Está claro que todos somos hijos del rigor. Y al cabo de tantas quejas (de las que este blog no ha sido ajeno), parece que algo empieza a moverse en la política editorial de las empresas multinacionales, acaso afectadas en sus ventas en este lado del mundo.
Lo que el lector puede ver en la séptima línea de la foto que ilustra esta página, es una serie de créditos presentes en Según venga el juego (Play It As It Lays es su título original), de la escritora Joan Didion, bien traducida por traductora española Cruz Rodríguez Juiz, y recientemente publicada localmente por Penguin Random House. Allí, en la séptima línea, se lee que la traducción ha sido "revisada para el Cono Sur" (vale decir para Argentina, Chile y Uruguay), por lo que los lectores locales, por una vez, se salvan del refranero español y su gracejo.
Ahora falta que en los créditos figure el nombre de quien estuvo a cargo de la revisión porque, más allá de que la traducción original nos guste o no, resulta importante saber quién llevó a cabo las correcciones y, eventualmente, quien pudo haber introducido algún error no presente en la labor de Rodríguez Juiz. No se trata de ser quisquilloso, sino justos, y para eso nada mejor que cuidar el detalle.