La escena representa una partida de truco en la adaptación cinematográfica de El Eternauta, la historieta de Héctor Oesterheld y Solano López.
Uno de los personajes dice: "Eh, ¿se largolla o está relampajeand?". Otro responde, "Sí, va a llovergar". E interviene un tecero y dice "Y yo sabía que dejé el paraguasca arriba de la repija".
No es un diálogo brillante, claro. De hecho, en la ficción, produce la indignación de Ricardo Darín, que trata a sus amigos de idiotas.
Pero lo que sí es claro es que, dado el alcance de la producción de Netflix, seguramente va a traer problemas de comprensión en otras provincias de la lengua castellana, para no hablar de los inconvenientes que les va a suponer a los traductores a otros idiomas.
De hecho, ésta es la versión lavada al inglés que propone Netflix:
Con todo, varios usuarios traductores de la cuenta de X, donde se reprodujeron estas imágenes, intentaron soluciones. El problema es que, más allá de la felicidad con que algunos lograron mimar el gesto, el resultado para los hablantes de otras lenguas resulta un galimatías. Se trata de un caso en que no se debe traducir palabras, sino, fundamentalmente, una cultura. Y a veces no se puede.