a raíz de los requerimientos de los herederos, reacios a tolerar hasta la más mínima sustitución de una línea o el inofensivo cambio de nombre de un personaje.

Tildar a Beckett de retrógrado me parece exagerado. ¿Caprichoso? Seguramente. Tan caprichoso como asignarle a una mujer el papel de un hombre. O como que Días felices, del mismo autor, solo puede ser representada por mujeres. Ante los pretendidos cambios de género, los herederos de Beckett dicen: “Reemplazar hombres por mujeres en un espectáculo es como sustituir violines por trompetas”. Contundente. Hablamos de un autor que no autorizó a Ingmar Bergman a hacer una puesta de la misma obra.

En un momento de Esperando a Godot, Estragón se descalza para quitar algo en el zapato que le molesta, y Vladimir dice: “He aquí al hombre íntegro arremetiendo contra su calzado cuando el culpable es el pie”. Es una buena y oportuna sentencia.

El ex ministro Avelluto comparó a Macri con Tom y a Peña con Jerry. ¿Macri gato y Peña ratón?

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Dada la época extremadamente polarizada en que vivimos, resulta indispensable recordar en esta columna que, en sus diez años de existencia y con independencia de cuál haya sido el color partidario del gobierno, este blog ha dado cuenta de todo aquello que, según nuestro modesto punto de vista, ha sido bien hecho en materia de cultura y políticas culturales, y de todo aquello que no. Si los lectores recorren cuidadosamente las distintas entradas, podrán comprobar que quien lo administra, así como la inmensa mayoría de los colaboradores no han asumido una postura a favor de tal o cual partido político. Dicho de otro modo, poco importa si se ha tratado de los gobiernos del matrimonio Kirchner o de Macri, siempre hemos destacado lo que nos pareció bien y también aquello con lo que no concordamos. Así, resultaría por lo menos mendaz imaginar que el número de entradas referidas a la gestión de Pablo Avelluto, el ex ministro de cultura de esta gestión, ahora degradado a secretario puede situarse fuera de la órbita de otras críticas que en su momento hemos hecho a otros funcionarios culturales de los diversos gobiernos de la década.

Con letras catástrofes, el diario Claríndel 4 de septiembre pasado, publicó una nota, cuyo título reza: “Pablo Avelluto comparó a Macri y Peña con Tom & Jerry y tuvo que salir a aclararlo”. De acuerdo con la nota sin firma, “El ahora secretario de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, estableció una comparación poco feliz respecto a la fuerte relación que existe entre el Presidente y su jefe de Gabinete, muy cuestionado en medio de la crisis: ‘Pensar a Macri sin Peña es como pensar a Tom sin Jerry’, afirmó el funcionario en una entrevista en La Nación, sin tener en cuenta que en su analogía entre el mandatario y la célebre caricatura de Hanna & Barbera se estaba refiriendo a Macri como el ‘gato’ y a Peña como el ‘ratón’ ”.  

Es posible que, a la luz de sus políticas de gobierno, esto habría podido leerse como una nueva frivolidad de parte del ex ministro, el mismo que presentó como un triunfo el enorme gasto realizado por el Estado en la Feria Internacional del Libro de Bogotá para satisfacer su poca imaginación, para mencionar apenas uno de los papelones de los que ya nos hemos ocupado. Sin embargo, continúa Clarín, “el funcionario salió a aclarar sus dichos: ‘Tal vez tendría que haber hablado de Batman y Robin, o de Simon & Garfunkel. Tenemos duplas inolvidables como Bochini y Bertoni’, afirmó entre risas durante un reportaje con FM Radio Con Vos”.

Qué mucha gente que no simpatiza con Macri le diga “Macri gato” ya es algo que Avelluto debería haber tenido en cuenta. Del mismo modo, habría resultado prudente no tildar al cuestionado Peña de ratón. Ahora bien, considerando el tipo de relación que se les atribuye a Batman y a Robin, ¿la comparación habría sido más afortunada? Y en el caso de Simon y Garfunkel, es sabido que el compositor, arreglador e ideólogo del grupo siempre fue Paul Simon, reservándole a Arthur Garfunkel el exclusivo papel de cantante, pero no en todas las ocasiones, de primera voz.

Está claro que todo esto es bastante ridículo, pero aparentemente este es el único tipo de imaginario que Avelluto logra desplegar. Luego, como otros funcionarios de gobierno, diluyó su torpeza en la idea del “equipo”, como si las cagadas que se manda uno fueran a ser las de todos. A esta altura, uno bien podría preguntarse cómo le habrá caído al "equipo" lo de Tom y Jerry, Batman y Robin y Simon & Garfunkel.

Pero hay algo más. Avelluto dijo en la misma entrevista que el presidente y el jefe de gabinete “"Son dos partes de lo mismo y es muy difícil saber dónde termina Macri y donde empieza Marcos”.Él debería saber a esta altura de su moderada carrera política, que nunca el jefe de gabinete puede estar a la misma altura que el presidente, porque, llegado el caso, el jefe de gabinete bien puede ser el fusible que salte para que el presidente siga gobernando. Pensarlo de otra manera, llevaría a suponer que Avelluto no sólo tiene más afinidad con el jefe de gabinete –quien, como muchos creen, es el que lo sostiene en el puesto– que con el que realmente manda, que, por otra parte, no lee. ¿Será así? 

"El mercado interno lo destruyeron, las exportaciones son una complicación; y aunque tenemos una actitud de sobrevivientes, de decir que tenemos que salir, estamos desconcertados, viendo para qué lado disparar..."

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“Editores, libreros y distribuidores coinciden en una mirada que ya era pesimista en la Feria del Libro, y desde entonces sólo ha sumado motivos para la preocupación: ‘Aunque tenemos una actitud de sobrevivientes, estamos desconcertados’”. Tal es la bajada de la nota publicada por Silvina Friera en el diario Página 12 el pasado 8 de septiembre.

“No hay plan editorial
que resista esta crisis económica”

El derrumbe de la industria editorial se acelera por la crisis económica, la devaluación del peso, la inflación y la recesión, una combinación pesadillesca para la cadena del libro. Nadie pronunciará esta expresión, pero la sensación de editores, libreros y distribuidores es que están en terapia intensiva. “El daño ya está hecho”, dice Carlos Díaz, director editorial de Siglo XXI, diagnóstico que comparten otros editores como Leonora Djament, Juan Ignacio Boido, Damián Tabarovsky, Julio Patricio Rovelli López, Juan Manuel Pampín, Graciela Rosenberg, presidenta de la CAL; y el librero y distribuidor Gabriel Waldhuter. Si las ventas se desplomaron casi un 50 por ciento en el período 2015–2018, si el mercado interno está muy deteriorado –adjetivo menos dramático para aquellos que preservan una mínima dosis de esperanza–, la novedad de aplicar retenciones del 12 por ciento a las exportaciones de libros empeora una sobrevivencia cada vez más complicada.

El derrumbe    
Para Mardulce, cuenta el editor y escritor Damián Tabarovsky, mayo y junio estuvieron “muy amesetados, pero al menos las ventas no cayeron, lo cual a esta altura ya es medio milagroso”. “De agosto no tengo aún las cifras, pero algunos libreros ya nos fueron diciendo que son muy malas. Me niego a definir la crisis económica como una ‘corrida cambiaria’ o metáforas como ‘turbulencia’: esto es una tremenda y previsible crisis del modelo económico en vigencia. La edición tiene tiempos lentos, y si miramos entonces los últimos veinticuatro meses, veremos caídas sostenidas de las ventas y aumentos sostenidos de los costos”, advierte Tabarovsky. Julio Patricio Rovelli López, editor de El Cuenco de Plata, señala que el descenso de las ventas es una constante desde 2016. “Entre la Feria y hoy, y la crisis recién empieza, hubo un 20 por ciento de baja. Ahora bien, en un catálogo como el nuestro, dedicado a los clásicos contemporáneos, la caída más preocupante es la de las novedades: se venden cada vez menos, con lo cual el sistema de recuperación y de impresión de títulos nuevos se encuentra en jaque”. Carlos Díaz, de Siglo XXI, traza el panorama de la evolución editorial. “Hasta 2015 veníamos con un crecimiento constante, un año un poquito mejor, otro más flojo, pero siempre en niveles muy altos, hasta que en 2016 caímos; fue la primera caída. En 2017, caímos con respecto al 2016, y este año venimos cayendo con respecto al año pasado. A partir de julio, directamente fue un derrumbe, inclusive respecto a lo que venía siendo el 2018. Este derrumbe se repitió en agosto y lo más probable es que siga en septiembre. Este año no sólo ya está perdido, sino que va a ser durísimo”, subraya el editor de Siglo XXI. 

Juan Ignacio Boido, director editorial del grupo Penguin Random House, confirma que hubo una caída de las ventas en julio. “Los motivos son varios, me imagino. Hay personas que quedaron afuera del consumo. Otras, que seguramente tienen preocupaciones más urgentes y no están buscando el libro del momento o ese del que todos hablan. E incluso los lectores más feroces y persistentes, si en vez de comprar tres libros por mes pasan a comprar dos. También se siente en la venta”, sugiere Boido. Graciela Rosenberg, presidenta de la Cámara Argentina del Libro (CAL), precisa que las ventas en librerías, después de la Feria del Libro, continuaron cayendo. “Entendemos que si bien nuestro sector no tiene gran visibilidad para el común de la gente que está atravesando una caída en las ventas muy importante, en el trienio 2015–2018 la caída acumulada llega al 45 por ciento”, plantea Rosenberg. “Desde la CAL estamos notando que entre 2016 y 2017 la cantidad de novedades del sector comercial no se resintió, aunque sí cayó la tirada promedio en aproximadamente un 30 por ciento. Si hablamos de cantidad de novedades producidas en el primer semestre de 2017 contra el primer semestre 2018, la caída fue del 15 por ciento.”

Gabriel Waldhuter, que tiene la librería y distribuidora Waldhuter, revela que la caída de las ventas en librerías oscila entre un 20 y un 30 por ciento. “Las ventas caen cada vez más por el mismo motivo sobre el cual nos venimos pronunciando: la caída del consumo, el aumento de los precios de los libros, la falta de financiación sin intereses para las compras con tarjeta de crédito, los últimos aumentos de tarifas disparatados. El otro día en la presentación de la próxima Feria del Libro escuché a un funcionario decir que Netflix es la competencia del libro. No, no es la competencia, la gente no lee porque no puede comprarlos”, aclara Waldhuter. “La Feria del Libro se ha transformado con la devaluación, de ser un gran momento de ventas, superior a lo que pensábamos a pesar de la crisis de ese momento, a un hecho prácticamente ruinoso, porque a la hora de pagar la venta fue hecha a otro tipo de cambio”, analiza el distribuidor y librero. “La distribuidora se ve afectada porque vende en pesos y paga en euros o dólares, es decir sus acreencias se mantienen y su deuda crece, y naturalmente también se ve afectada por la baja de ventas en las librerías. En relación a la librería, tenemos la posibilidad que al ser especializada y con una oferta muy variada, a pesar del dólar alto, la venta se ha mantenido, con los niveles del comienzos del 2016, pero nunca se recuperó la caída del 30 por ciento”.

Juan Manuel Pampín, de la editorial Corregidor, dice que los precios de los libros nacionales aumentaron entre un 15 y un 25 por ciento. “En el caso de los grandes grupos editoriales el aumento puede llegar a un promedio de entre el 20 y el 40 por ciento”, aclara Pampín. “Realmente a esta altura es complejo saber cuánto podemos aumentar el precio de un libro. Tenemos que entender que tenemos pocas referencias sobre lo que resulta caro o barato. El común de las PYMES argentinas tenemos que sumarle a todo esto el aumento exponencial que tuvieron los servicios, alquileres y demás gastos relacionados con la comercialización”.

Cambiemos de planes
“El plan siempre está recortándose, en nuestro caso se ha reducido en un 30 por ciento la cantidad de títulos nuevos”. revela Rovelli López de El Cuenco de Plata. “Nuestro sello planifica a dos años los libros que va a publicar y no hay plan que resista esta crisis económica. Hoy sale un libro o dos por mes; antes eran tres más reimpresiones. Julio fue el primer mes en dieciséis años en que no publicamos ninguna novedad. Esperemos a largo plazo imprimir todos los bellos libros que este año tuvimos que postergar. Pagar un contrato en dólares o los derechos de autor en el extranjero es completamente irracional”. Tabarovsky explica que los tiempos de la edición son lentos. “Todavía no se percibió demasiado la devaluación, aunque no tardará en llegar bajo el modo de una profundización de la recesión. Antes de los últimos descalabros ya habíamos decidido pasar dos libros de autores importantes a marzo del año que viene, pero por una cuestión editorial: nos parece que pueden funcionar mejor en esa fecha, cerca de la Feria del Libro, cuyos costos también van en aumento. Fuera de eso, no modificamos las tiradas ni ninguna otra cosa, al menos por ahora”, aclara el editor de Mardulce. Hay editoriales a las que no les resulta tan sencillo modificar el plan, como Siglo XXI. “Cuando estás muy organizado, te cuesta cambiar el plan. Se convierte en un problema. Lo que sí estamos haciendo es ajustar las tiradas, porque si vendemos menos no tiene sentido hacer la misma cantidad de libros que hacíamos cuando estábamos en una época de prosperidad. En lugar de tiradas de 3.000 ejemplares, estamos haciendo 2.500. No tenemos margen para bajarlas más por una cuestión de escala, de precio y de presencia en el mercado”, reconoce Díaz.

“Después del verano ajustamos el plan a las expectativas y a la realidad del año”, admite Boido. “También ajustamos las tiradas a las ventas, porque preferimos reimprimir y distribuir rápido. De todos modos, hay libros que ya no se pueden importar ni imprimir acá con costos razonables, así que esos libros quedarán para más adelante, cuando sea posible”. Los libros de Penguin Random House, añade el editor, aumentaron “muy por debajo de la inflación”. “Es una tensión difícil de resolver, porque no se pueden trasladar todos los costos al precio y a la vez, eso va complicando cada vez más la situación para todos”, advierte Boido. “Si hace apenas un año y medio pensabas en una novela de 700 pesos, te parecía una locura. Hoy es una realidad”.

Llueve sobre mojado    
El incremento de precios es un tema sensible. “Entre la Feria y hoy hay un aumento del 50 por ciento en los costos –eso que la inflación en estos meses no superó el 15 por ciento–, impulsado principalmente por el papel: denunciar el carácter oligopólico y usurero de la empresa Celulosa es solo posible si decimos que lo mismo hace Molinos con el pan, entre otros productos nacionales que se venden en dólares. Todos los insumos suben de manera estrepitosa sin ningún control estatal”, denuncia Rovelli López. “Nosotros tuvimos un solo aumento del 10 por ciento; desde 2016 que tratamos de aumentar los libros cada vez menos, una a dos veces al año –como máximo tres–; perdemos, pero ganamos lectores, seguimos siendo más baratos que las multinacionales y nuestros libros son mejores”, agrega el editor de El Cuenco de Plata. “Hay días que no conseguís papel o hay papel pero no hay precio, que a esta altura, cuando estás curtido, es cuestión de esperar unos días hasta que se acomode el precio”, sintetiza Díaz. “Pero lo que termina sucediendo es que llega un momento en que te convertís casi en un ingeniero en finanzas para poder saber cuánto es el costo real de un libro. Lo que estamos haciendo es poner precios que pueda aguantar el mercado porque necesitamos que los libros sigan vendiéndose, no retroceder del lugar que ocupamos hoy en las librerías. Estas coyunturas siempre nos castigan por la forma que tenemos de comercializar los libros. Mis libros los tienen las librerías en consignación y si quiero hacer un aumento de precios, lo hago un mes más tarde; es imposible que lo haga de un día para el otro. Cuando hay estos saltos tan brutales del dólar, el perjuicio es imposible de esquivar; el daño ya está hecho”.

“Ante cada avalancha informativa sobre la crisis, hay una parálisis en las ventas, una decisión de no consumir, de no gastar. Es obvio que con la devaluación van a subir los costos de los productos dolarizados, como el papel, que se fue convirtiendo en el primer factor del precio de venta de un libro. Hoy es habitual que el costo del papel sea mayor al de una traducción o al de un anticipo a un autor”, confiesa Tabarovsky, y cuenta que incrementó los precios entre un 10 y un 15 por ciento en agosto. “Mardulce tiene una política de precios relativamente bajos; somos de las editoriales cuyos precios de venta son los más bajos del mercado. Ese posicionamiento nos impide llevar a cabo aumentos desmedidos. Pero es también una mirada política: no nos gustan los libros caros, el libro como objeto de lujo. Por supuesto que eso nos obliga a vender más para alcanzar un punto de equilibrio; en vez de vender 10 ejemplares a 500 pesos, tenemos que vender 20 a 250, situación que tiene algo de locura hoy en día...”.

El panorama se complica con las retenciones del 12 por ciento a las exportaciones. “Las retenciones están mal aplicadas y mal pensadas”, asegura Díaz. “Un sector que está muy castigado, que la única escapatoria que le queda es exportar porque el mercado interno está hecho percha, le complican la vida con esto. (Luis Miguel) Etchevehere dice que es una medida extrema y necesaria, que el país está sufriendo y además no es discriminatoria con respecto al campo porque se los pusieron a todos los productos. ¡Pero no es lo mismo Cargill o Bunge & Born que Siglo XXI o Eterna Cadencia! Nuestros niveles de exportación son paupérrimos; lo que van a recaudar es lamentable y nos complica más la vida que otra cosa. Ganar un mercado, tener presencia, es mucho más complejo que cuando vendés commodities como los granos. En la editorial estamos descolocados porque nos dejaron sin plan de acción claro. El mercado interno lo destruyeron, las exportaciones son una complicación; y aunque tenemos una actitud de sobrevivientes, de decir que tenemos que salir, estamos desconcertados, viendo para qué lado disparar... No nos quedan muchos lugares donde mirar para tratar de sacar algo bueno”.

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