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Actualización semanal de firmas para el repudio al dudoso convenio firmado entre la UBA y el consorcio liderado por el Instituto Cervantes

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El éxito de la convocatoria para repudiar el convenio que le otorga valor universal al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española, propuesto por el Instituto Cervantes y un consorcio de universidades de España y Latinoamérica, demuestra que la movilización de la comunidad intelectual de la lengua castellana está lejos de haberse agotado. Por tercera semana consecutiva actualizamos la lista de firmantes ya que,  diariamente siguen llegando adhesiones de todo el espectro de la lengua. Por lo tanto, seguirá abierta la recolección de firmas de todos aquéllos interesados en dejar sentado en este blog su repudio ante un pacto realizado de espaldas a la sociedad.

Como ya se ha explicado, no sólo han firmado la nota que se reproduce a continuación escritores, traductores, correctores, editores, intelectuales en general (historiadores, sociólogos, antropólogos, arqueólogos y periodistas, además de directores teatrales y actores), sino también un gran número de profesores de Literatura Española e Hispanoamericana, lingüistas, filólogos y lexicógrafos, que desempeñan sus tareas en  universidades argentinas y extranjeras. Acaso ellos están mejor capacitados para entender el problema que los contadores, veterinarios y dentistas que votaron positivamente el acuerdo en una sesión del Consejo Superior de la UBA…  quince días posterior al anuncio oficial del Instituto Cervantes en el Congreso de la Lengua de Puerto Rico.

Durante los próximos dos días la solicitada y la lista volverán a estarán disponibles en esta entrada para quien desee consultaras y, eventualmente, sumarse. Para hacerlo sólo tiene que enviar un mail aclubdetraductoresliterarios@gmail.com


Solicitada

Los abajo firmantes, escritores, intelectuales, docentes, investigadores y artistas del universo de la lengua castellana, queremos manifestar nuestro absoluto repudio al Memorándum de Entendimiento, un conjunto breve de artículos, con el cual la UBA se integra al convenio firmado entre el Instituto Cervantes, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Salamanca, que pretende otorgarle al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE) valor universal y hegemónico. Consideramos que se trata de  una grave intromisión en la independencia lingüística de Latinoamérica, así como de un perjuicio a los intereses políticos y comerciales de la región.


A
Martín Abadía, Gabriela Adamo, Lucas Adur, Silvia Aguilera (Chile), Claudia Aguirre, Osvaldo Aguirre, Laura Alcoba (Francia), Diego Alfaro Palma (Chile), Fernando Alfón, Javier Almeida,Mariano Altamirano,Matías Allende Contador (Chile), Adriana Amante, Susana Anaine, Jotaele Andrade,Maria Teresa Andruetto, Daniela Ansa, Angelika Antonio Rubin, María Amelia Arancet Ruda, Graciela Aráoz, Fernanda Aren, Teresa Arijón, Elvira Arnoux, Alessio F. Arredondo,  Adriana Astutti, Alejandra Atadía, Jorge Aulicino, Márgara N. Averbach,
B
Claudia Bacci, Cecilia Bajour, Miguel Balaguer, Alejandro Balazote,  Florencia Baranger-Bedel, Pablo Bardauil, Ian Barnett, Carolina Bartalini,Alcira Bas, Carlos Battilana, Matías Battiston, Eric Beaumatin (Francia),Roberto Bein, Natalia Belenguer, Sonia Bello, Bárbara Belloc,Asher Benatar, Laura Benítez,Julia Benseñor, Daniela Bentancur, Diego Bentivegna, Gladys Berisso, Angel Berlanga, Emilio Bernini, Eduardo Berti, Concepción Bertone, Pablo Betesh, María de los Ángeles Bianchi, Ana Lia Biderman, Sonia Bierbrauer, Mónica Billoni, César Bisso, Andrea Bohrn, Elisa Boland, Karina Bonifatti, Piedad Bonnet (Colombia), Juan Bonilla (España), María Angélica Bonilla, Manuel Borrás (España), Claudia Borzi, Pablo Braun, Matías Bruera
C
Marcelo José Cabarcas Ortega (Colombia), Gabriela Cabezón Cámara, Rubén Faustino Cabrera, Susana Cabuchi, Javier Calvo, Silvia Camerotto, Silvana Campanini, Magdalena Cámpora, Marco Antonio Campos (México), Sibila Camps, Martín Caparrós, Anália Capdevila, Pablo Caramelo, Marina Cardelli, Sandra Carli, Penélope Cartelet, Fabián Casas, Fernanda Castelano Rodrigues (Brasil), Alejandro Castro, Nora Catelli, Maite Celada (Brasil), Rocío Cerón (México), Valeria Cervero, Sergio Chejfec, Matías Chiappe (Japón), Ricardo Chiesa, Micaela Chirif (Perú), Luis Chitarroni, Federico Ciamberlini,Oliverio Coelho, Marcelo Cohen, Sara Cohen, Andrea Cofán, Javier Cófreces, Vanina Colagiovanni, Nicolás Coletto, María del Carmen Colombo, Gabriela Comte, Carlos Roberto Conde Romero (México) Estela Consigli, Jorge Consiglio, Sandra Contreras, Lucila Cordone, Luciana Cordo Russo, Juan David Correa (Colombia), Sylvia Costa, Flor Cresta, Américo Cristófalo, Claudio Crivelli, Marcela Croce, Adriana Cristina Crolla, Esther Cross, Anna Crowe (Escocia),
D
Julián D'Alessandro,Guillermo David, Juan José Delaney, Silvia Delfino, Pablo De Santis, Valentín Díaz, Mariana Di Cío (Francia), Ariel Dilon, María Teresa D'Meza (Cuba), Mariana Dimópulos, María di Stefano, Ignacio Di Tulio, Ángela Lucía Di Tullio,Leonora Djament, Jordi Doce (España), Nora Domínguez Rubio, Leandro Donoso, Elsa Drucaroff,
E
Víctor Ego Ducrot,Andrés Ehrenhaus, Laszlo Elderyi (Uruguay), Neide Elias (Brasil),Verónica Engler, Carolina Esses, Juan José Estévez,
F
Geneviève Fabry (Bélgica), Sylvia Falchuk,Ángel Faretta, Adriana Fernández, Nancy Fernández, Martina Fernández Polcuch, Gustavo Fernández Walker, Tamara Figueroa, Judith Filc (Estados Unidos), Diego Fischerman, Graciela Foglia (Brasil), Laura Fólica, Jorge Fondebrider, Diego Forte, Ana Franco (México), Daniel Freidemberg, Silvina Friera, Leonardo Funes, Alejandra Furfaro,
G
Pablo Gaiano, Carlos Gamerro, Lélia Gándara, Inés García Botana, Antonia García Castro, Gabriela García Cedro, Emilio GarcíaWehbi, Marietta Gargatagli, Inés Garland, Florencia Garramuño, Miguel Gaya, Jorge Geffner,  Francisco Gelman Constantin, Alicia Genovese, Mabel Giammatteo, Daniel Gigena, Sol Gil, Abel Gilbert, Paula Giménez Zapiola, Gabriel Giorgi, Mónica Girón, Marisa Godoy, Graciela Goldchluk, Víctor Goldstein, Alejandro González, Betina González, Horacio González, Jonio González, Rafael Goñi, Inés Grimland, Ezequiel Grimson, Lucía Grodsinsky, Roberto Guareschi, Leila Guerriero, Richard Gwyn (Gales),
H
Fabián Haim, Claudia Hartfiel, Liliana Hayat, Liliana Heer, Itziar Hernández (España), Patricia Hernández, Frida Herz,Alejandro Horowicz, Luis Francisco Houlin Dintrans,
I
Carla Imbrogno, Pablo Imen, Pablo Ingberg, José Insúa, Fabián Osvaldo Iriarte,Pola Iriarte (Chile), Jorge Isaías,
J
David Jacobson, Natalia Jakubecki, Alexandra Jamieson Barreiro, Darío Jaramillo Agudelo (Colombia), Noé Jitrik, Silvia Jurovietzky, Mario Jursich (Colombia),  
K
Tamara Kamenszain, Laura Kaplan, Alejandra Patricia Karamanian,Alejandro Kaufman, Sergio Kiernan, Guillermo Korn, Laura Malena Kornfeld, Eduardo Kragelund,Christian Kupchik,
L
Juan Manuel Lacalle, Patricia Lálage del Vall, María Lanese, Alicia Laplace, Alejandra Laurencich, Daniela Lauria,Denise León,Mara Faye Lethem (Estados Unidos), Mauro Libertella, Daniel Link, Jorge Locane (Alemania), María Rosa Lojo, María Pía López, Eugenio López Arriazu, Carlos López Beltrán (México), Pura López Colomé (México), Ana María Lorandi, Diego Lorenzo, Carolina Lozada (Venezuela), Gabriel Lozano, Marcela Lucero,
M
Ariel Magnus, Silvia Maldonado, Elena Marengo, Lucas Margarit, Daniel Martínez, Uriel Martínez Venegas (México),Claudia Masín, Carlos Masotta, Mirtha Paula Mazzocchi, Víctor Manuel Mendiola (México), Ricardo Mendoza Rademacher (Chile), Andrea Menegotto, Tununa Mercado, Mercedes Merino, Silvana Meta, Eduardo Milán (Uruguay), Ignacio Miret, Javier Mocarquer (Estados Unidos), Cristian Molina, Rodrigo Molina-Zavalía, Sylvia Molloy, Rafael Mondragón (México), Mario Montalbetti (Perú), Graciela Montaldo, René Montero Montano (México), Fabio Morábito (México), Juan Carlos Moreno Cabrera (España), Graciela Morgade, Julieta Mortati, José Luis Moure, Debi Mundani, Hugo Murno,
N
Adelaide Navarret, Juana Nicolaou, Michel Nieva, Valentina Noblia,Alejandro de Nuñez,
O
Julieta Obedman, Alejandra Obermeier, Ana Ojeda, Leonardo Oksman, Sebastián Olaso, Alejandro Olazabal, Lucrecia Orensanz (México), Diana M. Ortega, María Gabriela Ortiz, Pablo Ortiz (Estados Unidos), Alexandra Ortiz Wallner (Alemania), Elsa Osorio, Araceli Otamendi, Sonia Otamendi, Rafael Felipe Oteriño,
P
Cecilia Palmeiro, Lucas Panaia, Tamara Padrón Abreu, Aldo Parfeniuk, Sandra Pasquini, Hilda Paz, Ingrid Pelicori, Diego Peller, Marina Inés Pepe, Claudia Pérez, Cecilia Pérez de Micou, Paula Pérez Alonso, Graciela Perosio, Lucas Petersen, Miguel Ángel Petrecca, Gabriela Clara Pignataro, Claudia Piñeiro, Nancy Viviana Piñeiro,Silvina Poch, José Maria Poirier, Antonio José Ponte (Cuba/España), Ángela Pradelli, Ana Pruis, Agnieszka Julia Ptak,  Mercedes Pujalte, María Lucía Puppo,
R
Alejandro Raiter, María Laura Ramos, Olga Regueira, María Cristina Renard, Jorge Revsin, Alicia Silvia Rey, Esteban Javier Rico, Cynthia Rimsky (Chile), Armando Roa Vial (Chile), Victoria Rodríguez Lacrouts, Waldo Rojas (Chile), Mariana Romo Carmona (Estados Unidos), Gonzalo Roncedo,Hernán Ronsino, Fernando Rouaux, Mario Rucavado Rojas,Natalia Ruhl, Facundo Ruiz, Pablo Martín Ruiz (Estados Unidos), Ricardo Ruiz,
S
Guillermo Saavedra, Julia Sabena, Alejandro Schmidt, Scott Sadowsky (Chile), Elisa Salzmann, Daniel Samoilovich, Beatriz Sarlo, Vivian Scheinsohn, María Jimena Schere, Federico Schuster, Francisco Segovia (México), Gabriel Seisdedos, Gabriel Senanes, Silvia Senz Bueno (España), Jessica Sequeria (Estados Unidos), Matías Serra Bradford, Marina Serrano, Pedro Serrano (México), Nora Sforza, Lorna Shaugnessy (Irlanda), Ana María Shua, Luciana Sierra, Alberto Silva Castro, Gastón Sironi, Paulo Slachevsky (Chile), Perla Sneh, Ricardo Soca, Ada Solari, Margarita Solli, Mikel Soto Nolasco (País Vasco),  Rafael Spregelburd, Eduardo Stupía, Julieta Sueldo Boedo (Brasil), Jorgelina Sureda, Maristella Svampa, Mariano Sverdloff, Santiago Sylvester, Alberto Szpunberg,
T
Sergio Tanoni, Carles Tàvec,Federico E. Testoni, Diana Theocharidis, Mario Tomé, Sandra Toro, Jorge Torres Zavaleta, Diego Trelles Paz (Perú),
U
Lidia Unger, Pablo Usabiaga, Teresa Usandivaras, Alejandra Uslenghi (Estados Unidos), Leandro Uteda,
V
Luisa Valenzuela, Gustavo Valle (Venezuela), Graciana Vázquez Villanueva,Diana Vega, Ana Vellegal, Luciana Velloso, Santiago Venturini, Carmen Verlichak, Pedro Ignacio Vicuña (Chile), Gabriela Villalba, Claudio Villarreal, Silvia Villegas, Juan Villoro (México), Elena Vinelli, Marcela Visconti, Miguel Vitagliano, Martín Vitton,
W
Miguel Wald, David Wapner, Gerardo Wehinger, Laura Wittner, Marcela Woods,
Y
Débora Yánover
Z
Horacio Zabaljáuregui, Enrique Zattara Hernández,Amelia Zerrillo, Pablo Zdrojewski, Verónica Zondek (Chile), Julia Zullo.


Universidades e instituciones educativas a las que pertenecen los firmantes

Universidad Católica Argentina (Argentina)
Universidad de Belgrano (Argentina)
Universidad de Buenos Aires (Argentina)
Universidad de San Andrés (Argentina)
Universidad del Salvador (Argentina)
Universidad Nacional Arturo Jauretche (Argentina)
Universidad Nacional de La Plata
Universidad Nacional de Mar del Plata
Universidad Nacional de Rosario (Argentina)
Universidad Nacional de San Luis (Argentina)
Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina)
IES en Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández" (Argentina)
ENSLV "Sofía E. Broquen de Spangenberg" (Argentina)
Instituto Superior de Formación Docente 3 San Martín de los Andes  (Argentina)
Universidad Federal de São Paulo (Brasil)
Universidad Católica de Chile (Chile)
Universidad Jorge Tadeo Lozano, sede Caribe. Cartagena (Colombia)
UNAM (México)
Universidad de la República (Uruguay)
New York University (Estados Unidos)
Providence College (Estados Unidos)
UC Davis (Estados Unidos)
Tufts University (Estados Unidos) 
Humboldt-Universität zu Berlin (Alemania)
Universidad Libre de Berlín (Alemania)
Universidad Autónoma de Madrid (España)
Universitat Pompeu Fabra (Barcelona / España)
Université de Lille 3 (Francia)
Université Sorbonne Nouvelle Paris III (Francia)
Université Catholique de Louvain (Bélgica)
Tokyo University (Japón)

Adhesiones Institucionales

Centro PEN Argentina
Programa de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados

Diccionario Latinoamericano de 

"Un factor de estabilidad política en las zonas de expansión"

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Silvina Friera firma la siguiente nota, publicada en el diario Página 12 el 15 de mayo pasado, donde se recogen los ecos del repudio que escritores, traductores, correctores, editores, docentes e investigadores manifiestan con el acuerdo entre la U.B.A. y el consorcio liderado por el Instituto Cervantes. La nota conexa, escrita por el Administrador de este blog, se publicará mañana.

Con la soberanía lingüística en riesgo

La soberanía lingüística está en peligro por la maquinaria de negocios que implica certificar el “correcto” dominio de la lengua castellana. Escritores, traductores, docentes universitarios, editores y artistas como los mexicanos Juan Villoro y Fabio Morabito, más los argentinos Noé Jitrik, María Teresa Andruetto, Tamara Kamenszain, Alberto Szpunberg, Luis Chitarroni, Tununa Mercado, Horacio González, Daniel Link, Leonora Djament, Gabriela Adamo, Elsa Drucaroff, Carlos Gamerro, Jorge Fondebrider (ver aparte), Betina González, María Pía López, Fabián Casas, Ingrid Pelicori, Rafael Spregelburd y Emilio García Wehbi, entre tantos otros, repudian el “Memorándum de Entendimiento”, un conjunto breve de artículos por el cual la Universidad de Buenos Aires (UBA) se integra al convenio firmado entre el Instituto Cervantes, la Universidad NacionalAutónoma de México (UNAM) y la Universidad de Salamanca, que pretende otorgarle al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE) valor universal y hegemónico. “Se trata de una grave intromisión en la independencia lingüística de América latina, así como de un perjuicio a los intereses políticos y comerciales de la región”, alertan en una carta que suma cada vez más adhesiones en todo el mundo.

La UBAforma parte del Consorcio ELSE (Español Lengua Segunda y Extranjera), constituido en 2001 e integrado por 35 universidades nacionales, un organismo que generó mecanismos propios de evaluación del español como lengua extranjera y ofrece una certificación argentina: CELU (Certificado de Español: Lengua y Uso). Desde “Letras Vuelve”, una agrupación de graduados de la carrera de Letras de la UBA, rechazan el convenio firmado para avalar y homologar el SIELE porque el “Memorándum de Entendimiento” fue acordado por el rectorado de la universidad “de forma totalmente inconsulta y a espaldas de la comunidad académica” el pasado 30 de marzo. Los graduados advierten que este accionar constituye “un ataque directo a las políticas lingüísticas que los especialistas de nuestro país vienen desarrollando desde hace más de 25 años”.

¿La estrategia del Instituto Cervantes de España es una nueva forma de imperialismo lingüístico? El escritor Américo Cristófalo, vicedecano de la facultad de Filosofía y Letras de la UBA, plantea que sería equivalente, pero habría que hacer una “traducción” al período neoliberal. “Este tipo de instituciones de la lengua, como la Alianza Francesa, la asociación Dante Alighieri o el Instituto Goethe, son muy propias del período de expansión imperialista clásica de algunos países centrales europeos. El instituto Cervantes se fundó en los años 90 con el ingreso de España a la comunidad Europea y parece pertenecer más a las políticas de la globalización; representaría la expansión de la lengua en un período en que no queda comprometida la cuestión territorial en sí misma, sino que apunta a la hegemonía de las grandes corporaciones. Las empresas que avalan y sostienen al Cervantes son Repsol, YPF, Telefónica, Iberia; empresas que tuvieron un rol muy activo en los procesos de privatización de América latina. Los imperios siempre supieron que la lengua era un motivo fundamental de estabilidad política en las zonas de expansión”, recuerda el escritor a Página/12.

Lo que parece estar en juego es el campo inmediato de un examen de acreditación universal del español, cuyo costo ascendería a 150 euros. Se puede hacer un cálculo aproximado mediante una cifra que aporta Cristófalo: 60.000 personas en todo el mundo rindieron el DELE (Diploma del Español como Lengua Extranjera), el examen anterior al SIELE. Si se toma esa cifra y se la multiplica por 150 euros, arroja un total de 9.000.000 millones de euros. Como son cuatro las instituciones que intervienen –el Instituto Cervantes más tres universidades– quedarían unos 2.250.000 millones de euros para cada una. La UBA recibiría unos 38.250.000 millones de pesos, una cifra insignificante o menor si se la compara con el presupuesto general de la universidad: 8 mil millones de pesos. ¿Por dónde pasa el negocio? “Una vez que firmaron el acuerdo, lo primero que hicieron fue ver a quién le daban la plataforma digital para hacer el examen –cuenta Cristófalo–. ¿A quién se la dieron? A Telefónica de España. ¿Por qué se la otorgaron a la Telefónica en vez de alguna facultad de Ingeniería de la UNAM o la UBA? Telefónica es la avanzada del conjunto de negocios españoles vinculados a la comunicación en América latina. La tajada grande del negocio no está en el examen mismo”.


Telefónica acompaña, financia y recauda, mientras la UBA se baja los lienzos

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Lo que sigue es la columna de opinión que acompañó a la nota de Silvina Friera, publicada en el diario Página 12 del 15 de mayo pasado. La firma corresponde al Administrador de este blog.


Espejitos de colores

Hace ya algunos años, el gobierno español asoció la “Marca España” –política de Estado, cuyo objetivo es mejorar la imagen del país, tanto en el interior como en el exterior, a lo que, no sin cierta falta de elegancia, llaman “español” (como si lo que hablan vascos, catalanes, gallegos y andaluces no fueran lenguas españolas). Esa asociación vino acompañada de una serie de acciones que dejan bien en claro quién quiere mandar en esa lengua –a la que, para abreviar, llamaremos “castellano”–, hablada por 400 millones de personas, de las cuales sólo 46 millones son españoles. Así, la Real AcademiaEspañola, el Instituto Cervantes y la Fundéu BBVA (“fundación para el español urgente”, cuyos esfuerzos, financiados por un banco español, se dirigen a corregir los “errores” de los periodistas latinoamericanos) han sido hasta ahora las principales caras visibles de esta arremetida que tiene al menos dos vertientes. Una es política: el avance de la hegemonía española sobre la soberanía lingüística de los países latinoamericanos. La otra, comercial: sistemas de aprendizaje y evaluación de la lengua vendidos a través del Instituto Cervantes y diccionarios y gramáticas impuestos por la Real AcademiaEspañola. Otro tipo de instituciones ibéricas “acompañan”, financian y recaudan. Tal es el caso de Telefónica y, en los últimos años, la Editorial Planeta.A estas fealdades se ha opuesto sistemáticamente la Argentina, que, hace ya más de una década, con la participación de la UBA entre otras universidades nacionales, produjo su propio método de evaluación del castellano. Unas semanas atrás, los especialistas de planificación y políticas lingüísticas de esa casa de estudios se enteraron de que su universidad, la mayor de la Argentina, firmó un acuerdo con el Instituto Cervantes, la Universidad de Salamanca y la UNAM de México para privilegiar el sistema de evaluación español, dejando así de ser un obstáculo para los objetivos peninsulares. Todo esto se aprobó con el acuerdo de médicos, ingenieros, veterinarios, farmacéuticos y odontólogos, y el voto en contra de los representantes de las Facultades de Filosofía y Letras (especializada en la temática en cuestión), Exactas y Naturales, y Sociales en una sesión del Consejo Superior de la UBA, realizada en el Rectorado el 30 de marzo pasado, a la que ni siquiera se permitió el ingreso –no ya la consulta–, de los especialistas. De todos modos, el anuncio de la firma tuvo lugar en el VII Congreso Internacional de la Lengua, que se desarrolló en Puerto Rico entre el 15 y el 17 de marzo, días antes de que se aprobara en la UBA. Todo esto abre las puertas a un sinnúmero de opciones: por ejemplo, los filólogos y latinistas podrían crear un nuevo protocolo para los tratamientos de conducto; los lingüistas, en cambio, podrían intervenir en las decisiones sobre la inseminación artificial de vaquillonas, y así sucesivamente, mientras las instituciones españolas –severamente criticadas en origen por los propios españoles– nos siguen vendiendo espejitos de colores y avanzando sobre nuestros intereses y soberanía.

Aquí se puede ver el comentario del papelón de la U.B.A con el SIELE. por la Tevé Pública

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En la noche del sábado 14 de mayo pasado, se emitió por la Tevé Pública una nueva edición del programa Los Siete Locos, que hace 29 años conduce Cristina Mucci. Los invitados fueron Ezequiel Martínez, flamante director de cultura de la Biblioteca Nacional, la novelista y editora Paula Pérez Alonso y el Administrador de este blog.

El programa completo puede verse siguiendo este link: 
http://www.tvpublica.com.ar/articulo/los-libros-y-la-lengua/

Una vez que comienza el primer video, en el extremo superior izquierdo hay una indicación 1/5, referida a los distintos bloques. Luego de hacer clic sobre ésta, los bloques se despliegan. La entrevista está en el número 3.

En ese tercer bloque, se habló fundamentalmente de la adhesión al SIELE por parte de la U.B.A. y de la solicitada publicada en este blog, firmada por un gran número de escritores, traductores, editores, correctores, investigadores y docentes en general. Entre otras cosas, como puede verse, se comentó el abrumador silencio por parte de las autoridades de la U.B.A. --excepción hecha al veterinario que se ocupa de las Relaciones Internacionales--, quienes no sólo no se manifestaron, sino que tampoco explicaron las razones por las que decidieron participar en el acuerdo con el Instituto Cervantes y Telefónica de España.  

“La Argentina es un país duro, difícil"

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El 16 de mayo pasado,Luisa Corradini publicó el siguiente artículo en el diario La Nación, de Buenos Aires. Ahí da cuenta de un diccionario sobre la Argentina recientemente publicado en Francia.

Diccionario insólito argentino, con acento bien francés

PARÍS.– Para Anne Papazoglou, la Argentina fue un sueño de adolescente que, a fuerza de perseverancia, terminó convirtiendo en realidad. Y, como suele suceder con los extranjeros, esa francesa autora de un delicioso “Diccionario insólito” de nuestro país es mucho más generosa y clemente que sus propios habitantes, cuando se trata de evaluarlo. Anne comenzó a fantasear con la Argentina en la escuela. “Como para la mayoría de los franceses, ese nombre evocaba en mi imaginación un país hecho de metal precioso (en francés, argent, significa plata). Entonces decidí aprender el español”, relató en París pocos días después de la publicación de su libro.Con el tiempo –y a fuerza de constancia–, Anne recorrió todas las etapas de la integración. Editora en Francia, en un momento planeó viajar a la Argentina y fundar un café literario, pero los vaivenes de la economía desmoronaron sus planes y la obligaron a buscar otras ideas.”En eso estaba cuando sucedió lo que debía suceder”, confiesa. Hace 19 años, durante unas vacaciones en un pequeño pueblo del interior francés, Anne conoció a quien se convertiría en el hombre de su vida y el padre de sus dos hijos. El lector ya lo adivinó: un argentino.

Esa alianza sentimental la llevó a Buenos Aires durante algunos años y consolidó su afecto por el país.

“Tengo una profunda admiración por ese maravilloso pueblo”, dice. “La Argentina es un país duro, difícil, donde la gente pierde todo de la noche a la mañana, pero es capaz de salir adelante con una infinita imaginación y, sobre todo, con solidaridad”, agrega.

De regreso a París, tal vez como una forma de no alejarse para siempre, Anne Papazoglou se lanzó en la redacción de su Dictionnaire insolite de l'Argentine, publicado el mes pasado por Ediciones Cosmopole.

Conventillo. Escrache. Empleados ñoquis. Hiperinflación. Mate. Nostalgia. Patillas. Perón-Perón. Telo. Trucho. Verlán... Escrito con la precisión de un entomólogo, cada entrada del diccionario de 159 páginas es una pequeña perla de la cultura argentina que deja adivinar el afecto de la autora por el país.

¿Si piensa regresar? “Con toda seguridad. Este libro cumplió su misión: darme unas ganas enormes de volver. Tanto –asegura– que hasta conservé los derechos de traducción para la Argentina. Esetrabajo pienso hacerlo yo.”


Hay que estar atento a esta Escaramuza

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El pasado 11 de mayo, sin firma, el diario Clarín publicó el siguiente artículo a propósito de la creación de una nueva librería argentino-uruguaya en Montevideo.

Crean una librería rioplatense en Montevideo

Eterna Cadencia, la librería porteña de una editorial que es líder entre las independientes, cruza el río y abre una librería y distribuidora en Montevideo. No lo hacen solos sino asociados con un par uruguayo. La nueva librería se llamará Escaramuza y en ella Pablo Braun, el dueño de “Eterna” trabajará con Alejandro Lagazetta, que también tiene una librería “La Lupa” y una editorial “Criatura Editora”, cuyos libros se están empezando a distribuir en la Argentina tras la apertura de la importación.

“La idea es ser un poco un puente; nos dimos cuenta de que autores que andaban bien en un país no entraban en el otro”, dice Braun.

Para esto, consiguieron una casa antigua, con fondo entre los barrios de Parque Rodo y Cordón, “una zona que está creciendo, con universidades, negocios de diseño, bares y la Fundación Benedetti”, dice Lagazetta.

Allí habrá, además de 700 metros de estanterías para los libros, presentaciones, cursos, talleres.

La distribuidora, por su parte, llevará y traerá el material de editoriales independientes, armando una especie de canal paralelo al habitual, por donde se mueven las grandes.

¿Un peligro? “Cuando un músico uruguayo empieza a ser famoso en la Argentina pierde seguidores en Uruguay”, dice Lagazetta.

Inaugura el 28.


Por cuarta semana consecutiva se publica la solicitada contra el SIELE y, pese a que la lista de firmantes crece, las autoridades de la UBA no dan explicaciones

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El éxito de la convocatoria para repudiar el convenio que le otorga valor universal al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española, propuesto por el Instituto Cervantes y un consorcio de universidades de España y Latinoamérica, demuestra que la movilización de la comunidad intelectual de la lengua castellana está lejos de haberse agotado. Por cuarta semana consecutiva actualizamos la lista de firmantes ya que,  diariamente siguen llegando adhesiones de todo el espectro de la lengua. Por lo tanto, seguirá abierta la recolección de firmas de todos aquéllos interesados en dejar sentado en este blog su repudio ante un pacto realizado de espaldas a la sociedad.

Como ya se ha explicado, no sólo han firmado la nota que se reproduce a continuación escritores, traductores, correctores, editores, intelectuales en general (historiadores, sociólogos, antropólogos, arqueólogos y periodistas, además de directores teatrales y actores), sino también un gran número de profesores de Literatura Española e Hispanoamericana, lingüistas, filólogos y lexicógrafos, que desempeñan sus tareas en  universidades argentinas y extranjeras. Acaso ellos están mejor capacitados para entender el problema que los contadores, veterinarios y dentistas que votaron positivamente el acuerdo en una sesión del Consejo Superior de la UBA…  quince días posterior al anuncio oficial del Instituto Cervantes en el Congreso de la Lengua de Puerto Rico.

Durante los próximos dos días la solicitada y la lista volverán a estarán disponibles en esta entrada para quien desee consultaras y, eventualmente, sumarse. Para hacerlo sólo tiene que enviar un mail aclubdetraductoresliterarios@gmail.com


Solicitada

Los abajo firmantes, escritores, intelectuales, docentes, investigadores y artistas del universo de la lengua castellana, queremos manifestar nuestro absoluto repudio al Memorándum de Entendimiento, un conjunto breve de artículos, con el cual la UBA se integra al convenio firmado entre el Instituto Cervantes, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Salamanca, que pretende otorgarle al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE) valor universal y hegemónico. Consideramos que se trata de  una grave intromisión en la independencia lingüística de Latinoamérica, así como de un perjuicio a los intereses políticos y comerciales de la región.


A
Martín Abadía, Gabriela Adamo, Lucas Adur, Silvia Aguilera (Chile), Claudia Aguirre, Osvaldo Aguirre, Laura Alcoba (Francia), Diego Alfaro Palma (Chile), Fernando Alfón, Javier Almeida,Mariano Altamirano,Matías Allende Contador (Chile), Adriana Amante, Susana Anaine, Jotaele Andrade,Maria Teresa Andruetto, Daniela Ansa, Angelika Antonio Rubin, María Amelia Arancet Ruda, Graciela Aráoz, Fernanda Aren, Teresa Arijón, Elvira Arnoux, Alessio F. Arredondo,  Adriana Astutti, Alejandra Atadía, Jorge Aulicino, Márgara N. Averbach,
B
Claudia Bacci, Cecilia Bajour, Miguel Balaguer, Alejandro Balazote,  Florencia Baranger-Bedel, Pablo Bardauil, Julina Barembuem (Francia), Ian Barnett, Carolina Bartalini,Alcira Bas, Carlos Battilana, Matías Battiston, Gustavo Beade, Eric Beaumatin (Francia),Roberto Bein, Natalia Belenguer, Sonia Bello, Bárbara Belloc,Asher Benatar, Laura Benítez,Julia Benseñor, Daniela Bentancur, Diego Bentivegna, Gladys Berisso, Angel Berlanga, Emilio Bernini, Eduardo Berti, Concepción Bertone, Pablo Betesh, María de los Ángeles Bianchi, Ana Lia Biderman, Sonia Bierbrauer, Mónica Billoni, César Bisso, Andrea Bohrn, Elisa Boland, Karina Bonifatti, Piedad Bonnet (Colombia), Juan Bonilla (España), María Angélica Bonilla, Manuel Borrás (España), Claudia Borzi, Pablo Braun, Matías Bruera
C
Marcelo José Cabarcas Ortega (Colombia), Gabriela Cabezón Cámara, Rubén Faustino Cabrera, Susana Cabuchi, Javier Calvo, Silvia Camerotto, Silvana Campanini, Magdalena Cámpora, Marco Antonio Campos (México), Sibila Camps, Martín Caparrós, Anália Capdevila, Pablo Caramelo, Marina Cardelli, Sandra Carli, Penélope Cartelet, Fabián Casas, Fernanda Castelano Rodrigues (Brasil), Alejandro Castro, Nora Catelli, Maite Celada (Brasil), Rocío Cerón (México), Valeria Cervero, Sergio Chejfec, Matías Chiappe (Japón), Ricardo Chiesa, Micaela Chirif (Perú), Luis Chitarroni, Federico Ciamberlini,Oliverio Coelho, Marcelo Cohen, Sara Cohen, Andrea Cofán, Javier Cófreces, Vanina Colagiovanni, Nicolás Coletto, María del Carmen Colombo, Gabriela Comte, Carlos Roberto Conde Romero (México) Estela Consigli, Jorge Consiglio, Sandra Contreras, Lucila Cordone, Luciana Cordo Russo, Juan David Correa (Colombia), Sylvia Costa, Flor Cresta, Américo Cristófalo, Claudio Crivelli, Marcela Croce, Adriana Cristina Crolla, Esther Cross, Anna Crowe (Escocia),
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Julián D'Alessandro,Guillermo David, Juan José Delaney, Silvia Delfino, Pablo De Santis, Valentín Díaz, Mariana Di Cío (Francia), Ariel Dilon, María Teresa D'Meza (Cuba), Mariana Dimópulos, María di Stefano, Ignacio Di Tulio, Ángela Lucía Di Tullio,Leonora Djament, Jordi Doce (España), Nora Domínguez Rubio, Leandro Donoso, Elsa Drucaroff,
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Víctor Ego Ducrot,Andrés Ehrenhaus, Laszlo Elderyi (Uruguay), Neide Elias (Brasil),Verónica Engler, Carolina Esses, Juan José Estévez,
F
Geneviève Fabry (Bélgica), Sylvia Falchuk,Ángel Faretta, Adriana Fernández, Nancy Fernández, Zulema Fernández, Inés Fernández Moreno, Martina Fernández Polcuch, Gustavo Fernández Walker, Alex Ferrara, Horacio Fiebelkorn, Tamara Figueroa, Judith Filc (Estados Unidos), Diego Fischerman, Graciela Foglia (Brasil), Laura Fólica, Jorge Fondebrider, Diego Forte, Ana Franco (México), Daniel Freidemberg, Silvina Friera, Leonardo Funes, Alejandra Furfaro,
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Pablo Gaiano, Carlos Gamerro, Lélia Gándara, Inés García Botana, Antonia García Castro, Gabriela García Cedro, Emilio GarcíaWehbi, Marietta Gargatagli, Inés Garland, Florencia Garramuño, Miguel Gaya, Jorge Geffner,  Francisco Gelman Constantin, Alicia Genovese, Mabel Giammatteo, Pablo Gianera, Daniel Gigena, Sol Gil, Abel Gilbert, Paula Giménez Zapiola, Gabriel Giorgi, Mónica Girón, Marisa Godoy, Graciela Goldchluk, Víctor Goldstein, Alejandro González, Betina González, Horacio González, Jonio González, Rafael Goñi, Inés Grimland, Ezequiel Grimson, Lucía Grodsinsky, Roberto Guareschi, Leila Guerriero, Richard Gwyn (Gales),
H
Fabián Haim, Claudia Hartfiel, Liliana Hayat, Liliana Heer, Itziar Hernández (España), Patricia Hernández, Frida Herz,Alejandro Horowicz, Luis Francisco Houlin Dintrans,
I
Carla Imbrogno, Pablo Imen, Pablo Ingberg, José Insúa, Fabián Osvaldo Iriarte,Pola Iriarte (Chile), Jorge Isaías,
J
David Jacobson, Natalia Jakubecki, Alexandra Jamieson Barreiro, Darío Jaramillo Agudelo (Colombia), Noé Jitrik, Silvia Jurovietzky, Mario Jursich (Colombia),  
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Tamara Kamenszain, Laura Kaplan, Alejandra Patricia Karamanian,Alejandro Kaufman, Sergio Kiernan, Guillermo Korn, Laura Malena Kornfeld, Eduardo Kragelund,Christian Kupchik,
L
Juan Manuel Lacalle, Patricia Lálage del Vall, María Lanese, Alicia Laplace, Alejandra Laurencich, Daniela Lauria,Denise León,Mara Faye Lethem (Estados Unidos), Mauro Libertella, Daniel Link, Jorge Locane (Alemania), María Rosa Lojo, María Pía López, Eugenio López Arriazu, Carlos López Beltrán (México), Pura López Colomé (México), Ana María Lorandi, Diego Lorenzo, Carolina Lozada (Venezuela), Gabriel Lozano, Marcela Lucero,
M
Ariel Magnus, Silvia Maldonado, Elena Marengo, Lucas Margarit, María Moreno, Daniel Martínez, Uriel Martínez Venegas (México),Claudia Masín, Carlos Masotta, Mirtha Paula Mazzocchi, Víctor Manuel Mendiola (México), Ricardo Mendoza Rademacher (Chile), Andrea Menegotto, Tununa Mercado, Mercedes Merino, Silvana Meta, Eduardo Milán (Uruguay), Ignacio Miret, Javier Mocarquer (Estados Unidos), Cristian Molina, Rodrigo Molina-Zavalía, Sylvia Molloy, Rafael Mondragón (México), Mario Montalbetti (Perú), Graciela Montaldo, René Montero Montano (México), Miguel Ángel Montezanti, Fabio Morábito (México), Juan Carlos Moreno Cabrera (España), Graciela Morgade, Julieta Mortati, José Luis Moure, Debi Mundani, Hugo Murno,
N
Adelaide Navarret, Juana Nicolaou, Michel Nieva, Valentina Noblia,Alejandro de Nuñez,
O
Julieta Obedman, Alejandra Obermeier, Elena Luján Odriozola,Ana Ojeda, Leonardo Oksman, Sebastián Olaso, Alejandro Olazabal, Lucrecia Orensanz (México), Diana M. Ortega, María Gabriela Ortiz, Pablo Ortiz (Estados Unidos), Alexandra Ortiz Wallner (Alemania), Elsa Osorio, Araceli Otamendi, Sonia Otamendi, Rafael Felipe Oteriño,
P
Cecilia Palmeiro, Lucas Panaia, Tamara Padrón Abreu, Aldo Parfeniuk, Sandra Pasquini, Hilda Paz, Ingrid Pelicori, Diego Peller, Marina Inés Pepe, Claudia Pérez, Cecilia Pérez de Micou, Paula Pérez Alonso, Graciela Perosio, Lucas Petersen, Miguel Ángel Petrecca, Maria Pibernus, Gabriela Clara Pignataro, Claudia Piñeiro, Nancy Viviana Piñeiro,Silvina Poch, José Maria Poirier, Antonio José Ponte (Cuba/España), Ángela Pradelli, Ana Pruis, Agnieszka Julia Ptak,  Mercedes Pujalte, María Lucía Puppo,
R
Alejandro Raiter, María Laura Ramos, Olga Regueira, María Cristina Renard, Jorge Revsin, Alicia Silvia Rey, Esteban Javier Rico, Cynthia Rimsky (Chile), Armando Roa Vial (Chile), Victoria Rodríguez Lacrouts, Waldo Rojas (Chile), Mariana Romo Carmona (Estados Unidos), Gonzalo Roncedo,Hernán Ronsino, Silvia Rotemberg, Fernando Rouaux, Mario Rucavado Rojas,Natalia Ruhl, Facundo Ruiz, Pablo Martín Ruiz (Estados Unidos), Ricardo Ruiz,
S
Guillermo Saavedra, Julia Sabena, Ina Salazar (Perú/Francia), Alejandro Schmidt, Scott Sadowsky (Chile), Elisa Salzmann, Daniel Samoilovich, Beatriz Sarlo, Vivian Scheinsohn, María Jimena Schere, Gabriela Schon, Federico Schuster, Francisco Segovia (México), Gabriel Seisdedos, Gabriel Senanes, Silvia Senz Bueno (España), Jessica Sequeria (Estados Unidos), Matías Serra Bradford, Marina Serrano, Pedro Serrano (México), Nora Sforza, Lorna Shaugnessy (Irlanda), Ana María Shua, Luciana Sierra, Alberto Silva Castro, Gastón Sironi, Paulo Slachevsky (Chile), Perla Sneh, Ricardo Soca, Ada Solari, Margarita Solli, Mikel Soto Nolasco (País Vasco),  Rafael Spregelburd, Eduardo Stupía, Julieta Sueldo Boedo (Brasil), Jorgelina Sureda, Maristella Svampa, Mariano Sverdloff, Santiago Sylvester, Alberto Szpunberg,
T
Sergio Tanoni, Carles Tàvec,Federico E. Testoni, Diana Theocharidis, Mario Tomé, Sandra Toro, Jorge Torres Zavaleta, Diego Trelles Paz (Perú),
U
Lidia Unger, Pablo Usabiaga, Teresa Usandivaras, Alejandra Uslenghi (Estados Unidos), Leandro Uteda,
V
Luisa Valenzuela, Gustavo Valle (Venezuela), María Esther Vázquez, Graciana Vázquez Villanueva,Diana Vega, Ana Vellegal, Luciana Velloso, Santiago Venturini, Carmen Verlichak, Pedro Ignacio Vicuña (Chile), Gabriela Villalba, Claudio Villarreal, Silvia Villegas, Juan Villoro (México), Elena Vinelli, Marcela Visconti, Miguel Vitagliano, Martín Vitton,
W
Miguel Wald, David Wapner, Gerardo Wehinger, Guadalupe Wernicke,Laura Wittner, Marcela Woods,
Y
Débora Yánover
Z
Horacio Zabaljáuregui, Enrique Zattara Hernández,Amelia Zerrillo, Pablo Zdrojewski, Verónica Zondek (Chile), Julia Zullo, Patricio Zunini.


Universidades e instituciones educativas a las que pertenecen los firmantes

Universidad Católica Argentina (Argentina)
Universidad de Belgrano (Argentina)
Universidad de Buenos Aires (Argentina)
Universidad de San Andrés (Argentina)
Universidad del Salvador (Argentina)
Universidad Nacional Arturo Jauretche (Argentina)
Universidad Nacional de La Plata
Universidad Nacional de Mar del Plata
Universidad Nacional de Rosario (Argentina)
Universidad Nacional de San Luis (Argentina)
Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina)
IES en Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández" (Argentina)
ENSLV "Sofía E. Broquen de Spangenberg" (Argentina)
Instituto Superior de Formación Docente 3 San Martín de los Andes  (Argentina)
Universidad Federal de São Paulo (Brasil)
Universidad Católica de Chile (Chile)
Universidad Jorge Tadeo Lozano, sede Caribe. Cartagena (Colombia)
UNAM (México)
Universidad de la República (Uruguay)
New York University (Estados Unidos)
Providence College (Estados Unidos)
UC Davis (Estados Unidos)
Tufts University (Estados Unidos) 
Humboldt-Universität zu Berlin (Alemania)
Universidad Libre de Berlín (Alemania)
Universidad Autónoma de Madrid (España)
Universitat Pompeu Fabra (Barcelona / España)
Université de Caen-Normandie (Francia)
Université de Lille 3 (Francia)
Université Sorbonne Nouvelle Paris III (Francia)
Université Catholique de Louvain (Bélgica)
Tokyo University (Japón)

Adhesiones Institucionales

Centro PEN Argentina
Fundación Victoria Ocampo
Programa de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados

Diccionario Latinoamericano de la Lengua Española
Archivos del Sur

Ojo al piojo: hoy comienza la Segunda Semana del Libro Argentino en Barcelona

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Librería Calders, Barcelona
El  21 de mayo pasado, Silvina Friera publicó en Página 12 una entrevista con Andrés Ehrenhaus, a propósito de la Segunda Semana del Libro Argentino que, desde hoy, se celebra en Barcelona.

Mundos enlazados por palabras

La fascinación de intercambiar experiencias entre distintas generaciones vuelve para consolidar un proyecto que conecta las vibraciones de mundos enlazados por los hilos hospitalarios de la lengua y las palabras. La Segunda Semana del Libro Argentino en Barcelona, que comenzará el lunes 23 de mayo y terminará el próximo sábado, regresa al mismo hogar donde nació el año pasado: la librería Calders, ubicada en el barrio de Sant Antoni, un espacio cálido donde mucho antes de que llegaran los libros, los escritores y lectores había una fábrica de botones. La programación desplegará un homenaje a Juan Gelman –en Barra/Llibre, otra librería que se incorpora a la movida–, una sesión dedicada a “los argentinos del boom”, en torno al libro de Xavi Ayén Aquellos años del boom (RBA), quien conversará con el destacado crítico argentino Ernesto Ayala-Dip, que vive en Barcelona desde 1970. Andrés Neuman y Edgardo Dobry leerán sus poemas; Matías Néspolo y Milo Krmpotic presentarán Muñeca maldita, novela de Eduardo Hojman, y la antología de relatos breves Volverás y serás rubia (Premio El Laurel), ambas publicadas por Librooks. También se presentará el libro Ana Postigo, ¡cómo bailamos!, sobre los míticos jueves de la milonga de Cochabamba 444. “La continuidad significa la confirmación de una propuesta nueva y cercana de difusión de la cultura y la edición independiente argentinas en un mercado habituado a bailar al ritmo que imponen los grandes grupos”, cuenta el escritor y traductor argentino Andrés Ehrenhaus a Página/12.

“El libro argentino siempre ha despertado la curiosidad del público barcelonés, no tanto porque aporta autores nuevos como porque propone una manera propia de editar, capaz de apostar por la poesía, por la narrativa breve, por el ensayo político o literario de calidad, y que ocupa con frescura y creatividad los nichos que precisamente desatienden los conglomerados editoriales. En ese sentido, confluye con la edición en catalán, que busca nuevas maneras de hacer, y con las nuevas editoriales independientes que surgen sin parar en España, sobre todo fuera de las grandes metrópolis. La idea es aprovechar ese interés y esa confluencia para ampliar también el mercado de lectores”, explica Ehrenhaus desde Barcelona, ciudad a la que llegó en 1976, como otro joven militante político exiliado por la última dictadura cívico-militar. “Para esta edición hemos decidido centrar la atención en libros y autores concretos y abrir la participación a editoriales locales que publiquen a autores o temáticas relacionadas con la Argentina. Si la primera edición estaba concebida más como un muestrario amplio del panorama de la edición independiente, para esta hemos dado paso a las iniciativas concretas”, compara el autor de Un obús cayendo despedaza (2014), Tratar a Fang Lo(2007) y La seriedad (2001), entre otros títulos.

“El grueso de las actividades recaerá nuevamente en la librería Calders, pero este año se incorpora otra librería independiente, Barra/Llibre, del barrio de Sants, que es además donde se hará el cierre de la Segunda Semana, el sábado a la hora del vermú, con el homenaje a Gelman y un recital de tangos. Nuestra idea es que se vayan incorporando libremente otros espacios e incluso instituciones, y esperamos que la Tercera Semana marque el despegue definitivo de la propuesta, para que el efecto difusor sea aún mayor y más participativo. Y por supuesto habrá presencia, aunque no en formato feria, de numerosas editoriales entre las cuales se cuentan las que ya son parte habitual de la oferta de la Calders y Barra/Llibre: Caja Negra, La Bestia Equilátera, Adriana Hidalgo, Eterna Cadencia, El Zorro Rojo, Paradiso y Gog y Magog”, enumera Ehrenhaus, y menciona especialmente “las clásicas e inigualables empanadas del bar El Laurel” como extensión culinaria del menú fraternal entre las dos orillas. “Esta iniciativa es totalmente independiente, se hace a pulmón, sin financiación específica ni subvenciones de ninguna índole –aclara–. Quienes participan, difunden, actúan, presentan y ponen su grano de arena lo hacen por amor al arte y a los libros. De algún modo, éste es uno de los atractivos de la propuesta, porque garantiza la independencia de contenidos y estimula la participación abierta. Desde ya, las puertas están abiertas para quienes deseen participar y contribuir a que la Tercera Semana sea aún más apasionante que esta”.

La cruzada de un solo hombre (y sus ayudantes)

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El 21 de mayo pasado, Guillermo Piro, en su columna del diario Perfil, publicó el siguiente artículo sobre el bibliotecario Abdel Kader Haidara y su cruzada por salvar valiosos manuscritos antiguos de los extremistas islámicos.

Los bibliotecarios de Tombuctú

En Estados Unidos acaba de salir el libro The Bad-Ass Librarians of Timbuktu and Their Race to Save the World’s Most Precious Manuscripts–algo así como Los valientes bibliotecarios de Tombuctú y su empresa por salvar los manuscritos más preciosos del mundo–, en el que el periodista Joshua Hammer cuenta la historia del bibliotecario malí Abdel Kader Haidara. En 2012, junto con sus colegas, salvó 350 mil manuscritos antiguos de las fuerzas de Al Qaeda que habían conquistado la ciudad. Se trata de uno de los raros casos en que objetos históricos y culturales son puestos a salvo de extremistas islámicos que los habrían destruido.

En un artículo publicado en The Wall Street Journal, Hammer cuenta la breve historia de Haidara. Comienza en los años 80, cuando el entonces joven bibliotecario viajó por el desierto del Sahara para recuperar y poner a salvo miles de textos antiguos de la tradición islámica de Mali. Hasta 1993, Haidara trabajó en el Instituto Ahmed Baba de Tombuctú, un importante archivo fundado en 1973 por la Unesco.

En abril de 2012, volviendo de un viaje de trabajo, Haidara encontró a Tombuctú bajo el control de extremistas islámicos ligados a Al Qaeda. Temiendo que los miles de manuscritos raros conservados en las bibliotecas y archivos de la ciudad fuesen destruidos, Haidara organizó una operación de salvataje ayudado por parientes y colegas. Los manuscritos se remontaban a los siglos XV y XVI, cuando la ciudad era un importante centro comercial y hospedaba a más de 150 universidades. El volumen de más valor era una edición del Corán de pequeñas dimensiones que data del siglo XII. Las páginas están hechas con piel de pescado y algunas letras del texto, totalmente escrito en color azul, están decoradas con gotas de oro. Haimara tenía razón: en enero de 2013 los milicianos de Al Qaeda prendieron fuego al Instituto Ahmed Baba, que conservaba entre 60 y 100 mil manuscritos en contenedores climatizados para evitar que se deterioraran. Mientras tanto, Haidara había conseguido poner muchos en un lugar seguro. Algunos meses antes había ganado una beca de estudio de la Fundación Ford de 10 mil euros para ir a estudiar inglés a Oxford, y utilizó el dinero para sacar los manuscritos de Tombuctú. Organizó así el transporte de manuscritos desde Tombuctú hasta la capital de Mali, Bamako, más al este y fuera del control de Al Qaeda. Haidara y sus ayudantes compraron cajas de madera, utilizaron barriles de nafta como contenedores e hicieron un recorrido en etapas llevando la carga en mulas. La travesía duró ocho meses, viajando de noche, evitando tanto a los yihadistas como a los soldados del ejército de Mali.

Hoy Haidara tiene 51 años, vive en Bamako y quisiera llevar de vuelta los manuscritos a Tombuctú, pero la situación en el norte de Mali todavía es demasiado inestable para atreverse a tanto

Lori Saint-Martin: “Decir América del Norte en francés”

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Foto: Claire Dufour
La escritora y traductora canadiense Lori Saint-Martín visitó ayer el Cloub de Traductores Literarios de Buenos Aires y allí, en la nueva sede del Instituto Goethe, se refirió a la situación paradójica de los traductores literarios canadienses, que trabajan en un país oficialmente bilingüe, que en realidad no lo es tanto. Asímismo, habló de las condiciones laborales de los traductores de su país, envidiables aunque complicadas. Además, explicó cómo traduce a cuatro manos con su marido, también traductor. Por último, habló también de las ventajas y desventajas de compartir el idioma con un país que tiene una industria editorial poderosa, que exige la adecuación de los canadienses a la norma lingüística parisina.

De todo eso y de muchas otras cosas habló con extrema claridad y gran simpatía, lo cual puede verse en el video que será subido a este blog en los próximos días.


Foto: Anna Saint-Martin
Lori St. Martin ha publicado una novela, dos volúmenes de cuentos y un libro de microficciones. Profesora de la Université du Québec en Montréal, ha traducido al francés más de 90 novelas, libros de cuentos y obras de no ficción de Margaret Atwood, Carol Shields, Mordecai Richler, Naomi Klein, Louise Penny, Maya Angelou, Gil Adamson, Miriam Toews, Alistair McLeod, Ann-Marie McDonald, David Homel, Neil Smith, Neil Bissondath y Lori Lansens, entre otros autores de habla inglesa. Del castellano ha traducido a Gustavo Nielsen, Leila Guerriero, María Jesús Álvarez, Marta Chicote, Alejandro Crotto y Sandro Barella. En 2004, 2006 y 2008 recibió el prestigioso Premio a la Traducción de la Québec Writers’ Federation. En 2000, 2007 y 2015 obtuvo el Governor General’s Award, máxima distinción literaria que otorga Canadá, por la traducción de dos obras de Ann-Marie MacDonald y una obra de Mordecai Richler, respectivamente.

Una declaración desde la otra orilla

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La Casa de los Escritores del Uruguay, a través de su sitio web (http://www.casaescritores.org/),el pasado 23 de mayo, ha lanzado una proclama que se reproduce a continuación

 

Sobre el derecho de autor

Declaración de la Casa de los

 Escritores del Uruguay


A la ciudadanía de la República Orientaldel Uruguay:

Ante la discusión parlamentaria del tema de los derechos de autor, la Comisión Directiva de la cAsa de los Escritores del Uruguay considera necesario declarar:
1)     El Estado tiene el deber de generar políticas que abaraten los libros de texto, para que lleguen al estudiantado.
2)     Asimismo debe fomentar y posibilitar el hábito de la lectura entre la población de todo el país.
3)     Lo anterior implica fomentar la industria editorial, incluyendo al apertura de líneas de crédito “blando” para financiar la publicación de libros de autor uruguayo.
4)     El derecho de autor es tan sagrado como el derecho de cualquier otro trabajador a su salario.
5)     Debe considerarse la reinstauración del Instituto Nacional del Libro, para que centralice la acción estatal en ese campo y coordine políticas con todos los actores privados del sector (gráficos, editores, libreros, autores, etc.).

Directiva de la Casa de los Escritores del Uruguay

Se agradece la difusión de esta declaración.

Cuestiones de contexto

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Publicado en El Trujamán del 25 de mayo pasado, el siguiente artículo de la siempre grata de leer María José Furió trata sobre expertos en cosas que nos permiten traducir cosas. O algo parecido, pero no igual, como corresponde a toda traducción.

Los diccionarios vivientes

Una de las inercias inevitables del traductor es confiar en los diccionarios de su lengua. Dada la variedad de documentación disponible, es raro que no consigamos resolver una duda de léxico. Cuando ocurre, la indecisión suele asaltarnos menos ante conceptos de las disciplinas más arduas que ante objetos concretos de la realidad donde se espera exactitud. El diccionario o la enciclopedia ofrecen varias acepciones, puede que ilustradas y, sin embargo, no conseguimos elegir el término adecuado porque, dado nuestro conocimiento superficial de la materia, todas las alternativas parecen convenir. Se trate de utensilios para repostería artesanal, vestuario del teatro raciniano, contratos matrimoniales del siglo xix, ingeniería de gas y petroquímica o, más a menudo, de armas, pornografía, peep-show y expresiones idiomáticas populares, no podemos tomar un atajo.

O bueno, sí, podemos atajar acudiendo a nuestro surtido de diccionarios vivientes, esto es, expertos en áreas muy acotadas de la realidad, lo cual incluye de entrada a todos los maridos expertos en marketing, motos o bienes raíces, esposas ceramistas, amantes doctorados en léxico de porno en todas sus modalidades, sobrinas lanzadoras de cuchillos, abuelos hortelanos e hijos expertos en videojuegos y acoso escolar. Romper la burbuja en que a veces vive el traductor obliga a salir a la calle y hacer trabajo de campo para elaborar un glosario o mejorarlo. Mientras traducía los amables recuerdos del historiador e hispanista francés Bartolomé Benassar, Memorias de un pescador de truchas, ni Jara y sedal me sacaba de un atasco, así que no me quedó otra que acercarme a la tienda de artículos de caza y pesca del barrio y preguntar por una pieza de la caña y resolver mis dudas. Mi experto se sintió muy halagado de colaborar, como también sucedió en la chocolatería del Barrio Gótico con ciertas especialidades para un recetario. No hay que decir que la consulta ha de ser breve y específica.

En ocasiones, la dificultad surge por cambios acaecidos en el tiempo: así ocurría con la nomenclatura de los tribunales franceses entre los años cincuenta y setenta según describía el prestigioso editor Jean-Jacques Pauvert en Las odiseas del libro. Las frecuentes denuncias por escándalo tras publicar a Sade le familiarizaron a la fuerza con los tribunales de París. Ciertos cambios administrativos provocaron que en la primera década del siglo xxi el nombre y numeración de los tribunales no correspondieran con los usados durante los acontecimientos. A la previsible necesidad de ser rigurosos con la terminología jurídica se sumaba la de ir verificando vía Google la nomenclatura de los departamentos y secciones del Ministerio de Justicia francés. Me habría venido bien conocer entonces y no dos años después al perito experto en derecho y arquitectura técnica que vivió en París en los sesenta.

En sus memorias a vuelapluma, publicadas en el número 3 de L’Écran traduit, Marie-Claire Solleville —cuya trayectoria profesional es anterior a Internet, los móviles y los canales de televisión internacionales— también propone, con su característico desenfado, salir de casa para confeccionar o mejorar glosarios. Así, para surtirse de insultos, imprecaciones, maldiciones y jerga delictiva prefería «no fiarse de los diccionarios y confeccionar un pequeño diccionario personal, que recomiendo no llevar encima en caso de pérdida o de cacheo, pues nos va a costar explicar que se trata de una herramienta de trabajo. Las colas en cualquier oficina de la administración pública están especialmente recomendadas». A diferencia de hoy, cuando la ficción no deja ningún territorio ni periodo histórico sin explorar, en las décadas de los cincuenta y setenta, el cine y la televisión se interesaban apenas por los ambientes y escenarios culturales mientras se vivía una eclosión del género policíaco y de denuncia; para hacer acopio de jergas y léxico probablemente muy ajenos a su hábitat y experiencia, el traductor podía despreocuparse de «la técnica de la iluminación del pergamino de la Edad Media, pero debe saberlo todo de las diferencias entre la mafia siciliana y el milieu marsellés». El rigor lingüístico, típico rasgo francés, combinado con los modos pasionales italianos explica otra de sus recetas: buscar la gresca donde surja, así sea un atasco, una colisión de tráfico, sin separarse de la grabadora, que ayudará luego a transcribir insultos y otras útiles florituras del idioma.

La pornografía, el rico vocabulario de las escenas de contenido sexual cada vez más explícito obligan a tomar en consideración variantes inesperadas, incluso locales, aunque la versión original utilice un léxico estándar y banal. De un tiempo a esta parte, con la comercialización de series de televisión en DVD, comprobamos las decisiones, sorprendentes a menudo, de los traductores españoles, con su afición a tirar la casa por la ventana optando por las expresiones más obscenas, decisión que reduce el conjunto de expresiones del personaje a un mismo nivel de intensidad.

Solleville flaqueaba por pudibundez. Las groserías, dice, suenan más contundentes por escrito que al oído, por lo que prefería suavizar los términos si el texto traducido iba para subtitulado. Tuvo que abandonar sus prejuicios y liberarse adaptándose a los nuevos tiempos, que traían a cineastas como Lina Wertmüller.

Hoy, a falta de pudor, convendría atenerse al contexto y a la psicología de los personajes.


Semana diecinueve del repudio al convenio entre la U.B.A.,la UNAM, la Universidad de Salamanca, el Instituto Cervantes y Telefónica de España

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El éxito de la convocatoria para repudiar el convenio que le otorga valor universal al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española, propuesto por el Instituto Cervantes y un consorcio de universidades de España y Latinoamérica, demuestra que la movilización de la comunidad intelectual de la lengua castellana está lejos de haberse agotado. Esta semana, la número diecinueve desde que empezamos, actualizamos la lista de firmantes ya que,  diariamente siguen llegando adhesiones de todo el espectro de la lengua. Por lo tanto, seguirá abierta la recolección de firmas de todos aquéllos interesados en dejar sentado en este blog su repudio ante un pacto realizado de espaldas a la sociedad.


Como ya se ha explicado, no sólo han firmado la nota que se reproduce a continuación escritores, traductores, correctores, editores, intelectuales en general (historiadores, sociólogos, antropólogos, arqueólogos y periodistas, además de directores teatrales y actores), sino también un gran número de profesores de Literatura Española e Hispanoamericana, lingüistas, filólogos y lexicógrafos, que desempeñan sus tareas en  universidades argentinas y extranjeras. Acaso ellos están mejor capacitados para entender el problema que los contadores, veterinarios y dentistas que votaron positivamente el acuerdo en una sesión del Consejo Superior de la UBA…  quince días posterior al anuncio oficial del Instituto Cervantes en el Congreso de la Lengua de Puerto Rico.

Durante los próximos dos días la solicitada y la lista volverán a estarán disponibles en esta entrada para quien desee consultaras y, eventualmente, sumarse. Para hacerlo sólo tiene que enviar un mail a clubdetraductoresliterarios@gmail.com


Solicitada

Los abajo firmantes, escritores, intelectuales, docentes, investigadores y artistas del universo de la lengua castellana, queremos manifestar nuestro absoluto repudio al Memorándum de Entendimiento, un conjunto breve de artículos, con el cual la UBA se integra al convenio firmado entre el Instituto Cervantes, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Salamanca, que pretende otorgarle al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE) valor universal y hegemónico. Consideramos que se trata de  una grave intromisión en la independencia lingüística de Latinoamérica, así como de un perjuicio a los intereses políticos y comerciales de la región.


A
Martín Abadía, Enrique O. Abeya-Gilardon, Gabriela Adamo, Lucas Adur, Silvia Aguilera (Chile), Claudia Aguirre, Osvaldo Aguirre, Laura Alcoba (Francia), Diego Alfaro Palma (Chile), Fernando Alfón, Javier Almeida, Mariano Altamirano, Matías Allende Contador (Chile), Adriana Amante, Susana Anaine, Jotaele Andrade, Maria Teresa Andruetto, Daniela Ansa, Angelika Antonio Rubin, María Amelia Arancet Ruda, Graciela Aráoz, Fernanda Aren, Teresa Arijón, Elvira Arnoux, Alessio F. Arredondo,  Adriana Astutti, Alejandra Atadía, Jorge Aulicino, Márgara N. Averbach,
B
Claudia Bacci, Cecilia Bajour, Miguel Balaguer, Alejandro Balazote,  Florencia Baranger-Bedel, Pablo Bardauil, Julina Barembuem (Francia), Ian Barnett, Carolina Bartalini, Alcira Bas, Carlos Battilana, Matías Battiston, Gustavo Beade, Eric Beaumatin (Francia), Roberto Bein, Natalia Belenguer, Sonia Bello, Bárbara Belloc, Asher Benatar, Laura Benítez, Julia Benseñor, Daniela Bentancur, Diego Bentivegna, Gladys Berisso, Angel Berlanga, Emilio Bernini, Eduardo Berti, Concepción Bertone, Pablo Betesh, María de los Ángeles Bianchi, Ana Lia Biderman, Sonia Bierbrauer, Mónica Billoni, César Bisso, Andrea Bohrn, Elisa Boland, Karina Bonifatti, Piedad Bonnet (Colombia), Juan Bonilla (España), María Angélica Bonilla, Manuel Borrás (España), Claudia Borzi, Pablo Braun, Sonia Bierbrauer, Matías Bruera
C
Marcelo José Cabarcas Ortega (Colombia), Gabriela Cabezón Cámara, Rubén Faustino Cabrera, Susana Cabuchi, Javier Calvo, Silvia Camerotto, Silvana Campanini, Magdalena Cámpora, Marco Antonio Campos (México), Sibila Camps, Martín Caparrós, Anália Capdevila, Pablo Caramelo, Marina Cardelli, Sandra Carli, Penélope Cartelet, Fabián Casas, Fernanda Castelano Rodrigues (Brasil), Alejandro Castro, Nora Catelli, Maite Celada (Brasil), Marcelino Cereijido (Argentina/México), Rocío Cerón (México), Valeria Cervero, Sergio Chejfec, Matías Chiappe (Japón), Ricardo Chiesa, Micaela Chirif (Perú), Luis Chitarroni, Federico Ciamberlini, Ángela Ciocca, Oliverio Coelho, Marcelo Cohen, Sara Cohen, Andrea Cofán, Javier Cófreces, Vanina Colagiovanni, Nicolás Coletto, María del Carmen Colombo, Gabriela Comte, Oscar Conde, Carlos Roberto Conde Romero (México) Estela Consigli, Jorge Consiglio, Sandra Contreras, Lucila Cordone, Luciana Cordo Russo, Juan David Correa (Colombia), Sylvia Costa, Flor Cresta, Américo Cristófalo, Claudio Crivelli, Marcela Croce, Adriana Cristina Crolla, Graciela Cros, Esther Cross, Anna Crowe (Escocia),
D
Julián D'Alessandro, Paola D’Angelo, Guillermo David, Juan José Delaney, Silvia Delfino, Laura Demaría (EE.UU.), Pablo De Santis, Juan de Sola (España), Valentín Díaz, Mariana Di Cío (Francia), Ariel Dilon, María Teresa D'Meza (Cuba), Mariana Dimópulos, María di Stefano, Ignacio Di Tulio, Ángela Lucía Di Tullio, Leonora Djament, Jordi Doce (España), Nora Domínguez Rubio, Leandro Donoso, Elsa Drucaroff,
E
Víctor Ego Ducrot, Andrés Ehrenhaus, Laszlo Elderyi (Uruguay), Neide Elias (Brasil),Verónica Engler, José María Espinasa (México), Carolina Esses, Juan José Estévez,
F
Geneviève Fabry (Bélgica), Sylvia Falchuk, Ángel Faretta, Adriana Fernández, Nancy Fernández, Zulema Fernández, Álvaro Fernández Bravo, Inés Fernández Moreno, Martina Fernández Polcuch, Gustavo Fernández Walker, Alex Ferrara, Horacio Fiebelkorn, Tamara Figueroa, Judith Filc (Estados Unidos), Diego Fischerman, Graciela Foglia (Brasil), Laura Fólica, Jorge Fondebrider, Diego Forte, Ana Franco (México), Silvana Franzetti, Daniel Freidemberg, Silvina Friera, Leonardo Funes, Alejandra Furfaro,
G
Pablo Gaiano, Carlos Gamerro, Lélia Gándara, Flavia García (Canadá), Inés García Botana, Antonia García Castro, Gabriela García Cedro,Emilio García Wehbi, Marietta Gargatagli, Inés Garland, Florencia Garramuño, Miguel Gaya, Jorge Geffner,  Francisco Gelman Constantin, Nicolás Gelormini, Alicia Genovese, Analía Gerbaudo, Mabel Giammatteo, Pablo Gianera, Federico Gianotti, Daniel Gigena, Sol Gil, Abel Gilbert, Paula Giménez Zapiola, Gabriel Giorgi, Mónica Girón, Andrea Giunta, Marisa Godoy, Graciela Goldchluk, Víctor Goldstein, Alejandro González, Betina González, Horacio González, Jonio González, Rafael Goñi, Inés Grimland, Ezequiel Grimson, Lucía Grodsinsky, Roberto Guareschi, Leila Guerriero, Richard Gwyn (Gales),
H
Fabián Haim, Claudia Hartfiel, Liliana Hayat, Liliana Heer, Itziar Hernández (España), Patricia Hernández, Frida Herz, Alejandro Horowicz, Luis Francisco Houlin Dintrans,
I
Ricardo Ibarlucía, Carla Imbrogno, Pablo Imen, Pablo Ingberg, José Insúa, Fabián Osvaldo Iriarte, Pola Iriarte (Chile), Jorge Isaías,
J
David Jacobson, Natalia Jakubecki, Alexandra Jamieson Barreiro, Ana María Jaramillo (Colombia/México), Darío Jaramillo Agudelo (Colombia), Noé Jitrik, Silvia Jurovietzky,Mario Jursich (Colombia),  
K
Tamara Kamenszain, Laura Kaplan, Alejandra Patricia Karamanian,Alejandro Kaufman, Sergio Kiernan, Guillermo Korn, Alberto Kornblihtt, Laura Malena Kornfeld, Eduardo Kragelund, Christian Kupchik,
L
Juan Manuel Lacalle, Mónica Lago, Patricia Lálage del Vall, María Lanese, Gabriela Lapalma, Alicia Laplace, Alejandra Laurencich, Daniela Lauria, Denise León, Mara Faye Lethem (Estados Unidos),  Mauro Libertella, Daniel Link, Jorge Locane (Alemania), María Rosa Lojo, María Pía López, Eugenio López Arriazu, Carlos López Beltrán (México), Pura López Colomé (México), María López García, Ana María Lorandi, Diego Lorenzo, Carolina Lozada (Venezuela), Gabriel Lozano, Marcela Lucero,
M
Ariel Magnus, Silvia Maldonado, Héctor Manni, Elena Marengo, Lucas Margarit, Marilú Marini, Daniel Martínez, Uriel Martínez Venegas (México), Claudia Masín, Carlos Masotta, Cecilia Mata, Mirtha Paula Mazzocchi, Ana Mazzoni, Víctor Manuel Mendiola (México), Ricardo Mendoza Rademacher (Chile), Andrea Menegotto, Tununa Mercado, Mercedes Merino, Silvana Meta, Eduardo Milán (Uruguay), Ignacio Miret, Javier Mocarquer (Estados Unidos), Cristian Molina, Oscar Luis Molina Sierralta (Chile), Rodrigo Molina-Zavalía, Sylvia Molloy, Fabián Mónaco, Rafael Mondragón (México), Mario Montalbetti (Perú), Graciela Montaldo, René Montero Montano (México), Miguel Ángel Montezanti, Fabio Morábito (México), Yolanda Morató (España), María Moreno, Juan Carlos Moreno Cabrera (España), Graciela Morgade, Julieta Mortati, José Luis Moure, Vicente Muleiro, Debi Mundani, Hugo Murno,
N
Adelaide Navarret, Juana Nicolaou, Gustavo Nielsen, Michel Nieva, Valentina Noblia, Alejandro de Nuñez,
O
Julieta Obedman, Alejandra Obermeier, Elena Luján Odriozola, Ana Ojeda, Leonardo Oksman, Sebastián Olaso, Alejandro Olazabal, Lucrecia Orensanz (México), Diana M. Ortega, María Gabriela Ortiz, Pablo Ortiz (Estados Unidos), Alexandra Ortiz Wallner (Alemania), Elsa Osorio, Araceli Otamendi, Sonia Otamendi, Rafael Felipe Oteriño,
P
Cecilia Palmeiro, Lucas Panaia, Tamara Padrón Abreu, Andrea Palet (Chile), Aldo Parfeniuk, Sandra Pasquini, Hilda Paz, Ingrid Pelicori, Diego Peller, Marina Inés Pepe, Graciela Périssé, Claudia Pérez, Cecilia Pérez de Micou, Paula Pérez Alonso, Graciela Perosio, Lucas Petersen, Miguel Ángel Petrecca, Maria Pibernus, Gabriela Clara Pignataro, Claudia Piñeiro, Nancy Viviana Piñeiro, Silvina Poch, Judith Podlubne, José Maria Poirier, Antonio José Ponte (Cuba/España), Ángela Pradelli, Ana Pruis, Agnieszka Julia Ptak,  Mercedes Pujalte, María Lucía Puppo,
Q
 Juan Carlos Quintero-Herencia (Puerto Rico),
R
Alejandro Raiter, María Laura Ramos, Olga Regueira, María Cristina Renard, Fernando Rendón (Colombia), Jorge Revsin, Alicia Silvia Rey, Esteban Javier Rico, Cynthia Rimsky (Chile), Armando Roa Vial (Chile), Victoria Rodríguez Lacrouts, Blanca Alberta Rodríguez Vázquez (México), Waldo Rojas (Chile), Luis A. Rojas Herrera (Chile), Marta Rojzman, Mariana Romo Carmona (Estados Unidos), Gonzalo Roncedo, Hernán Ronsino, Mirta Rosenberg, Silvia Rotemberg, Fernando Rouaux, Cora Rozwadower-Grätzer (Francia), Julio Patricio Rovelli López, Mario Rucavado Rojas, Natalia Ruhl, Facundo Ruiz, Pablo Martín Ruiz (Estados Unidos), Ricardo Ruiz,
S
Guillermo Saavedra, Julia Sabena, Lori Saint-Martin (Canadá), Ina Salazar (Perú/Francia), Alejandro Schmidt, Scott Sadowsky (Chile), Elisa Salzmann, Daniel Samoilovich, Beatriz Sarlo, Vivian Scheinsohn, María Jimena Schere, Gabriela Schon, Federico Schuster, Francisco Segovia (México), Pablo Seijas (Argentina/Francia), Gabriel Seisdedos, Gabriel Senanes, Silvia Senz Bueno (España), Jessica Sequeira (Estados Unidos), Matías Serra Bradford, Marina Serrano, Pedro Serrano (México), Nora Sforza, Lorna Shaugnessy (Irlanda), Ana María Shua, Luciana Sierra, Alberto Silva Castro, Gastón Sironi, Paulo Slachevsky (Chile), Perla Sneh, Ricardo Soca, Ada Solari, Margarita Solli, Marcial Souto, Mikel Soto Nolasco(País Vasco), Rafael Spregelburd, Eduardo Stupía, Julieta Sueldo Boedo (Brasil), Jorgelina Sureda, Maristella Svampa, Mariano Sverdloff, Santiago Sylvester, Alberto Szpunberg,
T
Sergio Tanoni, Alejandro Tantanian, Carles Tàvec, María Tellechea, Federico E. Testoni, Diana Theocharidis, María Emilia Tijoux, Mario Tomé, Sandra Toro, Jorge Torres Zavaleta, Diego Trelles Paz (Perú),
U
Lidia Unger, Pablo Usabiaga, Teresa Usandivaras, Alejandra Uslenghi (Estados Unidos), Leandro Uteda,
V
Luisa Valenzuela, Gustavo Valle (Venezuela), María Esther Vázquez, Graciana Vázquez Villanueva, Diana Vega, Ana Vellegal, Luciana Velloso, Santiago Venturini, Carmen Verlichak, Pedro Ignacio Vicuña (Chile), Gabriela Villalba, Claudio Villarreal, Silvia Villegas, Juan Villoro (México), Elena Vinelli, Marcela Visconti, Miguel Vitagliano, Martín Vitton,
W
Miguel Wald, David Wapner, Gerardo Wehinger, Astrid Wenzel, Guadalupe Wernicke,Laura Wittner, Marcela Woods,
Y
Débora Yánover
Z
Horacio Zabaljáuregui, Enrique Zattara Hernández, Amelia Zerrillo, Pablo Zdrojewski, Katharina Zinsmeister, Verónica Zondek (Chile), Julia Zullo, Patricio Zunini.


Universidades e instituciones educativas a las que pertenecen los firmantes

Universidad Católica Argentina (Argentina)
Universidad de Belgrano (Argentina)
Universidad de Buenos Aires (Argentina)
Universidad de San Andrés (Argentina)
Universidad del Salvador (Argentina)
Universidad Nacional Arturo Jauretche (Argentina)
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
Universidad Nacional de La Plata (Argentina)
Universidad Nacional de Lanús (Argentina)
Universidad Nacional de Mar del Plata (Argentina)
Universidad Nacional de Rosario (Argentina)
Universidad Nacional de San Luis (Argentina)
Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina)
ENSLV "Sofía E. Broquen de Spangenberg" (Argentina)
IES en Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández" (Argentina)
Instituto Superior de Formación Docente 3 (San Martín de los Andes, Argentina)
Instituto Superior de Profesorado n.° 8 "Alte. Guillermo Brown" (Santa Fe, Argentina).
Universidad Federal de São Paulo (Brasil)
Universidad Católica de Chile (Chile)
Universidad de Chile (Chile)
Universidad Jorge Tadeo Lozano, sede Caribe. Cartagena (Colombia)
UNAM (México)
Universidad de la República (Uruguay)
New York University (Estados Unidos)
Providence College (Estados Unidos)
UC Davis (Estados Unidos)
University of Maryland (Estados Unidos)
Tufts University (Estados Unidos)
Ministère de l'Immigration, de la Diversité et de l'Inclusion de Québec (Canadá)
Université du Québec á Montreal (Canadá)
Humboldt-Universität zu Berlin (Alemania)
Universidad Libre de Berlín (Alemania)
Universidad Autónoma de Madrid (España)
Universitat Pompeu Fabra (Barcelona / España)
Université de Caen-Normandie (Francia)
Université de Lille 3 (Francia)
Université Sorbonne Nouvelle Paris III (Francia)
Université Catholique de Louvain (Bélgica)
Tokyo University (Japón)

Adhesiones Institucionales

Centro PEN Argentina
Fundación Victoria Ocampo
Programa de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados
Diccionario Latinoamericano de la Lengua Española(http://untref.edu.ar/diccionario/)
Archivos del Sur

¿Una polémica que recién empieza? (III)

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El 7 de julio pasado, en el cierre del Foro Universitario por el Bicentenario hubo una mesa redonda convocada alrededor del tema “Lengua y emancipación”. Diez días después, uno de sus participantes, Fernando Alfón (Doctor en Historia por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata y docente de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, de la misma casa de estudios), escribió un comentario sobre esa mesa que el 17 de julio publicó el diario digital Contexto y que este blog reprodujo el 15 de agosto. 

Previamente enterado de que el artículo se refería a su participación en esa mesa, José Luis Moure (Doctor en Filosofía y Letras por la Facultad de Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires, titular de Historia de la Lengua, Dialectología Hispanoamericana y Lingüística Diacrónica de esa casa de estudios y presidente de la Academia Argentina de Letras), envió una respuesta a este blog, que se subió el 16 de agosto pasado. La polémica comenzada con esos intercambios continúa hoy, con una nueva respuesta que Fernando Alfón tuvo la amabilidad de remitir a este blog.  

Lengua y emancipación II

El presidente de la Academia Argentina de Letras, José Luis Moure, ha tenido la deferencia de ocuparse dela nota «Lengua y emancipación», publicada el pasado 17 de julio en Diario Contexto. Ha sido tan ecuánime y civilizado en sus consideraciones que, si no fuera porque me llama de a ratos «profesor», debiéramos dar la discusión por saldada. Ese sarcasmo me insinúa que usted, presidente, no quiere que su alegato quede sin respuesta.

Iré directo al hueso, para no entrar de paseo por las inmediaciones del Museo del Prado, cuando en verdad lo que buscamos está en la calle de Alcalá. Y el hueso no son los modales (que aquí ambos los tenemos) ni los «él dice que yo dije», que tornarían la discusión en una guerra de precisiones. El hueso es que usted parece muy interesado en la correcta enseñanza del idioma, despreocupado de las consecuencias del panhispanismo y aún más despreocupado de la influencia de la Real Academia Española. Yo presumo que esas tres cosas están íntimamente asociadas, y que colaboran unas con otras en una perspectiva lingüística que, aun cuando no aparece desembozada, deja entrever su raigambre ideológica. Soltaré un poco el hueso, ahora, pero solo para acomodarlo mejor.

Usted dice que «la escuela argentina debe concentrar su esfuerzo en una de sus tareas indelegables e impostergables: enseñar a leer y a escribir bien el castellano de todos». ¿«Escribir bien», presidente? ¿Usted sigue creyendo que la función principal de la escuela es normativa? Pues entonces me ahorra de tener que repetir la principal imputación que yo le hice. Al reunir «escribir bien» con «el castellano de todos»nos está diciendo que hay «un» castellano correcto, ejemplar, y otros que no lo son. ¿Dónde va, usted, a buscar ese modelo? No me lo diga, ya lo sé: a los libros, a la alta literatura, a la gente culta y de prestigio. Se lo oí decir en varias de sus conferencias y lo leí en varias de sus publicaciones, como en aquella cara a sus recuerdos, «Del purismo al desconcierto», de 2003, con el que fue reconocido en la Academia. Usted se pone a medio camino de esos ismos, y no obstante se le escapa un lagrimón por la entrañable pandilla capitaneada por Monner Sans, Capdevila y Herrero Mayor, a los que encontró algo extremos en sus preceptivas; pero ¡qué útil era El habla de mi tierra!, nos invita a reconocer. Nome voy a mofar de esa nostalgia por consejos clericales, pero permítame recordarle que pertenecen al estadio en que el estudio de la lengua quedaba bajo el ámbito de la teología y al cuidado de los curas. Temo que desde ese punto de vista se llega muy rápido a la conclusión de que hay un sector determinado de la población que habla y escribe mal. Yo creí que la dialectología —disciplina en la que usted es maestro— se trataba de una ciencia, algo ya emancipada de las amonestaciones.

¿No advierte usted, además, que en la expresión «castellano de todos» está velando que el «todos» es una abstracción, que en el caso del español está tramada quirúrgicamente por políticas de planificación lingüística y por estrategias de mercado de carácter imperial? No parece desconocerlo cuando afirma que «intereses económicos de envergadura campean hoy en los territorios donde se habla o se enseña el español, procurando diseñar una política lingüística supranacional, bautizada como panhispánica, que facilite una más amplia distribución y venta de sus productos». Si no desconoce el fondo turbio que acompaña el panhispanismo, ¿por qué seguir predicando sus lugares comunes? ¿Por qué insistir en que se trata de algo extraordinario: lástima sus efectos colaterales? Los efectos colaterales es el hostigamiento, desdén y estigmatización de todas las variedades que no sean las centrales, esas variedades que usted enseña en la cátedra de Dialectología Hispanoamericana. Hacer de cuenta que eso es un problema muy menor para ocuparse de él, o muy gigante como para querer enfrentarlo es una de las formas del consentimiento.

Cuando usted dice que detrás de la política panhispánica «existe un notable poderío económico y una clara determinación política», yo le agrego, en criollo, que no es más que el zuncho a través del cual la España del siglo XVI tiene agarrada a la América del siglo XXI de las pelotas. Pensé evitar escribir «pelotas», pero seamos lo más claros posibles —Juan de Valdés dixit—, que de corrección ya tenemos muchas ediciones del Ragucci, y en la esplendorosa lengua de Góngora, no encuentro otra palabra más expresiva para graficar la relación que, sotto voce, la RAE, el Instituto Cervantes y sus secuaces(Telefónica de España a la cabeza), mantienen con sus colonias. ¿Le parece muy anticuado hablar de esta manera? La última expedición del Cervantes es de estos meses, cuando ingresó por la ventana en la UBA, para arrebatar unos de los botines que creía pertenecerle: nada menos que la hegemonía absoluta de la enseñanza del español en todo el mundo. No necesito ser más explícito, presidente, porque sé que usted intentó ingresar a la Sesión del Consejo Superior donde se consumó el ultraje.

En materia idiomática, América no se termina de emancipar de España porque, para agravar la dependencia, fundó o colaboró a fundar academias correspondientesen el mismo suelo americano, para que no se olvidasen jamás cuál es la que manda. ¿Exagero? Examine bien los estatutos de la Asociación de Academias de la Lengua Española, cuyo presidente, por derecho divino, es siempre el presidente de la RAE, aunque casi la totalidad de lasacademias estén en América. Vamos, no creo que usted lo ignore, y acaso también lo indigne, pero como no le parece nada grave o lo cree demasiado establecido como para intentar revertirlo, me veo tentado a recordarlo.

Usted ahora me puede comprender muy bien a qué es a lo que me refiero cuando afirmo que el discurso normativo es solidario del panhispánico y del imperial. La «industria editorial poderosa acompañada por una política exterior consecuente» descansa en esos pilares. Si España logra imponer sus manuales de estilo en el mundo es, también, porque se arroga el estilo modélico. ¿No me cree? Pregunte en «el aristocrático barrio madrileño del Retiro» lo que piensan del habla de los andaluces, o de la forma que tienen los catalanes de hablar español; se lo digo porque me tomé ese trabajo cuando visité el extraordinario edificio de la RAE del cual, como ve, mi «temple» no me permitió recorrerlode manera inmutable. Imagínese, ahora, lo que esa gente —representantes puros del mejor español del mundo— cree de los dialectos que se hablan en América; porque aunque siguen publicando diccionarios panhispánicos de dudas, siguen teniendo la misma duda de siempre:¿se habla por estas pampas alguna otra cosa que no sea un dialecto?Esa percepción de la lengua no es espontánea: se fragua en una capa social determinada, se robustece con una teoría lingüística específica y se difunde por medio de las instituciones autorizadas para hacerlo. En el caso de la lengua española, no necesito decirle cuál es la institución que ostenta el monopolio del uso legítimo de la norma. Saque «norma» y ponga «fuerza» y hablamos de lo mismo.

Usted dice que «lo que hagan la RAE y el Cervantes es independiente e históricamente posterior al reclamo de saber lo que está bien y lo que está mal en el uso de la lengua». No, presidente, y mil veces no; esto es lo que dice la RAE y el Cervantes, porque en esa aparente imparcialidad con que describen y enseñan la lengua radica su prestigio. La RAE no es una niña inocente que recoge las mariposas del jardín y se limita a clasificarlas en una preciosa caja entomológica. A menudo agarra una mosca, le pinta las alas de verde y le clava que es mariposa.

Si yo escribo, como usted dice, respetando la canónica posición de las haches, el uso más o menos etimológico de «b»y«v», y las diferencias entre «s», «c» y «z», lo hago por disposición histórica de la RAE. ¿No lo cree así? Relea la «Introducción» a la última Ortografía (2010), donde se explica, de forma que no puede ser más clara, el origen de la ortografía, la lógica que regula los cambios y el modo en que se ha establecido la autoridad en esa materia. Porque no me va a decir, presidente, que cree que la ortografía la define el pueblo, a mano alzada y en la plaza pública. Quizá si la RAE hubiera querido, ya habríamos jubilado la hache, simplificado las letras que representan el sonido /b/, distribuido mejor las funciones de «j» y «g»y, al menos en América, ya tendríamos una sola letra para representar nuestra /s/,y no tres, desconcierto entre la mano y los oídos que nos arroja a los varios millones de hispanoamericanos al deshonroso margen de la incorrección. Nos hubiéramos desembarazado del principio etimológico para representar nuestras voces—ese que intimidó tanto a la RAE en sus comienzos—, y del peso de la costumbre, que la RAE se jacta de haber definido, al mismo tiempo que lamenta verlo ahora tan pesado como para revertirlo. Tendríamos una ortografía másafín a su misión auténtica, como anhelaron los americanos Bello y Sarmiento. Pero tronó la voz del escarmiento, el rey se enojó y la RAE se levantó de su amodorramiento: no iban a permitir que América diera semejante salto de independencia. Efectivamente, presidente, escribo con las haches en su lugar y con las zetas, cuando adivino dónde ponerlas, pero lo hago muy a mi pesar, porque no me olvido que alguna vez tuvimos una ortografía menos esotérica. Sé quetodo esto es harina de otro costal, pero del costal más apropiado para recusar eso de la poca injerencia de la RAE en nuestra lengua.

¿Realmente cree, usted, que esa injerencia es inofensiva? Yo creí que al asumir la presidencia de la Academia, usted era más optimista. Se me hace que lo es, vamos, pero cuando se sale a cazar elefantes siempre es más simpático decir que solo vamos tras silvestres mariposas. El poder normativo de la RAE es tan dilatado que de a rato creemos que las reglas se dictan solas. De aquí que muchos reproducen sus principios doctrinales sin saber que son de ella, y a menudo sin saber siquiera qué cuerno es la RAE. De aquí que yo la perciba como uno de esos poderes más eficientes, porque no se percibe. Usted lo sabe, presidente, pero cree que debemos despreocuparnos un poco de la injerencia peninsular en nuestro manejo de la norma, que «hoy descansa menos en una desvaída fantasmagoría monocéntrica (que no abona ningún lingüista, filólogo o escritor español que yo conozca) que en una cruda realidad económica». Yoacuerdo con usted en eso de la «cruda realidad económica», pero no desatendería la «fantasmagoría monocéntrica», porque en cuanto a que no hay ningún lingüista, filólogo o escritor español que la sustente, creo que se olvida de Salvador Gutiérrez Ordóñez, coordinador de la última Ortografía, al que quizá sí conozca. ¿Nunca le preguntó qué piensa de la forma de pronunciar de los americanos? Yo tengo un amigo que sí lo hizo, y se horrorizó al saber que, si por don Salvador fuera, nos obligaría a todos a «hablar bien», es decir, a pronunciar la zeta.

Yo no lo encuentro a usted, presidente, ni un purista, ni un cruzado en favor de la causa católica de la RAE —cargos que le calzan mejor a su predecesor en el cargo—, sino más bien un hombre dispuesto a participar de un foro como el del Bicentenario, en el que los apretones de manos que ahí nos dimos fueron sinceros. No encuentro, ni siquiera en medio de esta querella, motivos para que no nos los sigamos dando; e incluso me quiero convencer de que estamos del mismo lado, el de la soberanía de los pueblos, las causas populares y la riqueza legítima de las naciones. Lo que sucede es que de este lado, somos muchos los que aún sentimos una carabela amarrada al puerto de Buenos Aires, destinada a custodiar el tesoro de la lengua, el más caro a nuestros corazones. Me pongo alerta, por tanto, cuando usted dice, refiriéndose al panhispanismo, que lo mejor que podemos hacer es «no interferir con su vitalidad secular», ni «desafiar su mansedumbre inventándole asechanzas», sino más bien «cumplir con nuestro deber de enseñarlo y transmitirlo como corresponde». Cuando usted nos llama a no interferir ¿nos pide que no obstaculicemos la misión doctrinal que acomete enfáticamente España? Qué más querría la RAE y el Instituto Cervantes que contemplemos impertérritos el modo en que ellos describen, enseñan y venden el idioma español en todo el mundo.Si somos conservadores hacia adentro y liberales para los de afuera, presidente, es la combinación en la que se vacían nuestras arcas, al paso firme en que se colman las ajenas.

Su forma tan ecuánime de pensar estos asuntos y su idea de que, ante un poder económico tan deslumbrante,«es preciso ponderar adecuadamente» nuestras fuerzas, porque al fin y al cabo «los docentes y lingüistas poco podemos hacer», me sugieren pensar que el statu quo lo satisface. Yo tengo algunos años menos que usted, pero no quiero pensar que es la juventud la que me anima a dar estas batallas, ni que son sus años los que lo han «acostumbrado a la deprimente comprobación de que es posible conversar durante una hora sin entenderse». Yo creo, más bien, que bastó una sola hora para que nos entendamos perfectamentebien, tan bien que ameritaba dar la discusión que, acuciados por el tiempo, no pudimos dar aquella vez.


La Plata, agosto de 2016


Burradas: la utilización política del Instituto Cervantes en la coyuntura electoral española

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Las letras que forman las siglas PP, que ilustran esta entrada, aluden a los casos de corrupción reciente en los que se vio involucrado el partido de Mariano Rajoy. Y esto sin investigar en Latinoamérica.





Nuestra lectora amiga, la uruguaya Adriana Pérez nos manda una nueva colaboración desde Andalucía, donde el domingo pasado hizo 42 grados de calor. Como no se puede dedicar a la traducción literaria nos promete un poema traducido en el que está trabajando y nos pide que leamos este artículo. Tiene tres partes: una en la que se da el contexto de la coyuntura española al cabo de dos votaciones fallidas para que Mariano Rajoy forme gobierno; otra, que se refiere a lo que el PP y Ciudadanos (vale decir, la derecha y la derecha salida de la derecha) proponen como política lingüística para América a través del Instituto Cervantes, y una tercera, donde se ofrece más bochornoso contexto. 

La mochila (austríaca) del Cervantes

Contexto: la elección de un nuevo gobierno en España

Mariano Rajoy, con la voz del predicador de Herederás el viento y de otros muchos predicadores doblados por el mismo actor, anuncia el caos; un portavoz del Partido Popular dice en su intervención, a modo de resumen democrático, “No me provoquen”, la primera figura de Ciudadanos, conocido por la rareza de ser el único español sin el menor sentido del humor, pronuncia uno de sus monótonos discursos sobre sí mismo: soy un crack, admírenme estúpidos, etcétera. Una señora canaria recita poemas, un asturiano amenaza a alguien, un navarro no me acuerdo. El resto, la mayoría de la cámara, por segunda vez en cuarenta y ocho horas vota en contra de la investidura de Mariano Rajoy como presidente del gobierno.

Amplificado y multiplicado hasta el ataque epiléptico por los medios de comunicación el mensaje es clarísimo: terceras elecciones o cuartas o quintas hasta que la ciudadanía vuelva al redil del rentable bipartidismo. Por el momento, esos señores de traje y hablar asertivo y monótono tienen un caballo ganador oculto en la solapa: votar el 25 de diciembre. La fecha, 54 días exactos después de la investidura fallida, podía ser cualquiera, pero se eligió ese día preciso para que se tuviera que votar exactamente en Navidad. No digo más.

O sí digo más. Estos hechos ilustran un nuevo capítulo de la transformación de la política en telenovela o culebrón, y estos serían los episodios cómicos a los que seguirá el puñetazo sobre la mesa del matón de barrio que disimula su condición detrás de un bigotito pegajoso. No tardará en aparecer.

Texto

El documento de los 150 puntos del acuerdo firmado para esta última investidura entre el PP y Ciudadanos tenía la cantidad necesaria de puntos y páginas para que nadie se sintiera interesado en leerlo. Y, de hecho, nadie lo leyó. Soy una excepción porque tuve que traducir algunas partes.

La impresión general fue que habían cortado y pegado a demasiada velocidad y que el redactor de los nexos entre párrafos logró que pareciera redactado directamente por el personaje del bigotito pegajoso o quizás por su madre, la corrompida mujer a la que todos odian.  Un ejemplo ejemplar es el texto que me ocupa y que motivó estas reflexiones.

Dice así:

“Elaborar un nuevo plan para el Instituto Cervantes con una estrategia de implantación internacional que también tenga en cuenta los países de habla hispana para extender la red de Centros por toda Latinoamérica. El Cervantes tiene que seguir siendo una institución de referencia en la expansión del idioma y de la cultura española, prestando atención también a las lenguas cooficiales. El Instituto Cervantes debe aspirar a consolidarse internacionalmente como en (sic) gran centro de referencia de la enseñanza del español y la certificación de su aprendizaje. Se incrementará su partida presupuestaria y se garantizará su independencia, seleccionando a sus gestores por criterios de mérito y desde la total transparencia.” (PP y Ciudadanos)

Qué raro, dije como diría cualquiera que en las tardes de este verano interminable se dedicase a leer estas taxonomías para papanatas. Qué mal escrito y qué petulancia infinita. Véase: comienzo con un infinitivo, una oración inicial interminable y agramatical, un gerundio equivocado, una preposición por un artículo que nadie corrigió, más agramaticalidades, más anacolutos, oraciones impersonales innecesarias. Muy raro. Y sobre todo inverosímil: ¿estrategia de implantación internacional que tenga en cuenta los países de habla hispana para extender la red de Centros por toda Latinoamérica? ¿Sabrán los pactistas que si el Instituto Cervantes no existe en los países que hablan castellano, entre muchas razones legales, es precisamente porque ya hablan y enseñan el castellano?

Consulto el programa anterior del PP y sólo dice lo que sigue:

“Redefiniremos el papel del Instituto Cervantes como auténtico centro de intercambio y expansión de la cultura y lengua española y lugar de promocióncientífica y universitaria. Favoreceremos la traducción de la cultura española como elemento para su propagación. (PP 2016)

Aunque queda en el misterio el significado del concepto “traducción de la cultura española como elemento para su propagación”, el texto resulta bastante coherente: exalta el protagonismo que ciertas naciones europeas se atribuyen sí mismas con el fin de hacer negocios. Es lo que se llamaría nacionalcapitalismo a secas.

En todo caso, el menjunje de los 150 puntos no parece tener origen en ese párrafo.

Consulto la versión del otro pacto, PSOE- Ciudadanos más increíblemente larga. Decía así:

“Un Plan para El Cervantes: el Instituto Cervantes es la ventana al mundo de la lengua y cultura españolas, y debería ser puerta de entrada del español en Europa. El Cervantes debe estar al margen de cualquier cambio político y ganar en independencia para operar como una agencia de difusión del español, profesionalizarse al máximo, tener autonomía para adaptarse a cada país en el que se establezca y contar con mecanismos de gestión evaluables. Todos los países de habla hispana contarán con un centro cultural español dependiente del Instituto Cervantes. El Instituto Cervantes incrementará la oferta de cursos de todas las lenguas cooficiales de España.”   (PSOE y Ciudadanos 2016 )

Es imposible no notar la misma agramaticalidad, la misma prepotencia de bigote pegajoso y ciertos rasgos de estilo propios de partidos aluvionales como Ciudadanos. Y efectivamente, como se comprueba al instante, ese alboroto explicativo ya estaba en el programa de esta formación.

“Apoyaremos nuevo Plan para el Instituto Cervantes, con una estrategia de implantación en todos los países de habla hispana. Se incrementará su partida presupuestaria y se garantizará su independencia política, con la selección de sus gestores por criterios estrictos de mérito y total transparencia.” (Ciudadanos 2016)

Más contexto

Un político español corriente desconoce todo sobre América latina. Interrogado con benevolencia no sabría más que dos o tres capitales, no podría nombrar ciudades menores, no conocería los puertos o las fronteras, ignoraría prácticamente la música, la pintura, la literatura, la poesía, los idiomas, la mitología o las tradiciones religiosas. Y por supuesto no sabría quién gobierna cada país ni quién gobernó antes. Pero sobre todo, un político corriente no sería capaz de reconocer en público qué parte del PIB español corresponde a los “negocios” en América latina.

Ese desdén respeta la tradición colonial —estuvo prohibido escribir libremente sobre América durante varios siglos— y corresponde a la necesidad de las élites de construir un objeto degradado propio del vínculo neocolonial que se impuso en España casi desde el comienzo de la transición al terminar el fascismo.

Basta un repaso superficial para comprobar que, desde 1976, España no ha hecho otra cosa que diseñar estrategias para reconquistar América sin que ese objetivo se alterara porque los interlocutores (y estrechos colaboradores) del otro lado del Atlántico fueran dictaduras sangrientas y gobiernos que todavía hoy se disputan el lamentable honor de ser la representación misma de la corrupción y el asesinato.

Esas estrategias incluyeron desde “blanquear” instituciones creadas durante el fascismo como la Oficina de Educación iberoamericana (1949) y transformarla en una Organización de los Estados iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OIE); reconvertir los franquistas Institutos de Cooperación Iberoamericana en Institutos Cervantes (1991) o inventar el absurdo colosal de las cada vez más degradadas “Cumbres iberoamericanas” que pergeñó el PSOE (curiosamente el mismo año, 1991) y que tuvieron como representante estrella al rey de España nombrado por Francisco Franco.

Las fundaciones principales y secundarias creadas por el Estado y empresas españolas despliegan estrategias que, como antaño, parecen descubrir en América día tras día los más insospechados filones: educación digital, libros digitales, tecnologías de la educación, ciudades sostenibles, necesidades turísticas, infraestructuras, hidrocarburos, transformación y mejora de centros urbanos históricos, planes para dar agua a las ciudades y pueblos, formación de liderazgos, concursos de jóvenes talentos, etcétera.

El analfabetismo sobre América fue protagonista de un viaje de 12 horas a Caracas (del líder de Ciudadanos) con el único propósito de sacarse una foto que fuera útil para la batalla electoral. El analfabetismo continuó con la increíble iniciativa de imitar el sistema de jubilación que Augusto Pinochet impuso en Chile, al que se llama eufemísticamente la “mochila austríaca”, y que también aparecía entre los 150 puntos y en las multitudinarias manifestaciones de jubilados chilenos (que no reproduce la prensa española). Y por supuesto también persiste en un propuesto y melodramático Pacto por la educación cuya asombrosa jerga de TICs y competencias ya divulga por América Latina el banco de Santander y sus ecuménicos cursillos de formación.

La presencia de un partido como Ciudadanos (seguramente efímera) en la realidad española repite la estrategia del populismo y de sus inversiones semánticas. ¿Puede existir un partido más populista que uno que se llama Partido ¡¡Popular!!? ¿Existe argumento más populista que apelar a lo emocional y ocultar los argumentos racionales que abundan en la realidad española —empobrecimiento, endeudamiento, emigración, etcétera? Por último, existe procedimiento más populista que cambiar el nombre de las cosas por un eufemismo falsificador que engañe sobre las verdaderas intenciones: abstención técnica por favorecer el gobierno de la derecha, mochila austríaca por jubilación privada, complemento salarial por rebaja o congelamiento salarial, pacto por la educación por privatización de la educación?

Quizás el bochornoso párrafo dedicado al Instituto Cervantes no sea demasiado importante. Es un testimonio, quizás sutil, de la hegemonía brutal de ese populismo, de la ignorancia y la avaricia con la que nos amenaza el porvenir. 





"Prácticas de colombianidad avanzada, que en tantos casos convergen en el mamagallismo"

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Eduardo Barajas Sandoval, además de Decano y fundador de la Facultad de Ciencias y Políticas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario en Colombia, es columnista de El Informador. Allí, el 30 de abril de 2014, publicó la siguiente columna, referida a la traducción de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, al griego, realizada por la traductora Klety Sotiriadou, y puso el acento sobre la expresión “mamar gallo”, que en Colombia significa “tomar el pelo”. Aparentemente,la expresión también se usapara denotar que a alguien se le está haciendo una jugarreta. Según los entendidos, en las peleas de gallos se acostumbra a succionar la cabeza del gallo para que este se vuelva desconcertado y a la hora de la lucha el mismo huya y no enfrente al otro gallo, logrando cansar a su oponente. Una vez recobrado el sentido de la orientación puede atacarlo con mayor oportunidad. Dicha práctica se considera ilegal y poco honorable y ante la sospecha de su uso se exclama: ¡Me están mamando gallo!

Mamar gallo en griego

Los lectores en griego han podido comprender mejor que muchos el sello colombiano de la obra de Gabriel García Márquez. Con paciencia y cuidado propios de su ancestro bizantino, la poeta Klety Sotiriadou dedicó años enteros a la traducción de veinte libros del Nobel colombiano. Lo conoció en París meses antes de la apoteosis del premio, gracias a su entrañable amigo común Jaime Castro. Había leído Cien años de soledad en la versión inglesa, que el autor tal vez mamando gallo dijo era en algunos pasajes mejor que el original, y se había hecho el propósito de producir la versión griega de sus escritos.

Unas pocas veladas con el escritor y su esposa bastaron para que su alma de literata, como él la definió, pudiera empezar a entender a fondo rasgos de la vida y las tradiciones del Caribe que más tarde encontraría en cada página. También sirvieron para que conociera lo que es no tenerle miedo a decir cosas en términos absolutos, como cuando Gabo llegó a cenar taramasalata, moussaká, spanakópita y postre de halvá de sémola, alzó a la hija de la traductora, entonces de un año de edad, y exclamó con toda seguridad que esa era la mujer más grande del mundo. 

Esa noche iba vestido con overol azul que llevaba pegada en el pecho una marca de Yves Saint Laurent. Ya sentado a la mesa advirtió que había olvidado cambiarse esa ropa de obrero, su atuendo de trabajo diario, porque pasó más tiempo del acostumbrado en la tarea de redondear unas páginas y, lo más difícil, de preparar una carta decorosa dirigida a la policía francesa para que la firmara una empleada.

Las conversaciones eran de escritores, aunque de vez en cuando él traía a cuento con preocupación y añoranza el drama de la vida colombiana. Allí afloraron reminiscencias de sus maestros, honras a los clásicos griegos porque siguen enseñando cada día algo nuevo, y elogios a los Beatles por haber entrado a la historia para quedarse. Hubo agradecimientos a los diccionarios, en particular al laberíntico de María Moliner, y desfilaron ejemplos de la fuerza cautivante de las primeras frases y de la obsesión permanente por descubrir la solidez de la armazón interna de cada escrito. 

No faltaron sentencias llenas de sabiduría como que los hijos no lo son solamente por la sangre sino por la amistad de la crianza. También brotaron anécdotas fuera de lo común, contadas de la manera más natural, como la de la madre que estaba segura de que la fuerza de la vela prendida frente a la imagen de un santo sería capaz de sacar el bulldozer de uno de sus hijos que había caído a un abismo, porque la fórmula era la misma que había mantenido siempre en el aire a todos los aviones en los que viajaba el otro.
Para conjurar el contagio previsible de publicaciones piratas, Carmen Balcells viajó a Atenas a cumplir instrucciones en el sentido de darle los derechos a quien fuese amigo de Melina Mercouri, la Ministra de Cultura, que había deslumbrado al escritor desde su actuación en Nunca en Domingo y de quien se hizo amigo más tarde por afinidades políticas. El afortunado fue Antonis Livanis, de Nea Sínora, Nueva Frontera, no solo cercano a Melina sino al entonces fulgurante Andreas Papandreou, que para la época navegaba en la ola de éxito político de su Partido Socialista Panhelénico.

Desde el momento en el que las prensas de Livanis liberaron los primeros ejemplares, las librerías, los cafés, los barcos de pasajeros y las playas de Grecia se comenzaron a llenar de personas dedicadas a leer, bajo títulos sonoros, los libros del colombiano. Lo llamaban "Marquéz" y hablaban de él como si fuera un miembro de la familia. Entendían bien sus retratos de la condición humana y su denuncia implacable contra la violencia, la injusticia, la mentira y el menosprecio que por los relegados suelen sentir los dueños del poder. Disfrutaban como verosímiles y propias muchas cosas que en otras partes fueron vistas como fruto de la fantasía y se solazaban con la poesía y el humor de las entrelíneas.
Pero hay algo que tal vez no advirtieron los lectores: la traducción que tenían en sus manos podría ser la mejor de las que se hicieron a muchas lenguas extranjeras. No sabían que la traductora vino a Colombia y se sumergió en el ambiente diario y en la cultura del Caribe, con su comida, su música y su uso del idioma, y que llegó en peregrinación casi solitaria a Aracataca, donde comprobó, según dijo, no solo la existencia de las mariposas amarillas, las bananeras y el abandono de nuestras aldeas perdidas en la llanura de la costa, sino la presencia de huevos prehistóricos.

Su minuciosidad de tejedora, reforzada por la influencia de su maestro de traducción literaria Gordon Brotherston, el célebre intérprete del Náhuatl Clásico, la llevó a interesarse por el enredado proceso histórico de Colombia y tratar de iniciarse en prácticas de colombianidad avanzada, que en tantos casos convergen en el mamagallismo. Y fue en torno a esto último que consiguió puntualmente advertir la distancia o la cercanía que puede existir entre distintas culturas en torno a un solo concepto.

Además de los originales, uno de ellos firmado por el autor con la dedicatoria "Para Klety, la de Troya", la traductora tenía a la vista el diccionario de Moliner, un lexicón de colombianismos de Mario Alario di Filippo, y versiones de una u otra obra traducida por Gregory Rabasa al inglés o por Claude Couffon al francés. Y fue en esas como descubrió que Rabasa, llegado el momento de referirse a "los mamadores de gallo de La Cueva" en Los Funerales de la Mamá Grande, los llamó "criadores de gallos de La Cueva". Si uno va a traducir a Gabo, me dijo con honestidad y sorpresa, mal puede ignorar que el autor es un colombiano y puestos ya en ese terreno no se puede desconocer ni confundir lo que es mamar gallo. 

Por fortuna, y para beneficio de sus lectores, después de haber buscado bajo varias de las capas infinitas del griego, que tiene casi tantas versiones como generaciones, creyó haber encontrado una expresión a la medida, Xoratatzídes, que significaría mamagallistas, de práctica cotidiana entre los griegos porque son parecidos a la gente del Caribe. Porque no se trata simplemente de la palabra, sino de una actitud ante la vida que se hace evidente en el ajetreo de los puertos, en los mercados callejeros y en las reuniones de amigos, y que tiene en ese país una larga lista de practicantes, dentro de la cual ocupa un lugar prominente Aristófanes. Sin olvidar las monumentales mamadas de gallo de dioses a seres humanos, y viceversa.

El propio García Márquez, para quien el griego era "griego", a pesar de que conocía prácticamente de memoria la obra de Sófocles, y en particular Edipo Rey, no tuvo elementos para apreciar lo sonoro y poético de una traducción fiel como ninguna al talante de los originales. Pero confió generosamente en la traductora y apreció profundamente su esfuerzo, al punto que años más tarde, al encontrarse en Cartagena con la niña que alzó una vez en París le dijo: "si quieres saber quién soy yo, pregúntale a tu mamá, que me ha tenido que parir más veces que a ti".

Fui testigo excepcional de todo esto y tenía que reseñarlo con motivo de la partida del poeta, como llaman justamente en Grecia a los grandes escritores. Ahí queda vigente su memoria en el mundo helénico, donde vibra una pasión melancólica por nuestra América y arde una llama de admiración hacia Colombia gracias al escritor de Aracataca, cuyas páginas leen con deleite de paisanos los costeños del Jónico y el Egeo.

Sobre la corrección política: "las personas son menos francas de lo que solían ser"

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Robert Darnton y Alberto Manguel
Robert Darnton (Nueva York, 1939) estudió en la Universidad de Harvard y en 1964 obtuvo el doctorado en Historia en la Universidad de Oxford. Entre 1964 y 1965 se desempeñó como cronista de policiales en el diario The New York Times. A partir de esa experiencia toma contacto con los archivos policiales, se familiariza con los informes y expedientes que encuentra allí y descubre su valor documental para sus futuras investigaciones. En el año 1968 comienza a dictar clases en la Universidad de Princeton, de la cual es actualmente profesor emérito. Ha recibido diversas becas y distinciones por sus trabajos centrados fundamentalmente en la cultura del libro y la lectura durante el siglo XVIII, en Europa. Fue presidente de la American Historical Association. Desde el año 2007 es profesor Carl H. Pforzheimer y director de la de  Biblioteca de la Universidad de Harvard, una red compuesta por más de 60 bibliotecas y más de 16 millones de volúmenes. Es uno de los fundadores del Proyecto Gutenberg-e, una biblioteca de libros electrónicos gratuitos.En estos días,está en la Argentina y el escritor y traductor Matías Serra Bradford, del diario Clarín, lo entrevistó en la Biblioteca Nacional. La entrevista se publicó el pasado 6 de septiembre y en la bajada de ésta se lee: “El gran bibliotecario de Harvard se opone a las intenciones de Google de monopolizar el acceso al saber”.

Sobre censores, calumniadores

y otros villanos de la edición


En un salón de la Biblioteca Nacional, el director de la biblioteca universitaria más grande del mundo pone su nariz contra las vitrinas que exhiben los manuscritos de Borges, uno de sus autores favoritos. Robert Darnton, que dirige la Biblioteca de Harvard, está de visita en Buenos Aires para diversos seminarios y conferencias. Vino a hablar de su pasión –la historia de los libros–, no a promocionar los propios: La gran masacre de gatos y El beso de Lamourette, entre otras investigaciones que se leen como novelas de detectives. Ayer por la mañana dio un seminario para estudiantes de edición; por la tarde conversó con Alberto Manguel sobre “bibliotecas y censura”. Durante una pausa entre una actividad y otra, en el auditorio llamado precisamente Borges, Clarín conversó con Darnton en un escenario vacío, sin público de testigo, casi en susurros, como en una biblioteca.

–Se vive un momento de actualización constante y forzada en los más diversos frentes. ¿De qué manera una biblioteca –universitaria o nacional– debe actualizarse para sobrevivir?
–Es un problema terrible. El software y el hardware se vuelven obsoletos. Y peor, los textos electrónicos se desintegran y deben ser grabados de nuevo, de un formato a otro. El problema de la conservación de material electrónico es gigantesco y no lo hemos resuelto.

–¿Su postura sigue siendo anti-Google?
–Es cierto, pero así suena simple. Google es una gran compañía y lo que hace con su tecnología es estupendo. No obstante, estoy en contra de las intenciones de Google, de monopolizar el acceso al conocimiento.

–El libro digital tocó un techo del 10% y ahora bajó a un 7%. Las predicciones apocalípticos acerca del fin del libro material a esta altura suenan más bien risibles, ¿no?
–Sí, absolutamente. Tengo una pequeña colección de frases de autores famosos diciendo que el libro está muerto. Ya en 1928 Walter Benjamin decía que el libro se acercaba a su fin.

–En Censores trabajando, usted investiga el modo en que se censuraba a los escritores en la República Democrática Alemana, que terminaban autocensurándose. Hoy, el actual clima global parece promover una cierta autocensura para prevenir posibles ofensas hacia fundamentalistas de diversas banderas y creencias, ¿no cree?
–Sí, claro. Y se puede retrotraer mucho tiempo atrás. Un ejemplo: Voltaire escribió una pieza llamada “Mahoma”. Hace años un teatro en Ginebra iba a montarla, pero lo pensaron de nuevo y decidieron que era mejor no hacerla y la cancelaron. Ahí tenemos un caso de autocensura. La censura puede ser muy astuta e infiltrarse en nuestra mente. Un escritor de Alemania oriental confesaba que tenía un pequeño hombre verde en la oreja que le susurraba: ¿”Realmente quieres escribir esto? Puede traerte problemas”.

–Borges solía decir que la censura era útil para estimular el uso de la ironía.
–Lo había escuchado. Uno de mis escritores favoritos es el poeta Heinrich Heine, que era maravilloso para enfrentar la censura. Decía que la censura podía conseguir que refinaras tu escritura, que el otro leyera entrelíneas, llegar a un diálogo más inteligente entre autor y lector.

–Por un lado el clima políticamente correcto, y por otro la xenofobia, hoy estimulan una especie de censura de posturas críticas. Cada vez se vuelve más delicado criticar (y no sólo a figuras famosas), por temor a represalias legales.
–La corrección política puede tener el efecto de una censura, está hecha de una especie de inhibición. Y las personas son menos francas de lo que solían ser. Sin embargo, y aquí es donde podría estar el debate, creo que cualquier clase de selección que hagas antes de hablar está filtrada, es un proceso de selección en toda comunicación, por eso me resisto a llamar censura a todo eso. Si lo llamo censura es porque el peligro de la intervención del Estado es serio, y la censura es el ejercicio del poder por autoridades que tienen el monopolio del poder.

–La calumnia y el libelo son temas recurrentes en sus historias sobre libros. ¿Cree que las nuevas tecnologías y las redes sociales –con las que ha vuelto el anonimato y la gente se siente libre de insultar como sea– son una oportunidad para que la gente aprenda de nuevo a dar a conocer sus opiniones?
–Sí, claro, la gente común, no sólo Donald Trump. Facebook expone a la gente a grandes problemas porque ha sido muy suelta para exhibir su vida privada. Y esta se ve amenazada por el carácter invasivo de las redes. Una persona debe censurar más qué es lo que dice y ahora es consciente de que una foto desnuda que le dio a un novio puede ser utilizada en su contra de acá a diez años.


Mientras el rector de la UBA se llena la boca hablando de la excelencia de la casa de estudios que preside y de su nuevo posicionamiento en el ranking mundial de universidades, desprecia la labor llevada a cabo por los investigadores de la institución, quienes pusieron todo su esfuerzo para crear el CELU, al que el rector pone en desventaja

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Hace veinte semanas el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires empezó a reunir firmas en repudio del pacto firmado entre la U.B.A., la U.N.A.M., la Universidad de Salamanca, el Instituto Cervantes y Telefónica de España para otorgarle valor universal al SIELE, que es el sistema de certificación de la lengua propuesto por el Instituto Cervantes y llevado a cabo por Telefónica de España.

Este contubernio implica que el CELU, certificado argentino elaborado por especialistas de la U.B.A. conjuntamente con sus pares de más de treinta instituciones del país –y el único que se opuso a la fecha al certificado español–, queda en clara desventaja porque , Telefónica de España mediante, el examen peninsular puede rendirse por Internet, desde cualquier parte del mundo, previo pago de una suma consistente, varias veces superior a la propuesta por la Argentina.

La aceptación de ese pacto fue votada en una reunión del Consejo Superior de la U.B.A. por contadores, farmacéuticos, dentistas, veterinarios, ingenieros y médicos, con el voto contrario de los delegados de las facultades de Filosofía y Letras, Ciencias Sociales y Ciencias Exactas. Con todo, su aprobación fue anunciada con bombos y platillos un mes antes de la votación –lo que de por sí constituye una irregularidad y un escándalo– en el último Congreso de la Lengua, efectuado en Puerto Rico, país a cuyos hablantes insultó el actual rey de España, al decir que estos hablaban una “lengua mestiza”.

Por supuesto, ninguno de los firmantes dio la cara ni realizó explicación alguna, a pesar de los reiterados pedidos en distintos foros. El rector de la U.B.A. se limitó a seguir haciendo negocios con los españoles y ninguno de los votantes se sintió obligado a nada.

A pesar de que las consecuencias directas de todas estas desprolijidades –para nombrarlas de alguna forma delicada– afectan fundamentalmente a la Argentina, resulta claro que el Instituto Cervantes es apenas la cara visible de una política de mayor alcance emprendida por España,  a través de sus instituciones, para administrar y decidir unilateralmente sobre la lengua castellana.

Se pretende así, bajo el torpe maquillaje del panhispanismo, imponerle a 500 millones de hablantes una norma correspondiente a una minoría que contemple algunas palabras procedentes de América para maquillar un negocio millonario que incluye la elaboración de diccionarios, gramáticas, sistemas de aprendizaje, etc.

En consecuencia, más allá del caso argentino, se trata de un avance del todo inaceptable sobre la soberanía lingüística de la mayor parte de los países de Latinoamérica. Así lo entendieron los muchos escritores, editores, traductores, profesores universitarios, investigadores del universo de la lengua chilenos, colombianos, mexicanos, peruanos, portorriqueños, uruguayos, venezolanos que han tenido a bien firmar la solicitada. Y también los españoles que han tenido el coraje de manifestarse contra lo que claramente ven como un atropello.

Por esta razón y para advertir igualmente a las autoridades de nuestros países sobre el peligro de dejar avanzar sobre nuestros intereses a las instituciones españolas, reiteramos la invitación a seguir firmando esta solicitada, que quedará abierta a todos los interesados. Asimismo, solicitamos que se la haga circular, creando cadenas en otros países de América y haciéndola llegar a los medios de comunicación y a cuanto foro esté al alcance de los interesados para alertar a la población. 

Semana veinte del repudio al convenio entre la U.B.A.,la UNAM, la Universidad de Salamanca, el Instituto Cervantes y Telefónica de España

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El éxito de la convocatoria para repudiar el convenio que le otorga valor universal al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española, propuesto por el Instituto Cervantes y un consorcio de universidades de España y Latinoamérica, demuestra que la movilización de la comunidad intelectual de la lengua castellana está lejos de haberse agotado. Esta semana, la número veinte desde que empezamos, actualizamos la lista de firmantes ya que,  diariamente siguen llegando adhesiones de todo el espectro de la lengua. Por lo tanto, seguirá abierta la recolección de firmas de todos aquéllos interesados en dejar sentado en este blog su repudio ante un pacto realizado de espaldas a la sociedad.


Como ya se ha explicado, no sólo han firmado la nota que se reproduce a continuación escritores, traductores, correctores, editores, intelectuales en general (historiadores, sociólogos, antropólogos, arqueólogos y periodistas, además de directores teatrales y actores), sino también un gran número de profesores de Literatura Española e Hispanoamericana, lingüistas, filólogos y lexicógrafos, que desempeñan sus tareas en  universidades argentinas y extranjeras. Acaso ellos están mejor capacitados para entender el problema que los contadores, veterinarios y dentistas que votaron positivamente el acuerdo en una sesión del Consejo Superior de la UBA…  quince días posterior al anuncio oficial del Instituto Cervantes en el Congreso de la Lengua de Puerto Rico.

La solicitada y la lista estarán disponibles para quien desee consultaras y, eventualmente, sumarse. Para hacerlo sólo tiene que enviar un mail a clubdetraductoresliterarios@gmail.com


Solicitada

Los abajo firmantes, escritores, intelectuales, docentes, investigadores y artistas del universo de la lengua castellana, queremos manifestar nuestro absoluto repudio al Memorándum de Entendimiento, un conjunto breve de artículos, con el cual la UBA se integra al convenio firmado entre el Instituto Cervantes, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Salamanca, que pretende otorgarle al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE) valor universal y hegemónico. Consideramos que se trata de  una grave intromisión en la independencia lingüística de Latinoamérica, así como de un perjuicio a los intereses políticos y comerciales de la región.


A
Martín Abadía, Cecilia Abdo-Ferez, Enrique O. Abeya-Gilardon, Eleonora Acosta, Mónica Acosta, Gabriela Adamo, Lucas Adur, Silvia Aguilera (Chile), Cecilia Aguirre (Brasil), Claudia Aguirre, Osvaldo Aguirre, Abel Ahumada, Laura Alcoba (Francia), Diego Alfaro Palma (Chile), Fernando Alfón, Javier Almeida, Mariano Altamirano, Matías Allende Contador (Chile), Adriana Amante, Susana Anaine, Jotaele Andrade, Maria Teresa Andruetto, Daniela Ansa, Angelika Antonio Rubin, María Amelia Arancet Ruda, Graciela Aráoz, Fernanda Aren, Teresa Arijón, Elvira Arnoux, Jaime Arrambide, Alessio F. Arredondo,  Adriana Astutti, Alejandra Atadía, Jorge Aulicino, Márgara N. Averbach,
B
Claudia Bacci, Cecilia Bajour, Miguel Balaguer, Alejandro Balazote, Lidia M. T. Rádis Baptista (Brasil), Florencia Baranger-Bedel, Magnolia Brasil Barbosa do Nascimento (Brasil), Pablo Bardauil, Julina Barembuem (Francia), Ian Barnett, Carolina Bartalini, Alcira Bas, Carlos Battilana, Matías Battiston, Gustavo Beade, Eric Beaumatin (Francia), Roberto Bein, Natalia Belenguer, Sonia Bello, Bárbara Belloc, Asher Benatar, Laura Benítez, Julia Benseñor, Daniela Bentancur, Diego Bentivegna, Gladys Berisso, Angel Berlanga, Emilio Bernini, Eduardo Berti, Concepción Bertone, Pablo Betesh, María de los Ángeles Bianchi, Ana Lia Biderman, Sonia Bierbrauer, Mónica Billoni, César Bisso, Sonia Blank, Andrea Bohrn, Elisa Boland, Karina Bonifatti, Piedad Bonnet (Colombia), Juan Bonilla (España), María Angélica Bonilla, Manuel Borrás (España), Claudia Borzi, Pablo Braun, Sonia Bierbrauer, Jorge Brega, Matías Bruera
C
Marcelo José Cabarcas Ortega (Colombia), Gabriela Cabezón Cámara, Rubén Faustino Cabrera, Susana Cabuchi, Javier Calvo, Silvia Camerotto, Silvana Campanini, Magdalena Cámpora, Marco Antonio Campos (México), Sibila Camps, Martín Caparrós, Anália Capdevila, Pablo Caramelo, Marina Cardelli, Sandra Carli, Sandra Carrazzoni, Penélope Cartelet, Elizabeth Casals,Fabián Casas, Fernanda Castelano Rodrigues (Brasil), Alejandro Castro, Nora Catelli, Maite Celada (Brasil), Marcelino Cereijido (Argentina/México), Rocío Cerón (México), Valeria Cervero, Gabriela Cetinas, Sergio Chejfec, Matías Chiappe (Japón), Ricardo Chiesa, Micaela Chirif (Perú), Luis Chitarroni, Federico Ciamberlini, Ángela Ciocca, Susana Civitillo, Oliverio Coelho, Marcelo Cohen, Monona Cohen, Sara Cohen, Andrea Cofán, Javier Cófreces, Vanina Colagiovanni, Nicolás Coletto, María del Carmen Colombo, Gabriela Comte, Oscar Conde, Carlos Roberto Conde Romero (México) Estela Consigli, Jorge Consiglio, Sandra Contreras, Lucila Cordone, Luciana Cordo Russo, Claudina Corel (Francia), Silvio Cornú, Juan David Correa (Colombia), Sylvia Costa, Beatrice Couteau, Flor Cresta, Américo Cristófalo, Claudio Crivelli, Marcela Croce, Adriana Cristina Crolla, Graciela Cros, Esther Cross, Anna Crowe (Escocia),
D
Julián D'Alessandro, Paola D’Angelo, Guillermo David, Jan de Jager (Argentina/Holanda), Santiago de Miguel, Pablo De Santis, Juan de Sola (España), Juan José Delaney, Claudia Del Blanco, Silvia Delfino, Laura Demaría (EE.UU.), Valentín Díaz, Mariana Di Cío (Francia), Ariel Dilon, María Teresa D'Meza (Cuba), Mariana Dimópulos, María di Stefano, Ignacio Di Tulio, Ángela Lucía Di Tullio, Leonora Djament, Jordi Doce (España), Nora Domínguez Rubio, Leandro Donoso, José Arlindo Dos Santos (Brasil), Elsa Drucaroff,
E
Víctor Ego Ducrot, Andrés Ehrenhaus, Laszlo Elderyi (Uruguay), Neide Elias (Brasil), Alejandra Elichabe, Verónica Engler, José María Espinasa (México), Carolina Esses, Juan José Estévez,
F
Geneviève Fabry (Bélgica), Sylvia Falchuk, Adrián Fanjul, Ángel Faretta, Cristina Farías, Adriana Fernández, Nancy Fernández, Zulema Fernández, Álvaro Fernández Bravo, Javier Fernández Miguez, Inés Fernández Moreno, Martina Fernández Polcuch, Gustavo Fernández Walker, Alex Ferrara, Santiago M. Ferro, Horacio Fiebelkorn, Tamara Figueroa, Judith Filc (Estados Unidos), Diego Fischerman, Graciela Foglia (Brasil), Laura Fólica, Jorge Fondebrider, Diego Forte, Ana Franco (México), Silvana Franzetti, Daniel Freidemberg, Silvina Friera, Leonardo Funes, Alejandra Furfaro,
G
Pablo Gaiano, Carlos Gamerro, Lélia Gándara, Flavia García (Canadá), Inés García Botana, Antonia García Castro, Gabriela García Cedro, María Blanca García Gandolfo, Emilio García Wehbi, Marietta Gargatagli, Inés Garland, Florencia Garramuño, Teresa Garufi, Miguel Gaya, Jorge Geffner,  Francisco Gelman Constantin, Nicolás Gelormini, Alicia Genovese, Analía Gerbaudo, Mabel Giammatteo, Pablo Gianera, Federico Gianotti, Daniel Gigena, Sol Gil, Abel Gilbert, Paula Giménez Zapiola, Gabriel Giorgi, Mónica Girón, Andrea Giunta, Marisa Godoy, Myriam Leonor Godoy Arroyo, Graciela Goldchluk, Víctor Goldstein, Alejandro González, Betina González, Horacio González, Jonio González, Neide Maia González (Brasil), Rafael Goñi, Inés Grimland, Ezequiel Grimson, Lucía Grodsinsky, Paula Grosman, Irene Gruss, Roberto Guareschi, Leila Guerriero, Richard Gwyn (Gales),
H
Fabián Haim, Claudia Hartfiel, Liliana Hayat, Liliana Heer, Dolores Hernández, Itziar Hernández (España), Patricia Hernández, Frida Herz, Alejandro Horowicz, Luis Francisco Houlin Dintrans, Claudia Hortas,
I
Ricardo Ibarlucía, Carla Imbrogno, Pablo Imen, Pablo Ingberg, José Insúa, Fabián Osvaldo Iriarte, Pola Iriarte (Chile), Jorge Isaías,
J
Carlos H. Jacobo, David Jacobson, Natalia Jakubecki, Alexandra Jamieson Barreiro, Ana María Jaramillo (Colombia/México), Darío Jaramillo Agudelo (Colombia), Noé Jitrik, Silvia Jurovietzky,Mario Jursich (Colombia),  
K
Tamara Kamenszain, Laura Kaplan, Alejandra Patricia Karamanian, Alejandro Kaufman, Edna Inés Kelly, Sergio Kiernan, Guillermo Korn, Alberto Kornblihtt, Laura Malena Kornfeld, Eduardo Kragelund, Christian Kupchik,
L
Juan Manuel Lacalle, Nora Laffont, Mónica Lago, Patricia Lálage del Vall, María Lanese, Gabriela Lapalma, Alicia Laplace, Alejandra Laurencich, Daniela Lauria, Denise León, Mara Faye Lethem (Estados Unidos),  Mauro Libertella, Daniel Link, Jorge Locane (Alemania), María Rosa Lojo, María Pía López, Eugenio López Arriazu, Carlos López Beltrán (México), Pura López Colomé (México), María López García, Ana María Lorandi, Diego Lorenzo, Carolina Lozada (Venezuela), Gabriel Lozano, Marcela Lucero,
M
Ariel Magnus, Silvia Maldonado, Alejandro Manara, Laura Mangold, Héctor Manni, Elena Marengo, Lucas Margarit, Marilú Marini, Leticia Martí, Daniel Martínez, Uriel Martínez Venegas (México), Claudia Masín, Carlos Masotta, Cecilia Mata, Ana Silvia Mazía, Mirtha Paula Mazzocchi, Ana Mazzoni, Víctor Manuel Mendiola (México), Ricardo Mendoza Rademacher (Chile), Andrea Menegotto, Haydée Noemí Menna, Tununa Mercado, Mercedes Merino, Silvana Meta, Eduardo Milán (Uruguay), Gabriela Minsky, Ignacio Miret, Federico Mirré, Javier Mocarquer (Estados Unidos), Cristian Molina, Oscar Luis Molina Sierralta (Chile), Rodrigo Molina-Zavalía, Sylvia Molloy, Fabián Mónaco, Rafael Mondragón (México), Mario Montalbetti (Perú), Graciela Montaldo, Jorge Monteleone, René Montero Montano (México), Miguel Ángel Montezanti, Virginia Monti, Fabio Morábito (México), Miguel Ángel Morelli, Yolanda Morató (España), María Moreno, Juan Carlos Moreno Cabrera (España), Graciela Morgade, Julieta Mortati, José Luis Moure, Vicente Muleiro, Debi Mundani, Hugo Murno,
N
Adelaide Navarret, Juana Nicolaou, Gustavo Nielsen, Michel Nieva, Daniela Nigro, Valentina Noblia, Alicia Noceti, Alejandro de Nuñez,
O
Julieta Obedman, Alejandra Obermeier, Elena Luján Odriozola,  Gladys Ojea, Ana Ojeda, Leonardo Oksman, Sebastián Olaso, Alejandro Olazabal, Mercedes Olcese, Lucrecia Orensanz (México), Diana M. Ortega, María Gabriela Ortiz, Pablo Ortiz (Estados Unidos), Alexandra Ortiz Wallner (Alemania), Elsa Osorio, Araceli Otamendi, Sonia Otamendi, Rafael Felipe Oteriño,
P
Melisa Palferro, Cecilia Palmeiro, Lucas Panaia, Tamara Padrón Abreu, Andrea Palet (Chile), Marcia Paraquett (Brasil), Aldo Parfeniuk, Sandra Pasquini, Hilda Paz, Joana Peaguda, Karina Pelech, Ingrid Pelicori, Diego Peller, Marina Inés Pepe, Graciela Périssé, Claudia Pérez, Cecilia Pérez de Micou, Paula Pérez Alonso, Romina Eva Pérez Escorihuela, Graciela Perosio, Lucas Petersen, Miguel Ángel Petrecca, Maria Pibernus, Gabriela Clara Pignataro, María Cristina Pinto, Claudia Piñeiro, Nancy Viviana Piñeiro, Silvina Poch, Judith Podlubne, José Maria Poirier, Antonio José Ponte (Cuba/España), Ángela Pradelli, Marita Propato, Ana Pruis, Agnieszka Julia Ptak,  Mercedes Pujalte, María Lucía Puppo,
Q
 Juan Carlos Quintero-Herencia (Puerto Rico),
R
Alejandro Raiter, María Laura Ramos, Graciela Rapaport, Olga Regueira, María Cristina Renard, Fernando Rendón (Colombia), Jorge Revsin, Alicia Silvia Rey, Esteban Javier Rico, Cynthia Rimsky (Chile), Armando Roa Vial (Chile), Daniela Rodríguez Gesualdi, Victoria Rodríguez Lacrouts, Blanca Alberta Rodríguez Vázquez (México), Alejandra Rogante, Waldo Rojas (Chile), Luis A. Rojas Herrera (Chile), Marta Rojzman, Mariana Romo Carmona (Estados Unidos), Gonzalo Roncedo, Hernán Ronsino, Mirta Rosenberg, Silvina Rotemberg, Fernando Rouaux, Gabriela Alina Roveda Peluffo, Cora Rozwadower-Grätzer (Francia), Julio Patricio Rovelli López, Mario Rucavado Rojas, Natalia Ruhl, Facundo Ruiz, Pablo Martín Ruiz (Estados Unidos), Ricardo Ruiz, Andrea Russo, 
S
Guillermo Saavedra, Julia Sabena, Lori Saint-Martin (Canadá), Ina Salazar (Perú/Francia), Amalia Sato, Alejandro Schmidt, Scott Sadowsky (Chile), Julia Saltzmann, Elisa Salzmann, Daniel Samoilovich, Cristina Santoro, Beatriz Sarlo, Vivian Scheinsohn, María Jimena Schere, Gabriela Schon, Federico Schuster, Francisco Segovia (México), Pablo Seijas (Argentina/Francia), Gabriel Seisdedos, Gabriel Senanes, Silvia Senz Bueno (España), Jessica Sequeira (Estados Unidos), Matías Serra Bradford, Marina Serrano, Pedro Serrano (México), Nora Sforza, Lorna Shaugnessy (Irlanda), Ana María Shua, Luciana Sierra, Alberto Silva Castro, Gastón Sironi, Paulo Slachevsky (Chile), Perla Sneh, Ricardo Soca, Ada Solari, Margarita Solli, Marcial Souto, Mikel Soto Nolasco(País Vasco), Rafael Spregelburd, Eduardo Stupía, Julieta Sueldo Boedo (Brasil), Jorgelina Sureda, Maristella Svampa, Mariano Sverdloff, Santiago Sylvester, Alberto Szpunberg, Mónica Szumurk,
T
Sergio Tanoni, Alejandro Tantanian, Carles Tàvec, María Tellechea, Federico E. Testoni, Diana Theocharidis, María Emilia Tijoux, Mario Tomé, Sandra Toro, Jorge Torres Zavaleta, Diego Trelles Paz (Perú), Silvina Trica-Flores (Estados Unidos), Roxana Trucco, Lilia Tubia,
U
Lidia Unger, Pablo Usabiaga, Teresa Usandivaras, Alejandra Uslenghi (Estados Unidos), Leandro Uteda,
V
Luisa Valenzuela, Gustavo Valle (Venezuela), María Esther Vázquez,  Graciana Vázquez Villanueva, Diana Vega, Ana Vellegal, Luciana Velloso, Santiago Venturini, Carmen Verlichak, Pedro Ignacio Vicuña (Chile), Gabriela Villalba, Inés Villanueva, Claudio Villarreal, José Javier Villareal (México), Minerva Margarita Villareal (México), Silvia Villegas, Juan Villoro (México), Elena Vinelli  Marcela Visconti, Miguel Vitagliano, Carlos Vitale, Martín Vitton, Nadia C. Volonté,
W
Miguel Wald, David Wapner, Gerardo Wehinger, Astrid Wenzel, Guadalupe Wernicke, Tamara R. Williams (México / Estados Unidos),  Laura Wittner, Leandro Wolfson, Marcela Woods,
Y
Daniel Yagolkowsky, Débora Yánover, Jorge Hernán Yerro (Brasil), 
Z
Horacio Zabaljáuregui, Graciela Zanini, Paula G. Zarza, Enrique Zattara Hernández, Amelia Zerrillo, Pablo Zdrojewski, Katharina Zinsmeister, Verónica Zondek (Chile), Paula Zucherelli,  Julia Zullo, Patricio Zunini. Gabriela Mariel Zunino.


Universidades e instituciones educativas a las que pertenecen los firmantes

Universidad Autónoma de Entre Ríos (Argentina)
Universidad Católica Argentina (Argentina)
Universidad de Belgrano (Argentina)
Universidad de Buenos Aires (Argentina)
Universidad de San Andrés (Argentina)
Universidad del Salvador (Argentina)
Universidad Nacional Arturo Jauretche (Argentina)
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
Universidad Nacional de La Plata (Argentina)
Universidad Nacional de Lanús (Argentina)
Universidad Nacional de Mar del Plata (Argentina)
Universidad Nacional de Rosario (Argentina)
Universidad Nacional de San Luis (Argentina)
Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina)
ENSLV "Sofía E. Broquen de Spangenberg" (Argentina)
IES en Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández" (Argentina)
Instituto Superior de Formación Docente 3 (San Martín de los Andes, Argentina)
Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N°83  (Solano-Quilmes)
Instituto Superior de Profesorado n.° 8 "Alte. Guillermo Brown" (Santa Fe, Argentina)
Universidade Federal da Bahia (Brasil)
Universidade Federal Fluminense (Brasil)
Universidade Federal de São Paulo (Brasil)
Universidad Católica de Chile (Chile)
Universidad de Chile (Chile)
Universidad Jorge Tadeo Lozano, sede Caribe. Cartagena (Colombia)
Universidad Autónoma de Nuevo León (México)
UNAM (México)
Universidad de Montevideo (Uruguay)
Universidad de la República (Uruguay)
New York University (Estados Unidos)
Providence College (Estados Unidos)
UC Davis (Estados Unidos)
University of Maryland (Estados Unidos)
Tufts University (Estados Unidos)
Ministère de l'Immigration, de la Diversité et de l'Inclusion de Québec (Canadá)
Université du Québec á Montreal (Canadá)
Humboldt-Universität zu Berlin (Alemania)
Universidad Libre de Berlín (Alemania)
Universidad Autónoma de Madrid (España)
Universitat Pompeu Fabra (Barcelona / España)
Université de Caen-Normandie (Francia)
Université de Lille 3 (Francia)
Université Sorbonne Nouvelle Paris III (Francia)
Université Catholique de Louvain (Bélgica)
Tokyo University (Japón)

Adhesiones Institucionales

Centro PEN Argentina
Fundación Victoria Ocampo
Programa de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados
Diccionario Latinoamericano de la Lengua Española(http://untref.edu.ar/diccionario/)
Archivos del Sur

Dado el número de consultas recibidas, se reitera una entrada publicada en el mes de abril de este año con datos concretos sobre las diferencias entre el CELU y el SIELE

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A continuación, se ofrecen algunas respuestas a las preguntas más frecuentes surgidas entre el público a partir de la solicitada impulsada por el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires.

¿Cuántos certificados oficiales de evaluación del castellano existen?
Hasta hace muy poco, dos: el CELU (Certificado de Español Lengua y Uso; verhttp://www.celu.edu.ar/es), de la Argentina, y el DELE (Diploma de Español como Lengua Extranjera; ver http://www.dele.org/espanol/), de España. A ellos, a través del Instituto Cervantes, ahora se ha sumado el SIELE (Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española; ver https://siele.org/).

¿Por qué son oficiales?
El CELU y el DELE porque están avalados por el Ministerio de Educación de la Argentina y por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España, respectivamente.
Consultado el sitio del SIELE, en ninguna parte se menciona que se trata de un certificado oficial.

¿Por qué son certificados internacionales?
En el caso del CELU, porque se puede rendir en 11 países: la Argentina, Brasil, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Austria, Israel, Irán, Tailandia y Singapur.
En el caso del DELE, porque se pueden rendir en los centros del Instituto Cervantes del mundo entero.
En cuanto al SIELE, por el momento su internacionalidad se vincula con las tres universidades que lo apoyan (la de Salamanca, la UNAM y la de Buenos Aires), razón por lo que apenas es una expresión de deseo de su propia publicidad.

¿Cuál es la proporción de certificaciones en cada sistema?
El DELE lleva certificados a unos 600.000 postulantes.
El CELU, apenas a unos 6.000.  
El SIELE, todavía a ningún postulante

¿El SIELE anula a los otros certificados?
No, pero al ser digital y estar impulsado por el Instituto Cervantes y Telefónica de España, el SIELE probablemente tenga un alcance comercial mayor. Por otra parte, los exámenes españoles exigen a las universidades y centros donde se toma una exclusividad que el CELU no reclama. Se aclara además que el CELU jamás trató de desalentar a otros países para evitar que crearan sus propias certificaciones, mientras que en el caso de España, el Instituto Cervantes intentó de todas las formas posibles desalentar la iniciativa de la Argentina.

¿Por qué España tiene dos certificados y no uno que unifique al DELE y al SIELE?
Por razones estrictamente comerciales.

¿Cuánto dura la certificación?
Tanto el CELU como el DELE certifican una sola vez y sin límite temporal.
El SIELE, en cambio, certifica apenas por dos años. Al cabo de ese tiempo, se necesita una nueva certificación, por lo que el examen debe volver a rendirse.

¿Cuánto cuesta el examen?
En el caso del CELU, el precio de examen varía de acuerdo con el país. Así, cuesta $ 500 (pesos argentinos; vale decir, 30,67 euros) en Argentina, R$ 160 (reales; vale decir 42,53 euros) en Brasil y € 80 (euros) en Europa.
En el caso del DELE, el precio del examen depende del nivel y del país en el que se inscriba el postulante. A modo de ejemplo, en España cuesta 108, 124, 160, 188, 197 o 208 euros, según el nivel que se elija.
En el caso del SIELE, el precio depende de la modalidad de examen que se elija y del país donde se haga el examen. Por caso, en la modalidad SIELE GLOBAL para la Argentina cuesta 145 euros; para España, 155 euros; para Alemania, 165 euros, etc.

¿Cuándo se integró la UBA al consorcio de universidades que promueven el SIELE?
La fecha oficial no es clara porque el anuncio se hizo el 17 de marzo pasado con el marco del Congreso de la Lengua de Puerto Rico, pero en realidad la votación del Consejo Superior tuvo lugar el 30 de marzo (vale decir, trece días después del anuncio, cuando en teoría no se sabía el resultado de la futura votación).

¿Participaron los especialistas argentinos en la decisión?
No. Los miembros del consorcio de 37 universidades argentinas que constituyeron el CELU no fueron consultados. Durante la votación en la UBA, las Facultades de Filosofía y Letras –principal interesada y la única con especialistas idóneos–, Ciencias Sociales y Ciencias Exactas se opusieron al SIELE, que finalmente fue votado por contadores, veterinarios, médicos, ingenieros y farmacéuticos.

¿Se trata de un papelón internacional?
Absoluta y definitivamente, sí, y en algún momento las actuales autoridades de la UBA deberán responder por ello. 

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